Bajo el título “Medio Oriente y la verdad a medias”, su autor sostuvo que “el debate Israel-Palestina no se puede reducir a un partido, no es como si fuera un superclásico de fútbol” porque “al dolor no se le puede juzgar” y abonó lo que llamó “la teoría de las dos víctimas”.

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 AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Nicolás Copano integró una delegación de periodistas, políticos y formadores de opinión que viajaron semanas atrás a Israel y la Autoridad Palestina para conocer la situación sobre el terreno, y a su regreso, el 12 de abril, publicó una columna en el diario Publimetro, que aclaró que “las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad” de ese medio.

Copano fue muy crítico de la organización terrorista Hamás, que es “efectivamente un retroceso incluso para su pueblo”: “Mientras hay pobres palestinos en Gaza que se mueren de hambre, hay un grupito corrupto que se la lleva con pala y cuatro esposas por pack; incluso me atrevo a decir que hay dos Palestinas, y si una solución es el divorcio, que no te extrañe que hay varios que se pasarían al otro lado del muro”.

“Hay alguien que les está robando y parece que lleva turbante y no un kippa como se impone desde el prejuicio”, agregó.

“Estoy seguro: Israel es una nación próspera y organizada y no los van a borrar, aunque fantaseen con eso los nazis alocados”, aseguró el comunicador, entre otros conceptos que pretendían llamar la atención sobre la parcialidad de la información que llega al exterior, sobre todo a Chile.

“Digamos la firme: acá no cuentan todo. Ya van más de 160 acuchillados israelíes desde octubre. ¡160.! Y no es un titular grande en Chile porque para eso podemos poner la foto del soldado apuntándole a un acuchillador y sacar muchas veces de contexto lo que pasó ahí”, denunció.

Además, Copano alertó sobre “el islamofascismo” al cual instó a “ponerle orden” antes de que domine Occidente.

Finalmente se refirió a un amigo suyo, chileno y judío, “una persona que está aburrida de que a él, igual como a la mayoría laica de ese país, sigan tratándolo en los comentarios de (la prensa extranjera) con los mismos términos con los que intentaron llevar a sus abuelos a una cámara de gas”.

“Pensemos más. Hablemos mejor. Esto no es un superclásico. Es sobre personas”, concluyó el comunicador.

Enseguida se desató una sucesión de reacciones, a favor y -mayormente- en contra de este artículo y su autor, no solo en las 252 réplicas al pie del mismo en Internet, sino desde diversos ámbitos, y entre las últimas se destacaron blogs, medios y organizaciones de izquierda y pro palestinas, que lo acusaron de ser “el nuevo agente de Israel”, de contar una “media verdad” o de desconocer el “genocidio de Israel a Palestina”, entre otras descalificaciones.

Por ejemplo, el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, conocido promotor de la “causa palestina”, lo agravió de muchas maneras y hasta comparó su viaje a Israel con los periodistas que fueron invitados al Estadio Nacional de Santiago de Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet, para negarles lo que ocurría.

La Comunidad Judía de Chile condenó la “violencia desmedida” con que se atacó a Copano y a sus defensores porque ello atenta contra la convivencia nacional, llamó al diálogo y denunció amenazas de muerte contra un miembro de la misma, entre otros conceptos.

Tras ello, la Federación Palestina de Chile (FPCh) emitió un comunicado, en el cual repudió “sin vacilación las amenazas referidas, las que no representan el pensamiento ni la forma de actuar” de sus integrantes, pero rechazó “el apoyo irrestricto brindado por sus emisores a Israel, frente a todas y cada una de las masacres perpetradas en contra del Pueblo Palestino”.

“Para nosotros, dicho diálogo sólo será posible en la medida que la Comunidad Judía sea capaz de discernir quién es la víctima y quién el victimario en el conflicto”, señaló.

“Reiteramos que la solución pasa por el acatamiento de Israel a la legalidad internacional, lo que significa devolver los territorios ocupados y colonizados ilegalmente, desmantelar el muro del Apartheid, renunciar a su anexión unilateral de Jerusalem, terminar con el bloqueo inhumano de Gaza, instaurar una genuina democracia para los palestinos que viven en Israel, hoy gravemente discriminados, y permitir el retorno de los refugiados palestinos a la tierra que les pertenece”, concluyó el texto de la FPCh.