IRA SHARANSKY

Bibi (Primer Ministro Binyamin Netanyahu) es una caricatura de Israel, tanto visto desde dentro como desde fuera. Es amado y odiado, admirado y detestado, tal vez en aproximadamente la misma proporción entre los israelíes y los que observan a Israel. Ser el arquetipo de Israel ayuda a explicar su longevidad en la cima, actualmente sin un candidato obvio probable que lo sustituya en un futuro próximo.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Es una manifestación caminante y parlante de lo que hace que la gente admire a los judíos o se vuelva antisemita. Su poder de articulación, en hebreo y en inglés, es parte de su mística y esencial para entender su éxito político, su posición internacional, y a los que lo alaban y desprecian.

Los detractores de Bibi dicen que su retórica suma antagonismos entre judíos, entre judíos y árabes, entre israelíes y todos los demás. A sus partidarios les gusta su retórica como expresión de sus puntos de vista, o afirman que puede excederse de palabra pero actúa como moderado.

Para sus detractores a la derecha, su problema es no actuar conforme a lo que dice.

Hay ejemplos recientes de que habla como extremista pero actúa como moderado.

Se expresó en ambas direcciones de la brecha respecto al soldado que mató a un terrorista palestino gravemente herido en Hebrón, es decir, hizo una condena inmediata y luego una llamada telefónica al padre del soldado, en la que expresó su preocupación sin apoyar lo que hizo el soldado. Luego se echó encima (verbalmente) del Subjefe del Estado Mayor General Yair Golan por sugerir algo cercano a una conducta nazi en lo que hacen los israelíes, pero poco tiempo después estrechó la mano del General y dijo que la cuestión estaba zanjada. De la misma manera actuó un par de semanas más tarde, cuando el ministro de Defensa Moshe Yaalon habló en nombre de la libertad de expresión. Bibi condenó los comentarios de Ya’alon en referencia a las Fuerzas de Defensa de Israel (los soldados deben acatar la disciplina y no hablar), mientras que Yaalon todavía estaba en medio de su discurso, y un día después dijo que el problema ya había sido tratado.

Ahora ha estado involucrado en maniobras para ampliar su gobierno, que ocupa actualmente el poder por un margen de un voto, con el ala derecha del Likud amenazada por los perros.

Los medios de comunicación se han llenado de especulaciones sobre lo que le estaba ofreciendo a Itzjak Herzog para llevarse a Unión Sionista/Avodá al gobierno, junto con el clamor de los miembros de la Knesset de Unión Sionista oponiéndose firmemente a ese tipo de acuerdos. Luego hubo ruido por ofrecer algo grande a Avigdor Lieberman, tal vez el puesto de Yaalon como ministro de Defensa, a Lieberman se burló de la idea, pero luego mostró signos de entusiasmo.

Los comentaristas ahora opinan que la entrada de Lieberman es un hecho, y están discutiendo lo desastrosa o insignificante que será.

Todos especulan, mientras Bibi juega tanto con la derecha (Lieberman) como con la izquierda (Herzog).

No hay nada hecho hasta que está hecho.

Es fácil adivinar que todo esto es más retórica de Bibi, y que no saldrá nada de ello. Más o menos como la amenaza de caos de Bibi si venía otro misil de Gaza, antes de que la fuerza aérea bombardeara una instalación de Hamas a altas horas de la noche, cuando lo más probable era que nadie sufriera daño.

Bibi está al frente de una sociedad compleja y discutidora. Tiene que torcer en una dirección u otra para mantener a flote su gobierno. Su enemigo acérrimo es Oren Hazan, un joven charlatán con un fondo profesional de supuesto proxeneta. No es tan desagradable como la condena del ex presidente Moshé Katsav por violación, y la actividad de Hazan se ha producido en Bulgaria, fuera del alcance de los fiscales israelíes. Hazan se ha ganado un lugar suficientemente alto en la lista del Likud para entrar en la Knesset considerando los esfuerzos de Bibi para sabotear la carrera en la Knesset de un archienemigo anterior, Moshe Feiglin. Feiglin molestaba a Bibi por sus persistentes esfuerzos por expandir la presencia judía en el Monte del Templo y por toda Cisjordania. Hazan no se diferencia mucho en sus esfuerzos, aunque su elegancia no es ni la sombra de Feiglin.

