Mohamed Abrini, el hombre que escapó y no detonó la carga explosiva junto a sus compañeros en el aeropuerto en Bruselas, dijo durante el interrogatorio que uno de los objetivos de los terroristas era la sala de espera de los pasajeros que viajaban a Tel Aviv. Así lo informó la cadena televisiva francesa BFM.

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Abrini, capturado la semana pasada, dijo que después de la detención de Salah Abdeslam, que les hizo cambiar los planes, fue Ibrahim el Bakraoui quien seleccionó el objetivo: las salas de embarque del aeropuerto de Bruselas con destino a Estados Unidos, Rusia y Tel Aviv.

Pero el plan, al parecer, falló debido a que Abrini se arrepintió y huyó del lugar después de las dos primeras explosiones. “Yo no soy capaz de matar una mosca”, dijo el “hombre de blanco” a los investigadores. También negó que se hubiera adherido a una ideología o grupo extremista y que hubiera visitado Siria.

Según este informe, Abrini pasó a la clandestinidad después de que fuera emitida la orden de arresto contra él. La televisión francesa informó que cambió en varias ocasiones su escondite, usaba pelucas y trataba de no mostrarse en público para no ser identificado. También admitió que pasó la mayor parte del tiempo con uno de los terroristas que planificó los atentados de París, Salah Abdeslam.