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Para los activistas de Derechos Humanos la adopción la semana pasada por 31 países de una re definición de trabajo del antisemitismo es un paso importante hacia la lucha contra el fenómeno creciente.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Marcos Weitzman, director del grupo de trabajo en el Centro Simon Wiesenthal – quien propuso adoptar la definición; Ben Cohen, autor de Algunos de mis mejores amigos: Un viaje por el antisemitismo del siglo vigésimo primero; Kenneth Marcus, presidente y consejero general del Centro Louis D. Brandeis para los Derechos Humanos ante la Ley; y Manfred Gerstenfeld, fundador del Centro Jerusalem para el programa de antisemitismo post-Holocausto y Asuntos Públicos, todos dijeron que la adopción de la definición por el Plenario de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés) es una acción histórica que obligará a los países líderes a enfrentar frontalmente el creciente problema.

De acuerdo con la definición de IHRA:

El antisemitismo es una determinada percepción de los judíos, que puede expresarse como odio hacia los judíos. La manifestación retórica y física de antisemitismo está dirigida hacia individuos judíos o no judíos y / o sus bienes, hacia instituciones de la comunidad judía e instalaciones religiosas.

Esta definición fue formulada hace unos 10 años y distribuida por el Centro de Monitoreo de la Unión Europea (EUMC), la rama de derechos humanos de la UE. Aunque nunca adoptada oficialmente, la definición estaba en el sitio web del Observatorio (EUMC). Tras recibir ciertas críticas, el Observatorio finalmente la eliminó.

Weitzman – que preside el Comité de IHRA sobre antisemitismo y la negación del Holocausto – dijo que ha estado trabajando varios años para lograr que IHRA la adopte.

“Hace un par de años decidimos que IHRA era el lugar adecuado donde debía aparecer la definición para su adopción. La idea fue propuesta al comité, quien la recomendó al Pleno de IHRA y tomó dos años en ser aprobada, lo cual en términos IHRA es muy rápido”, dijo, comparándolo con una definición anterior – de la distorsión del Holocausto – que tardó cinco años en aprobarse.

Weitzman cree que adoptar la definición será “más controvertido y difícil”. Él acredita al actual presidente de IHRA – el diplomático rumano Embajador Mihnea Constantinescu – por “asumir este tema como uno de los objetivos propios de su país y poner todo el peso político detrás. Esto tuvo un gran impacto e hizo una señal a IHRA de que la adopción de esta definición era una clara prioridad”.

El escritor Ben Cohen, editor senior de la  revista The Tower  y director de programas de asociación en The Israel Project, dijo que el movimiento de IHRA es un “gran logro”.

“Ahora tenemos una organización internacional respetada que entiende la intersección de antisemitismo con antisionismo”, dijo, haciendo referencia a la decisión de IHRA de incluir el antisionismo antisemita como ejemplo de trabajo de antisemitismo.

“Muchas organizaciones podrán beneficiarse del uso de esta definición, nada menos que la propia ONU”, agregó Cohen.

International Holocaust Remembrance Alliance (IHRA) Plenary
Plenario del IHRA en Manchester. 28.11.2014.

Marcus dijo que la definición de IHRA “es excelente, y es importante que refleje tan estrechamente tanto la definición del Departamento de Estado de Estados Unidos como también la definición del Observatorio”. Su mayor importancia, dijo, está en el hecho de que “en este campo, la uniformidad es la clave, ya que facilita la cooperación internacional y la comparación de datos entre países”.

Llamando a la definición IHRA “bien equilibrada, en vez de ser demasiado estrecha o amplia”, Marcus puso de relieve dos aspectos de la misma. “En primer lugar, la definición hace hincapié en la importancia de considerar cualquier incidente en su “contexto general”. A este respecto, sabiamente permite determinaciones caso por caso. En segundo lugar, la definición de IHRA, al igual que otras herramientas similares, aclara que “la crítica a Israel similar a la dirigida contra cualquier otro país no puede ser considerada antisemita. No es de ninguna manera la más amplia de las definiciones”, dijo.

Si bien las definiciones de antisemitismo de IHRA y del Departamento de Estado son jurídicamente no vinculantes, dijo Marcus, “Tales adopciones son influyentes, incluso cuando sean simbólicas, ya que cambian la forma en que hablamos y pensamos sobre el odio y los prejuicios – la forma en que la gente piensa de la relación entre anti-israelismo y antisemitismo. Este es un proceso de múltiples estados que eventualmente puede conducir a la política, la aplicación y la acción, pero tomará algún tiempo”.

Gerstenfeld dijo que, si bien la definición en sí es “muy buena”, está en desacuerdo con una palabra en uno de los ejemplos de antisemitismo proporcionados por IHRA: “La aplicación de un doble rasero al exigir de él un comportamiento no esperado o exigido de cualquier otra nación democrática”.

“La palabra ‘democrática’ está fuera de lugar”, dijo. “De acuerdo con la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el primer párrafo, se entenderá claramente que cada ser humano es responsable de sus propias acciones. Esto es crucial, ya que, por ejemplo, no puede ser que alguien diga, “Soy palestino y admiro a los asesinos. Sino sólo soy palestino y por lo tanto estoy eximido. La palabra “democrático” no debería estar allí. En su lugar, debería decir ‘de cualquier otra nación’, Es mi única crítica”.

Junto con la publicación de su definición de trabajo del antisemitismo, IHRA emitió una guía para el antisemitismo moderno, que incluye una referencia específica a Israel. Algunos ejemplos son:

La manifestación podría incluir la orientación al estado de Israel, concebido como colectividad judía. Sin embargo, la crítica a Israel similar a la dirigida contra cualquier otro país no puede ser considerada antisemita.
Acusar a los judíos como pueblo, o a Israel como Estado, inventar o exagerar el Holocausto.
Acusar a ciudadanos judíos de ser más leales a Israel, o a las supuestas prioridades de los judíos en todo el mundo, que a los intereses de sus propios países.
Negar al pueblo judío su derecho a la libre determinación, por ejemplo, afirmando que la existencia del Estado de Israel es un proyecto racista.
El uso de los símbolos e imágenes asociados con el antisemitismo clásico (por ejemplo, las afirmaciones de que los judíos mataron a Jesús o el libelo de sangre) para caracterizar a Israel o a los israelíes.
Las comparaciones de la política israelí contemporánea a la de los nazis.

El Plenario de IHRA en Bucarest adoptó oficialmente la definición operacional de antisemitismo, el 30 de mayo, tras una reunión de cuatro días de 200 expertos y responsables políticos de todo el mundo para discutir el Holocausto como cuestión política contemporánea. De los 31 países miembros de IHRA, 24 pertenecen a la UE, y otros incluyen los EE.UU., Reino Unido, Canadá e Israel.

Fuente: The Algemeiner – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico