El milagro económico israelí es un caso de estudio recurrente. Un país de 22.070 kilómetros cuadrados y ocho millones de habitantes, sin apenas recursos naturales y rodeados de enemigos históricos es hoy el territorio que más invierte en investigación y desarrollo

Las ‘start up’ israelíes buscan alianzas que les ayuden a crecer en Europa y Latinoamérica; las españolas, mayor presencia en el mundo anglosajón. Una alianza entre una compañía española y una israelí puede resultar en una poderosa combinación de fuerzas.

El milagro económico israelí es un caso de estudio recurrente. Un país de 22.070 kilómetros cuadrados y ocho millones de habitantes, sin apenas recursos naturales y rodeados de enemigos históricos, creado sobre una tierra semidesértica donde hasta hace pocas décadas apenas había algo más que agricultura de subsistencia, es hoy el territorio que más invierte en I+D (un 4,3% de su PIB en 2015) y uno de los veinte países con mayor renta per cápita, según el Banco Mundial.

Una inédita mezcla de cultura creativa e inconformista, disciplina militar, buenas universidades y acertadas decisiones políticas lo han hecho posible. Aunque el camino no ha sido fácil, ni la situación económica israelí actual está exenta de problemas -incluyendo una creciente desigualdad social y una elevada inflación-, Israel es sin lugar a dudas una de las principales cunas mundiales de innovación tecnológica.

No en vano, todos los grandes nombres del sector tecnológico, sin excepción, tienen en el país un centro de I+D (investigación y desarrollo). Hoy, el sector de alta tecnología representa el 40% de las exportaciones y emplea al 24% de la población activa.

Israel ofrece interesantes oportunidades de negocio para las empresas españolas, en especial de los sectores tecnológico y sanitario.

Entre los pasados 14 y 16 de marzo, el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), Red.es y Adigital organizaron su primera Misión digital en Tel Aviv. Tres días en los que una selección de empresas españolas (la mayoría de ellas jóvenes start up) tuvo la ocasión de visitar instituciones, aceleradoras, inversores de capital riesgo y potenciales socios tecnológicos.

También conocieron algunos de los mayores casos de éxito empresarial del país, como la app Waze (vendida a Google por 1.000 millones de dólares), la firma debranded content Outbrain (en su última ronda de financiación levantó 50 millones de dólares) o la plataforma de creación de páginas web Wix (con más de 63 millones de usuarios en el mundo).

¿Por qué Tel Aviv? La capital cultural y empresarial de Israel es, al mismo tiempo, la mayor cantera de start up del mundo (sí, mayor que Silicon Valley). Aquí nacen cada año del orden de 1.000 empresas tecnológicas, que atraen a su vez a fondos de capital riesgo de todo el mundo.

Proclamado como Estado independiente en 1948, Israel está formado en más de un 90% por inmigrantes de primera, segunda o tercera generación. Además, su mercado local es muy pequeño, lo que obliga a las start up a pensar en global desde el primer día. Por eso, no es de extrañar que estén especialmente predispuestos a colaborar con empresas extranjeras.

UNIÓN DE FUERZAS

¿Qué tipo de colaboración les interesa? Fundamentalmente, alianzas de tipo comercial, que les ayuden a entrar en nuevos mercados. “No resulta fácil que una firma israelí compre tu negocio, o que un fondo de capital riesgo de Tel Aviv invierta en una start up española sin presencia en el país. En cambio, sí están abiertos apartnerships“, asegura Ami Levin, jefe de Economía e Innovación de la Embajada de Israel en España.

“Para cerrar un acuerdo con una empresa israelí, siempre tiene que haber un win-win (ambas partes deben salir beneficiadas)”, recalca Gil Gidrón, presidente de la Cámara de Comercio Hispano-Israelí.

Y añade: “Los israelíes son buenos emprendedores, se les da bien tener ideas y desarrollar tecnología, pero no son buenos empresarios ni vendedores. Por otra parte, Israel tiene unos lazos históricos con Estados Unidos y en general todo el mundo anglosajón, pero les cuesta entrar en Europa y Latinoamérica. Es ahí donde una alianza con una empresa española puede ser de gran interés”.

En otras palabras, Israel puede convertirse en la puerta de una start up europea a Estados Unidos. “Una alianza con una empresa de Tel Aviv te abre al mercado y a la financiación global”, defiende Gidrón.

EL SOCIO TECNOLÓGICO IDEAL

Una compañía israelí puede también constituir un buen socio tecnológico para unastart up española. Éste es el objetivo que esperaban por ejemplo HotelYou, KumoBeo Exaccta de la Misión Digital a Tel Aviv. “Me gustaría encontrar socios tecnológicos con los que nos complementáramos; otras start up a las que nuestros productos les ayudaran a dar soluciones más completas, y viceversa”, comenta José María Rabadán, fundador de KumoBe, que ofrece soluciones de backup en la nube. “Estamos buscando financiación o socios tecnológicos que nos ayuden a dar el siguiente paso”, expone Sonia Pacheco, fundadora de HotelYou.

“Israel ofrece buena ingeniería y una creatividad que no es fácil de encontrar en otros territorios, como Bangalore (India). Además, siempre cumplen con sus compromisos y plazos de entrega“, destaca Ilan Leiferman, fundador de Ynoova, una consultoría de innovación dedicada a formar lazos entre start up españolas e israelíes.

Un caso particular es el de Kibo, una compañía de desarrollo informático con sede en Marbella que lleva dos años trabajando para empresas en Israel como Get Events. Además, uno de sus inversores es israelí. “En España tenemos buen talento y somos competitivos”, asegura Manuel Linares, su fundador, que hoy da trabajo a 34 personas.

“El carácter israelí es similar al español. Son personas muy abiertas y familiares, pero al mismo tiempo tremendamente directas y pragmáticas. A la hora de buscar la colaboración con una start up en este país, no hay que perder de vista que su objetivo no es crecer, sino conseguir un buen exit (vender su empresa por el mayor precio posible)”, puntualiza José María Blasco, consejero económico de la Oficina Comercial de España en Israel.

Fuente: CNN Expansión