El jefe de la Oficina de Contra-Terrorismo en la oficina de Netanyahu: “Más de una docena, pero no más de 100″ árabes israelíes se han unido a las filas del Estado islámico”.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Las enérgicas medidas de Israel sobre los ciudadanos árabes que tratan de unirse a Estado islámico en Siria o Irak o de establecer células locales han impedido que la amenaza llegue a la escala vista en Occidente, dijo un asesor del primer ministro, Benjamin Netanyahu, en una entrevista de la revista.

Alrededor del 18 por ciento de la población de Israel son árabes musulmanes, muchos de los cuales se identifican con la lucha palestina, a pesar de que rara vez toman las armas contra el país de mayoría judía.

Sin embargo, una ola de deserciones a zonas controladas por el Estado islámico de Siria e Irak y los juicios de ciudadanos israelíes por identificarse con el grupo militante llevaron al presidente, Reuven Rivlin, a advertir en enero que una “considerable radicalización” fue echando raíces entre la minoría árabe de Israel.

Eitan Ben-David, jefe de la Oficina de Contra-Terrorismo en la oficina de Netanyahu, dijo a la revista bimensual ‘Defensa de Israel’ que “más de unas cuantas docenas, pero no más de 100” árabes israelíes se habían unido a las filas del Estado Islámico – y algunos podrían volver.

“Estos combatientes extranjeros sin duda pueden suponer un grave peligro internamente, por lo que el Shin Bet (servicio de seguridad) y todo el sistema de estado están haciendo muy buen trabajo para frustrar esta amenaza, que podría ser un tipo de cáncer que se disemina”, dijo Ben-David.

el 24 de octubre de 2015 un árabe israelí cruzó el Golán en parapente hacia Siria.
el 24 de octubre de 2015 un árabe israelí cruzó el Golán en parapente hacia Siria.

“Para nuestra satisfacción, la situación es razonable. No es como cualquier país europeo, ni siquiera Estados Unidos, o lugares como China o Rusia, que han tenido un gran número de combatientes ISIS de cosecha propia”, dijo, usando el acrónimo de Estado Islámico.

Israel prohibió formalmente el Estado islámico en 2014 y negoció la repatriación para el juicio de varios ciudadanos árabes que se habían unido o intentado unirse a los insurgentes a través de Turquía o Jordania.

Pero la política del gobierno se endureció el año pasado después que un árabe israelí utilizara un parapente para volar a una parte controlada por el Estado islámico en el sur de Siria y después que otro que había servido como voluntario en el ejército de Israel desertara hacia los insurgentes.

Elevando aún alarma, dos clips de vídeo surgieron en octubre en el que hombres armados del Estado islámico se comprometieron en hebreo con acento árabe a atacar a Israel. El líder del grupo, Abu Bakr al-Baghdadi, se hizo eco de la amenaza en una cinta de audio publicada en diciembre.

Pero Ben-David parecía prudente respecto a esa perspectiva, citando peligros potencialmente más apremiantes de las guerrillas de Hezbolá en el Líbano o militantes palestinos.

Al menos 196 palestinos han muerto en enfrentamientos con las fuerzas israelíes, 134 de ellos eran agresores. “Cuando se trata del Estado Islámico, nos preocupan los ataques terroristas contra objetivos israelíes o judíos, incluso en el extranjero, pero no somos un objetivo principal en este momento”, dijo.

Fuente: The Jerusalem Post / REUTERS – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico