Nathan Meir, esposo de Dafna, de 38 años, quien fue asesinada a puñaladas por un adolescente palestino en su casa, instó este lunes al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a tomar medidas para garantizar la paz.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Quisiera pedirles a ustedes, líderes del mundo que difundan la fe, la tolerancia y el amor. Estos son los fertilizantes necesarios para alimentar la flor de la paz,” expresó Nathan ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

El padre de seis describió cómo conoció a su esposa Dafna, el día de hoy, hace exactamente 19 años.

“Hace tres meses, el domingo 17 de enero, un adolescente palestino de 15 años de edad entró a mi casa con cuchillo en mano y apuñaló a mi querida esposa a muerte frente a nuestros hijos. Día con día trato de encontrar la manera de santificar la vida y practicar la fe, la tolerancia y el amor.

“Creo en mi corazón que nuestro creador otorgó a los hijos de Abraham la oportunidad de vivir juntos en nuestra tierra santa. Seré paciente, aunque esto tome generaciones.

“En mi corazón tengo amor para mis vecinos árabes y sé que la mayoría de ellos quieren vivir en paz con nosotros, en la tierra sagrada para nosotros.

“Quiero decir a la comunidad internacional, construyamos puentes en lugar de tensiones. Creemos amor en lugar de incitación. La política en sí no es suficiente. Reunamos a las personas, estas son las cosas que conducen a la paz.”

Su hija mayor Renana, de 17 años dijo a la audiencia: “Nunca he dañado a otra persona intencionadamente. Nunca he pensado en maltratar a otro ser humano sólo por ser o pensar diferente.”

“Nunca he mostrado mis frustraciones a personas que me han hecho algo. No me crié de esa manera. Mis padres me enseñaron a amar al prójimo, a respetar a todas las personas, amar incondicionalmente y ver en cada individuo un ser humano,” expresó Renana, y explicó que su madre había sido asesinada frente a ella y sus hermanos.

Es difícil poner en palabras la profundidad del dolor, lo insoportable que es la nostalgia por mi madre y cómo ésta rompe el corazón y el alma.”

Aún así, “no odio ni apoyo el odio. Ningún tipo de frustración justifica el daño a otra persona. Hemos venido con el corazón roto para pedir su ayuda. Ayúdennos a crear paz a través del amor, ayúdennos a ver lo bueno en cada uno de nosotros“.

Fuente: The Jerusalem Post / Tova Lazaroff

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