PM Netanyahu con John Boehner, ex Presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, del partido republicano.
PM Netanyahu con John Boehner, ex Presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, del partido republicano.

La bravata de Bibi a la derecha es prudente en el contexto en el que los israelíes se sientan políticamente. Los votantes están firmemente a la derecha del centro, en gran parte debido al fracaso de la izquierda para producir algo parecido a un acuerdo con los palestinos. No perjudica a la derecha cuando las acciones de la UNESCO apoyan los derechos de los musulmanes a los lugares sagrados de Jerusalem sin tener en cuenta la historia judía, y cuando EE.UU., Francia y otros gobiernos occidentales siguen el ritmo del tambor en apoyo a un estado palestino, a pesar del récord palestino de rechazarlo todo menos eliminar a Israel, y el aumento de la violencia palestina.

Las encuestas recientes muestran un colapso del apoyo a Unión Sionista/Trabajo, lo que puede reflejar que los izquierdistas entre los miembros de la Knesset de ese partido continúen impulsando un esfuerzo más por llegar a un acuerdo con los palestinos. El líder del Partido, Herzog, también se ha visto afectado por una investigación policial de violaciones en la financiación de campañas, es una personalidad tranquila carente de cualquier indicio de carisma político.

Junto a la condena de Bibi por parte del liderazgo palestino están sus comentarios a ambos lados de la perspectiva de un Estado palestino, y más apoyo verbal a los asentamientos en Cisjordania que construcción real.

La posición internacional de Bibi no es tan diferente de su lugar en Israel. Tiene un público considerable que lo admira y otros que lo detestan. Los judíos en el extranjero, al igual que los no-judíos se dividen entre el apoyo entusiasta, y verlo malogrando cualquier posibilidad que tenga Israel de que le vaya bien.

De lo que se dice de él destacan sus esfuerzos para oponerse al acuerdo sobre el programa nuclear de Irán, y su discurso en el Congreso, amado por los republicanos y ridiculizado por los demócratas. Esto ocurrió en un contexto de apoyo nada oculto de Bibi (junto con su patrón Sheldon Adelson) al oponente de Obama en 2012, y muchos informes de incompatibilidad entre ambos líderes nacionales.

Los contrarios ven a Bibi entrometerse en la política estadounidense, y de alguna manera romper las reglas del juego, pero pasan por alto la actitud estadounidense de entrometerse en la política de otros países, no hace mucho tiempo asesinando a funcionarios de otros gobiernos que no funcionaban como deseaba Estados Unidos.

Los indicadores del estado de Bibi se manifestaron en la amplia cobertura mediática de su discurso en el Congreso, y varias ovaciones de aplausos de pie. No todos los que aplaudían eran republicanos.

Las encuestas revelan que Bibi está entre las personas más conocidas y más admiradas del mundo. En algunas ha superado a Barack Obama.

Piense en los judíos en la historia del mundo. Admirados por muchos por su excelencia en muchos campos, empezando por la espiritualidad y la moral expresada en la Biblia Hebrea, traspasada por radicales judíos al Nuevo Testamento y el cristianismo, y odiados por algunos por el mismo éxito y el protagonismo que les ha proporcionado. Uno puede mirar los Protocolos de los Sabios de Sión, o la escena de la boda en Adiós, Columbus (cuyo autor es el judío Philip Roth) para ver la maldad engendrada por el éxito judío.

Si Bibi no es un microcosmos de todo eso, está más cerca que nadie destacado actualmente.

Ira Sharkansky (Emérito)
Departamento de Ciencia Política
Universidad Hebrea de Jerusalén
[email protected]

Fuente: The Jerusalem Post – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico