Expertos en financiación del terrorismo describen en el Congreso la “red” de ex-recaudadores de fondos de organizaciones vinculadas al grupo Hamas y la mayor organización que promueve el boicot contra Israel

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Estados Unidos debería aumentar la transparencia de las organizaciones sin ánimo de lucro a fin de arrojar luz sobre las relaciones entre una organización clave que promueve el boicot y organizaciones benéficas extintas implicadas en la financiación de Hamás, dijo el analista de Fundación para la Defensa de las Democracias Jonathan Schanzer a los miembros del Congreso en su testimonio el martes por la tarde cuando dos subcomités del Comité de Asuntos Exteriores se reunieron para discutir las actuales amenazas a Israel.

Durante el testimonio, los expertos, entre ellos Schanzer, destacaron actores regionales no estatales como Irán y el movimiento Boicot, Desinversión, Sanciones (BDS) como principales amenazas para Israel.

El Presidente del Subcomité de Terrorismo, No Proliferación y Comercio, Ted Poe, describió el movimiento de BDS como “una amenaza que busca la destrucción final [de Israel]”.

Schanzer, ex analista de la financiación del terrorismo para el Tesoro de Estados Unidos, presentó una investigación de código abierto realizada por la Fundación para la Defensa de las Democracias, que puso de relieve una red que relaciona a los seguidores de Hamas con la dirección del movimiento BDS.

La investigación hizo el seguimiento de los empleados de tres organizaciones ya desaparecidas – la Fundación Tierra Santa para la Ayuda y el Desarrollo, Fundación Kind Hearts (Corazones Amables) para el Desarrollo Humanitario y la Asociación Islámica para Palestina – todas las cuales estaban implicadas por el gobierno federal en la financiación del terrorismo, en concreto, de Hamas. Una corte federal reveló que la Fundación Tierra Santa había enviado unos $ 12 millones a Hamas en el transcurso de una década.

La investigación produjo lo que Schanzer describe como “resultado preocupante” – con siete empleados clave de estas organizaciones ahora asociados a la organización Musulmanes Estadounidenses por Palestina (AMP, por sus siglas en inglés) con sede en Illinois.

Schanzer dijo a los miembros del Congreso que esta última es “posiblemente la organización líder del BDS en EE.UU., patrocinador clave de la red anti-israelí en los campus conocida como Estudiantes por la Justicia en Palestina (EJP)”. La organización, dijo, ofrece dinero, discursos, formación e incluso “muros de apartheid” a los activistas de EJP en el campus, para los eventos anuales de la Semana del Apartheid Israelí.

“La superposición entre AMP, Tierra Santa, Corazones Amables y la Asociación Islámica para Palestina es sorprendente”, sin embargo “nuestra investigación de código abierto no indicó que AMP o cualquiera de estos individuos estén involucrados actualmente en ninguna actividad ilegal”.

“La campaña de BDS puede plantear una amenaza para Israel, pero la red que describo aquí es sin duda un problema estadounidense”, advirtió. Americanos para la Justicia en Palestina recauda dinero como asociación 501c3 sin fines de lucro exenta de impuestos, que a su vez proporciona fondos para AMP, actualmente con estatus temporal de organización corporativa no lucrativa – estatus por lo general de transición hacia una organización 501c3 exenta de impuestos.

“Hay fallos en la supervisión federal y estatal de las organizaciones benéficas sin fines de lucro”, se quejó Schanzer. Aunque aboga por una mayor transparencia, dijo que tenía razones para decir que el Tesoro hoy invierte menos en destapar a las organizaciones benéficas que sirven para financiar redes terroristas que en el pasado.

“Los defensores del BDS son libres de decir lo que quieran, verdadero o falso, pero las organizaciones con beneficios fiscales están obligadas a ser transparentes”, dijo Schanzer al panel. “Los estadounidenses tienen derecho a saber quién lidera la campaña BDS al igual que los estudiantes que pueden no ser conscientes de los líderes del AMP o de sus objetivos”.

El movimiento BDS no fue la única amenaza citada por los testigos, entre los que estaba el ex negociador de paz y miembro distinguido del Instituto Washington para la Política de Oriente Próximo David Makovsky, el Investigador del American Enterprise Institute Michael Rubin y Tamara Coffman Wittes de la Institución Brooking.

Makovsky advirtió que el estancamiento actual de las iniciativas de paz podría alimentar aún más los avances del BDS en EE.UU..

El ex negociador advirtió “que el movimiento podría hacer metástasis más allá de los campus universitarios” si no hay soluciones de paz sobre el terreno – señalando que “bajo el liderazgo actual” no ve esfuerzos de paz “sucesivos en un futuro próximo”.

Makovsky dijo ser “bastante escéptico respecto a los esfuerzos para presentar los datos en el Consejo de Seguridad”, advirtiendo que “serían interpretados por ambas partes como una solución impuesta y podrían servir como base para el desafío en lugar de acercar a las partes”.

“Tenemos que encontrar la manera de mantener la viabilidad de una solución de dos estados, aunque no sea posible implementarla hoy”, sugirió.

Makovsky sugirió que no solo EE.UU., sino también los países europeos podrían utilizar su influencia para fomentar que los palestinos abandonen su política de lucha contra la normalización y dejen de proporcionar fondos para las familias de terroristas en prisión.

“Estados Unidos necesita sensibilizar a nuestros socios europeos en estas cuestiones – dada la cercanía entre los europeos y los palestinos, sería de peso que los europeos practicaran el mismo amor duro que han instado a Estados Unidos a administrar cuando se trata de Israel, pero tan reacios a aplicar cuando se trata de nuestros amigos palestinos”, dijo.

Fuente: The Times of Israel / Rebeca Shimoni StoilReproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico