La DEA estadounidense confirmó que el grupo terrorista utiliza el narcotráfico para lavar dinero y financiar así sus operaciones yihadistas por el mundo, en especial en Siria. La conexión brasileña y venezolana.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El ex jefe de operaciones de la DEA Michael Braun aseguró ante legisladores estadounidenses que Hezbolá (grupo terrorista financiado por Irán) está “moviendo toneladas de cocaína” de América del Sur a Europa y ha desarrollado uno de los “esquemas de lavado de dinero más sofisticados” que jamás haya visto.

La agencia anunció en febrero pasado que había detenido a varios terroristas de Hezbolá acusados de trabajar con un gran cártel de la droga de Colombia, con el objetivo de traficar narcóticos a Europa y blanquear dinero a través del Líbano. Esas detenciones se produjeron en un contexto de crecientes temores en Washington sobre los vínculos entre grupos terroristas de Medio Oriente y del hemisferio occidental.

La organización terrorista ha hecho “metástasis en una red de conexiones internacionales que grupos como el Estado Islámico y Al Qaeda desearían tener”, afirmó Braun ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes de los EEUU.

Además de las preocupaciones sobre las posibles amenazas a la seguridad de América Central y del Sur, los informes de inteligencia también han rastreado cómo contrabandistas lograron colar a inmigrantes ilegales desde el Medio Oriente y el sur de Asia directamente a las puertas de los EEUU –incluyendo la ayuda de un afgano que las autoridades estadounidenses dicen que era parte de una célula de ataque en América del Norte–.

De acuerdo con documentos del gobierno difundidos por The Washington Times, las autoridades de inmigración identificaron al menos a una docena de hombres de Oriente Medio que han ingresado de contrabando en el hemisferio occidental por una red brasileña que los conecta con los mexicanos que los guían a la frontera con EEUU.

Se trata de palestinos, pakistaníes y afganos que tenían lazos familiares con los talibanes y estaban “envueltos en un complot para llevar a cabo un ataque en los EEUU y/o Canadá”.

Las actividades de Hezbolá en América Latina incluyen “relaciones de negocios” con cárteles de la droga de América del Sur, como el colombiano Oficina de Envigado, un grupo del crimen “responsable de suministrar grandes cantidades de cocaína a los mercados de Europa y Estados Unidos”.

Según la DEA, numerosos terroristas fueron apresados en Europa acusados por tráfico de drogas y lavado de dinero proveniente de América del Sur para comprar armas y financiar las actividades del grupo yihadista en siria.

“Una gran parte de las ganancias de la droga fue a parar al Líbano y de un porcentaje importante de estos ingresos se están beneficiando organizaciones terroristas, a saber, Hezbolá”, explicó el agente estadounidense.

Las autoridades dijeron que el arresto más significativo fue de Mohamad Noureddine, a quien la DEA acusó de ser un lavador de dinero para Hezbolá. Una semana antes del anuncio, el Departamento del Tesoro había impuesto sanciones contra él y contra Hamdi Zaher el Dine, otro presunto lavador de dinero.

Hezbolá tiene una “vasta red de apoyo” en Brasil, que es el hogar de unos 7 millones de personas de ascendencia libanesa, incluyendo un estimado de 1 millón de musulmanes chiitas.

“Hezbolá genera lealtad entre las comunidades chiitas locales mediante la gestión de sus estructuras religiosas y educativas”, explicó Emanuele Ottolenghi, investigador principal sobre Irán de la Fundación para la Defensa de las Democracias. “A continuación, la lealtad aprovecha para solicitar fondos y el uso de conexiones de negocios en su propio beneficio, incluyendo, de manera crítica, facilitar su interacción con el crimen organizado”, agregó.

“Los cárteles de la droga necesitan intermediarios, así como proveedores de materias primas y de servicios, por eso se conectan con cárteles en Colombia, Venezuela y Centroamérica”, dijo Ottolenghi.

Fuente: Infobae