Eli Ben Dahan, Viceministro de Defensa de Israel, visitó México en ocasión de Yom Hashoá (5 de mayo). Enlace Judío lo entrevistó en exclusiva.


EJ: Bienvenido a México. Tenemos mucho gusto de conocerlo. Me gustaría
preguntarle cuál es el motivo de su visita.

EBD: He venido a participar en la conmemoración del Día del Holocausto con las
comunidades judías y las escuelas judías de México.

El Día del Holocausto es un día muy especial para todo el pueblo judío en el
mundo, para el Estado de Israel por supuesto y para cualquier comunidad judía
de la diáspora. Por lo tanto, creo que es muy importante que representantes
del Estado de Israel lleguen a todos los países donde se conmemora el Día del
Holocausto y que trasmitan el importante mensaje del Holocausto y sus héroes.

EJ: Usted es vice-ministro de Defensa. ¿Cómo puede un rabino desempeñarse como
viceministro de Defensa? ¿Cómo siete usted la transición del Rabinato a la
política?

EBD: Es realmente una muy buena pregunta. No es fácil, pero hay que recordar
que Israel es un Estado que se rige por dos elementos fundamentales: Es un
Estado judío por un lado y democrático por el otro.

En este sentido, creo que yo soy el mejor ejemplo de esto. Por un lado, como
rabino represento al pueblo judío. A través del tiempo, desempeñé cargos
relacionados con el Rabinato y los servicios religiosos en Israel y por el
otro, represento la democracia israelí según la cual se celebran elecciones
cada 4 (o 2) años. En la actual coalición de gobierno, mi Partido, Habait
Hayehudi recibió el puesto de viceministro de Defensa y fui elegido para
desempeñarlo. Es realmente un cargo complicado, ya que es la primera vez que
un religioso se encuentra en el Ministerio de Defensa. Y por supuesto que
nunca hubo un rabino en esta posición. Muchas veces, el personal no sabe cómo
comportarse conmigo, cómo manejarlo. Sin embargo, creo que después de año se
han dado cuenta que yo también puedo aportar en otras áreas.

EJ: ¿A qué áreas se refiere?

EBD: Yo me encargo de los 410,000 judíos que viven en Judea y Samaria para los
que no se aplica la ley israelí porque después de 50 años, el Estado de Israel
no ha decidido si quiere o no esos territorios.

Nosotros, yo, digo que debemos apoyarlos y aceptarlos como parte del Estado,
pero el contorno internacional aún no lo permite y no es algo sencillo. El
Estado de Israel no ha decidido.

Por otro lado, hay una población judía ahí con problemas de seguridad,
problemas relacionados con su vida diaria y mi función es encargarme de la
infraestructura para su bienestar (calles, alumbrado en las calles, seguridad
para las ciudades, ayudarles con asuntos legales). Por ejemplo: En Israel no
se puede despedir a una mujer embarazada, sólo 2 meses después del parto, si
es necesario. En Judea y Samaria, esa ley no existe. Así que la mujer se
arriesga a que sea despida en cualquier momento sin protección alguna. Yo me
encargo de que haya un reglamento para estos casos individuales en la zona de
Judea y Samaria también.

Por otro lado, me hago cargo del servicio militar de soldados ultraortodoxos,
de los estudiantes de yeshivas, de las Mejinot (cursos propedéuticos) antes
del ejército.

EJ: Hace una semana Ayelet Shaket habló de extender la ley israelí a Judea y
Samaria y algunos la acusaron de intentar anexar los territorios. ¿Qué hay de
cierto en eso?

EBD: En realidad Ayelet Shaked mencionó el trabajo que yo hago. Ella habla de
aplicar ciertos reglamentos a los territorios de Judea y Samaria como en el
caso de las familias de acogida que cuidan de niños que han crecido en
familias destrozadas y a cambio reciben un apoyo del Estado. En Israel estos
niños son extraídos de sus casas y pasan a otra familia que puede protegerlos.
El Estado supervisa la crianza de los niños. Esta ley no existe en Judea y
Samaria. Las familias que acogen a estos niños no reciben ayuda del Estado, no
reciben ninguna asesoría, no existe ningún control.

Eso es lo que yo hago en el Ministerio de Defensa. Ayelet Shaked habló de lo
mismo, que no tiene nada que ver con la ocupación o la anexión de territorios.
Nosotros apoyamos la anexión pero comprendemos que es complicado. Estamos a
favor de leyes individuales y no territoriales.

Los residentes de Judea y Samaria pagan los mismos impuestos que alguien que
vive en Tel Aviv o en Beer Sheva pero no reciben los mismos derechos. Si una
mujer vive en Bet-El por ejemplo y está embarazada corre el riesgo de perder
su trabajo. ¿Por qué no debe haber una ley que la proteja?

No se trata de un proceso que conduce a la anexión de estos territorios como
otros afirman.

EJ: ¿Acaso Israel está perdiendo su capacidad de disuasión?

