Un periodista francés se infiltra en una célula de yihadistas y los filma con una cámara oculta mientras planean un ataque en el nombre del grupo Estado Islámico.
ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El periodista, un musulmán bajo el seudónimo de Said Ramzi, realizó una investigación para un documental titulado “Soldados de Alá”, que permite comprender lo que pasa por la mente de los jóvenes yihadistas. El documental se presentará en Francia el lunes por la noche.
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Ramzi es un musulmán “de la misma generación que los asesinos” responsables de los ataques terroristas del 13 de noviembre que dejaron 130 muertos en París.
“Nunca observé nada que se relacione con el Islam, ninguna intención de mejorar el mundo. Sólo jóvenes perdidos, frustrados, suicidas, manipulados,” comenta.
“Ellos tuvieron la mala suerte de haber nacido en la época del grupo Estado Islámico. Es muy triste. Son jóvenes en busca de algo y eso es lo que han hallado.“
Según Ramzi, el primer contacto con el grupo es muy sencillo. Sólo es necesario interactuar con los que predican el yihad en Facebook.
Después, tenía que encontrarse con “emir” de un grupo de 12 jóvenes, algunos de ellos nacidos en familias musulmanas, y los otros conversos.
El encuentro tuvo lugar en Chateauroux, una ciudad en el centro-oeste de Francia, en un centro de actividades al aire libre que estaba desierto durante el invierno.
‘Las mujeres esperan en el paraíso’
En este caso, el “emir” era un joven de ciudadanía francesa y turca llamado Osama. En su primer encuentro, intenta convencer al periodista conocido como Abu Hamza, que le espera un paraíso si se convierte en terrorista suicida.
“Este es el camino al paraíso,” dice Osama con una sonrisa escalofriante. “Ven, hermano, iremos al paraíso, nuestras mujeres nos esperan allí, con ángeles que nos sirven. Tendrás un palacio, un caballo de oro con alas y rubíes.”
En otro encuentro dentro de una mezquita de un suburbio parisino, un miembro del grupo señala a un avión que se aproxima al cercano aeropuerto de Bourget.
“Con un lanzacohetes, se puede derribar uno de ellos… en el nombre de Dawla (Estado Islámico), y Francia queda traumatizada por un siglo.”
Algunos miembros de la célula, como Osama, han intentado unirse a ISIS en Siria. Osama fue detenido por la policía turca y devuelto a Francia, donde lo encarcelaron por cinco meses.
Pese a que tenía que presentarse en la estación de policía local una vez al día, se mantuvo en contacto con el grupo a través de la aplicación de Telegram para organizar los encuentros y que llevarían al ataque.
“Debemos atacar una base militar,” sugiere Osama. “Mientras los soldados se forman para recibir comida… ta-ta-ta-ta-ta”, agregó, imitando el sonido de los disparos de armas automáticas.
“O a periodistas de las principales estaciones de televisión francesas como BFM y iTele, que se oponen al Islam.”
“Demos golpearlos en el corazón, como lo hicieron con Charlie Hebdo, tomarlos por sorpresa. ¿Qué pueden hacer? No están bien protegidos. El francés debe morir a montones.”
Las cosas se aceleran cuando un tal Abu Suleiman vuelve de Raqqa, la capital del grupo Estado Islámico en Siria y le dice al periodista que lo encuentre en una estación de tren.
Una vez allí, el periodista se reúne con una mujer con un velo que le cubre el rostro y le da una carta con instrucciones de un plan de ataque: dirigirse a un club nocturno, disparar “hasta la muerte”, esperar a que arriben las fuerzas de seguridad y detonar un chaleco de explosivos.
En ese momento, varios miembros del grupo son detenidos. Uno de ellos que logró escapar envía un mensaje amenazando al periodista.
“Ahí es donde termina mi infiltración,” concluyó Ramzi.
Fuente: The Times of Israel / Michel Moutot
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