Queridos amigos, en reiteradas oportunidades, al iniciar mis comentarios, me enfrento al peligro de ser malinterpretado, pero tratándose de temas que creo indispensable dar mi opinión, me llevan a seguir adelante. Hoy, nuevamente me enfrento a éste desafío.

DAVID BEN HAIM PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO – Desde hace más de dos años, estamos viendo como miles de refugiados, provenientes de países musulmanes, exigen se les de asilo inmediato e irrestricto, en los países europeos. Sólo el año pasado, sobrepasaron largamente el millón de personas, principalmente jóvenes y adultos de entre 20 y 40 años.

Somos muchos los que, al escribir sobre este tema, nos preguntamos por qué tiene que ser Europa el continente que esté obligado a recibirlos, cuando sería más lógico y razonable que trataran de llegar a países musulmanes , muchos de ellos, con cantidades exorbitantes de dólares, los cuales deberían darle la ayuda que estos migrantes necesitan, con el agregado que dichos países necesitan en forma urgente, mano de obra que les permita crear industrias, poblar extensas regiones casi despobladas y, por añadidura, facilitar su absorción, al tener la misma religión, costumbres e idioma.

Muy inteligentemente, los líderes musulmanes han sembrado la idea de que es Europa y no ellos, los que deben cobijar a estos miles de seres humanos que realmente necesitan ser acogidos y protegidos, ya que en sus propios países, su futuro más probable es el hambre y la miseria o, simplemente, la muerte.

No pretendo defender a Europa, la cual, con su doble y vergonzoso estándar en contra de Israel, se han ganado mi repudio más irrestricto, pero eso, por ningún motivo puede nublar mi visión de la realidad, ya que junto a aquellos que huyen en busca de la vida, se están acoplando muchos miles de terroristas encubiertos y debidamente entrenados, los cuales llegan a Europa a exigir derechos que en sus propios países, son negados sistemáticamente.

Aquí llegamos al titular del presente comentario ¿Por qué nunca, ningún gobierno de los distintos países musulmanes, ha recogido esta pregunta y han tratado de dar una respuesta medianamente razonable a la incógnita que no sean ellos los que abran sus puertas para recibir a sus hermanos?

Creo que la respuesta es clara: Aprovechándose del dolor de los que realmente necesitan un nuevo hogar que los acoja, cuide y proteja, han iniciado la tan anunciada proclama que la invasión a Eurabia ya se inició.

Esto que ha sido proclamado largamente por Irán, Al Qaeda, el Estado Islámico y muchos otros líderes islamistas, ha sido ignorado por Occidente en general y Europa en particular. Imbuidos en la idea que el Islam sólo tenía problemas con Israel y los judíos, se han negado tercamente a ver la realidad, hasta que ésta, les ha golpeado desastrosamente en sus propias naciones, en la forma de terroríficos atentados, que han conmovido al mundo civilizado, recibiendo la condena unánime, mientras continúan, impávidos ante la realidad de los hechos, aplaudiendo y respaldando a los terroristas palestinos, cuando sus atentados son dirigidos en contra de civiles israelíes. Así, torpemente, perseveran en clasificar a los terroristas en buenos y malos.

Sin discusión, malos son los que los atacan a ellos y buenos, aquellos que sólo se ensañan con judíos. De esta forma, ellos mismos se están descalificando, perdiendo el aliciente moral a su propia causa, por culpa de su ancestral rechazo al judío y todo lo que con ellos tenga que ver.

Estoy seguro que con lo ya expuesto, queda muy claro que no estoy rechazando la ayuda que se le debe prestar a quienes, sin culpa alguna, deben dejar sus hogares, para salvar sus propias vidas, lo cual, de ningún modo, invalida la pregunta de por qué no son los ricos países musulmanes del Golfo, los que abran sus puertas a estas masas de seres humanos, que deben sufrir penurias inenarrables, por culpa de extremistas carentes de moral e imbuidos de un odio incontrolable de todo y todos aquellos que no acepten, sin condición alguna, sus extremos y perversidades.

A estas alturas de mi comentario, sólo me resta formular un llamado, que sé no será escuchado, a los “grandes estadistas” europeos, para que abran sus ojos y sus mentes y comprendan que, por su futuro y el de sus ciudadanos, deben parar la invasión y, con todo el poder del cual, sin discusión disponen, exijan a los países musulmanes de Medio Oriente, que abran sus puertas y sus bolsillos a sus hermanos sirios, iraquíes, paquistaníes, eritreos y de tantos otros países de la región, que con extrema urgencia, necesitan ser acogidos de manera que sus vidas vuelvan ser dignas de un ser humano.