EBD: No. Por supuesto que no. Israel sigue preparándose para cualquier
eventualidad, ya que vivimos en Oriente Medio y no en Suiza. Sabemos que hay
países en la región que no siempre han mantenido relaciones pacíficas con
nosotros. Parte de la disuasión se logra mediante las relaciones bilaterales
con Jordania y Egipto por ejemplo, con los que mantenemos una coordinación en
algunos aspectos.

Por otro lado está ISIS, un grupo que ha ocupado partes de Iraq y de Siria y
ellos mismos toman sus precauciones para no acercarse a las fronteras que
colindan con Israel. El grupo comprende – y lo sabemos por varias fuentes –
que si se acerca demasiado las FDI les darán un gran golpe. Ellos están
conscientes de que el ejército israelí es diferente a los demás.

EJ: ¿Desea enviar un mensaje a nuestra comunidad?

EBD: Precisamente en estos días tan importantes entre el Día del Holocausto y
la Independencia de Israel, sabemos que ellos [los alemanes] no lograron su
objetivo de aniquilar al pueblo judío.

Yo digo a la comunidad judía de México, así como a las comunidades de todo el
mundo que hoy tenemos al Estado de Israel que respeta y aprecia a las
comunidades de la diáspora. Las comunidades judías tienen que saber que el
Estado de Israel siempre las apoyará, siempre las protegerá.

Deseo que todas las comunidades se desarrollen en un ambiente de paz y
tranquilidad, y todo el que tiene los medios, visite Israel e incluso que haga
aliá.

He visitado varias comunidades de México y lo seguiré haciendo en los próximos
días. Por lo que he visto, puedo decir que son comunidades muy cálidas y
sionistas que aman a Israel. Me parece que no hay ninguna comunidad en el
mundo que más de la mitad de sus niños asisten a escuelas judías y no a
escuelas públicas como en otros lados. Ese es un elemento muy importante digno
de alabarse. Aprecio mucho lo que ustedes hacen.

Otro aspecto que cabe destacar es que tienen el menor índice de asimilación en
comparación con el resto de las comunidades de la diáspora (10-12 por ciento).

Les doy mis bendiciones y les deseo que sigan fortaleciéndose y apoyando al
Estado de Israel.

EJ: Hoy es el Día del Holocausto. ¿Piensa usted que hoy el pueblo judío es más
fuerte que en el pasado?

EBD: Por supuesto, sin duda. El pueblo judío no contaba con un Estado
independiente con un ejército tan fuerte a lo largo de la historia judía.
Estamos seguros de que la existencia del Estado de Israel es una garantía de
que no habrá otro Holocausto. Eso lo repetimos en todas partes: El Estado de
Israel es la máxima protección para todas las comunidades judías en el mundo
entero. Hoy en día, cualquier judío en el mundo sabe que si algo le sucede, el
Estado de Israel lo protegerá. Ya no está solo. Hoy, los judíos del mundo
tienen quien vea por ellos.

EJ: Usted fue el director de la Corte Rabínica y podemos decir que es el
rabino más feminista por las leyes que ha promovido en defensa de las mujeres
agunot, a las que se les ha negado el divorcio. También integró a mujeres
abogadas en la Corte. ¿Por qué lo hizo?

EBD: Hay otras cosas que hice como director de la Corte Rabínica. Por ejemplo,
fundé una unidad de detectives privados encargados de buscar y encontrar a
hombres que niegan el divorcio a sus cónyuges, para traerlos a la Corte y
obligarlos a conceder el divorcio.

Desafortunadamente, los temas relacionados con la mujer no se han manejado
adecuadamente en la Corte Rabínica por varias razones. Como director de la
Corte, comprendí el problema y decidí cambiar la situación. Así que
introducimos varias leyes que permiten castigar a un marido que niega el
divorcio a su cónyuge. En ese caso, la Corte puede quitarle su licencia para
conducir, por ejemplo. En Israel, eso es lo que mejor funciona. La gente teme
perder su licencia más que cualquier otra cosa, ya que sin ella es imposible
conducir. Eso ha ayudado mucho.

Permitimos a la Corte cerrarle su cuenta en el banco. El hombre entonces se ve
obligado a pagar sólo en efectivo. Uno no puede trabajar sólo en efectivo. Se
necesita una cuenta de cheques, tarjetas de crédito. Hemos hecho muchas cosas
más. En ese sentido realmente hicimos una revolución. Gracias a ello, la
situación de las mujeres en la Corte Rabínica ha mejorado mucho.

Como director, ayudé a solucionar problemas de al menos mil agunot en un lapso
de 20 años, quizás incluso lo doble.

EJ: ¿Y por qué lo hizo?

EBD: Porque como dije antes, creo que hace 25 años, la situación de las
mujeres era mucho más vulnerable y los hombres se aprovechaban de la halajá
(ley judía) para negar el divorcio. En ese entonces la Corte Rabínica no tenía
fuerza. No había ninguna ley que obligue al marido a conceder el divorcio.