Contrario a los valores dominantes de Irán, Ahmad-Reza Khosravi huyó a Turquía el año pasado. Ahora dice que trabajará para causar daño a la República Islámica si no dejan de acosar a su esposa e hijo

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO  – Un piloto iraní que desertó a Turquía el año pasado amenaza con buscar asilo en Israel y trabajar abiertamente para socavar el régimen en Irán si no cesa lo que dice son sus tácticas de intimidación contra su mujer y su hijo a los que dejó atrás.

El Mayor Ahmad-Reza Khosravi, de 39 años, piloto de la unidad de helicópteros de los servicios de seguridad de Irán, huyó de Irán a Turquía en marzo de 2015, luego vio denegadas repetidas peticiones para ser dado de baja del ejército, solicitudes que hizo debido a diferencias ideológicas con el régimen. Recientemente ha sido objeto de un plan de secuestro evidente para traerlo de vuelta a Irán, Khosravi ahora ha hecho públicas sus críticas a los líderes iraníes.

En una entrevista cara a cara con The Times of Israel en la ciudad turca de Van, donde ahora reside, Khosravi dijo que si el régimen no deja de amenazar a su esposa y su hijo, que todavía están en Irán, tratará de causar daño al régimen en cualquier forma que pueda.

“Si no me dejan en paz y dejan de acosar a mi familia, buscaré asilo en Israel y empezaré a luchar contra vosotros, incluso con las armas”, Khosravi, dijo, en un mensaje a los líderes de Irán que pronunció en la entrevista con el Times of Israel en su edición persa.

Nacido en 1977 en Jomein en el centro de Irán, Khosravi entró en la Academia de Policía de Irán a la edad de 18 años y pasó a formar parte de la unidad de helicópteros de los servicios de seguridad.

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Una foto sin fecha del comandante Ahmad-Reza Khosravi (en el círculo), un ex piloto de la unidad de helicópteros de los servicios de seguridad de Irán, con sus colegas. (Cortesía)

Después de servir 19 años en los Servicios de Seguridad y luchar con las creencias ideológicas del régimen iraní opresor, presentó una solicitud para darse de baja.

“Quería renunciar debido a las diferencias en las creencias y opiniones con el régimen, y puesto que no creo en la religión del Islam”, dijo, “tenía problemas con las políticas del régimen, ya que se basan en el engaño, la duplicidad y la mentira”.

Después de intentar renunciar varias veces y ser rechazado, los servicios de seguridad iraníes empezaron a acosarlo a él y su familia.

“Todas mis acciones y mi vida privada eran vigiladas y escuchaban mis conversaciones telefónicas. No tenía vida personal; incluso el teléfono de mi esposa estaba bajo vigilancia”.

Al final, bajo coacción y temiendo por su vida, Khosravi decidió huir del país, y se embarcó en una audaz fuga para llegar a la vecina Turquía.

La Sierra de Armenia cerca de la frontera entre Turquía e Irán. (CC BY 3.0 Ahmet Soyak / Wikipedia)
La Sierra de Armenia cerca de la frontera entre Turquía e Irán. (CC BY 3.0 Ahmet Soyak / Wikipedia)

Después de cruzar la frontera, en marzo de 2015, logró reunirse con un alto funcionario de la ONU. Khosravi explicó que como miembro del personal de defensa de Irán no se le había permitido tener un pasaporte, y por lo tanto tuvo que escapar de Irán sin identificación.

“Dado que era un militar que había desertado de Irán, y por lo tanto mi vida estaba en peligro, la ONU y la policía turca se hicieron cargo de mi problema con una sensibilidad extra y me cuidaron mucho”, dijo. “La policía turca me cuidó y me llamaban cada pocas horas preguntando por mi estado”.

Cuando las autoridades iraníes se enteraron de que había escapado, se pusieron en contacto con su esposa y amenazaron con hacerlo extraditar de Turquía, dijo.

En septiembre de 2015, las autoridades turcas detuvieron a dos iraníes que presuntamente fueron enviados a Turquía para secuestrar a Khosravi y llevarlo de vuelta a Irán.

Abdolsalam Tatari y Mohammad Mohammadian habrían llegado a Turquía con planes de dirigirse a la ciudad de Van, en el este de Turquía, donde residía Khosravi.

Hace dos semanas fueron condenados por un tribunal turco a seis años y ocho meses de cárcel, según informaron los medios turcos. Mohammadian negó la acusación, pero Tatari reconoció que un iraní llamado “Hajji” lo había comisionado para encontrar al “piloto”.

Los informes turcos en la sentencia no nombran a Khosravi. Se refieren al piloto por sus iniciales “ARK”

Khosravi dijo que el régimen está preocupado por que su deserción podría inspirar a otros pilotos o militares a hacer lo mismo.

“Puedo asegurarles que hay otros pilotos como yo, que se ven obligados a trabajar y vivir de la manera que lo hacen. Pero no están desertando porque temen a este régimen dictatorial y tienen que seguir trabajando bajo las penalidades impuestas por el régimen”.

Raoul Wootliff contribuyó a este informe.

Fuente: The Times of Israel / Neda Amin y Moshen Rostambakhsh – Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico