Bircat Cohanim es la bendición que HaShem nos otorga a través de los Cohanim.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Este texto aparece en nuestra Perasha, NASO y consta de tres versículos bíblicos (pesuqim), organizados en una progresión matemática muy precisa: el primer pasuq tiene 3 palabras y 15 letras, el segundo 5 palabras y 20 letras, y el tercero 7 palabras y 25 letras.

Cada pasuq consiste de dos bendiciones:

  • Versículo 1: Bendición material y buena salud.
  • Versículo 2. Sabiduría y gracia
  • Versículo 3. Atención de parte de HaShem, y paz.

יברכך ה El primer pasuq dice: “Que HaShem (= D-s) te bendiga y te proteja”.

Lo que significa: Quiera HaShem concederte todas las bendiciones materiales que necesitas (iebarejejá) , casa, comida, trabajo, etc. En la segunda bendición (veishmereja) pedimos que HaShem nos proteja de enfermedades o accidentes. Estas bendiciones se complementan entre sí: necesitamos dinero para comprar comida, ropa, etc. Pero también necesitamos la bendición de una buena salud, algo (una de las pocas cosas …) que no se puede adquirir con dinero. Obviamente, una bendición no es una fórmula mágica. Para recibir ésta y las demás bendiciones necesitamos convertirnos en receptores adecuados para merecer esa bendición. Por ejemplo: Si pedimos que hasHem nos ayude a encontrar trabajo, tenemos que buscarlo, etc. Si pedimos que HaShem nos bendiga con una buena salud, tenemos que hacer nuestro esfuerzo y mantenernos saludables, conducir nuestros autos con cuidado y hacer todo lo posible para evitar cualquier tipo de accidentes, etc.

יאר ה El segundo pasuq dice: “Que HaShem te ilumine con Su presencia y te agracie”.

Aquí ya no se trata de bendiciones materiales, sino más bien espirituales. “Que HaShem te ilumine” significa que esperamos que HaShem nos ayude a alcanzar la sabiduría de la Torá, que es la que viene directamente de HaShem. Las palabras bíblicas “Que HaShem te ilumine” יאר aluden a esa iluminación espiritual e intelectual, imprescindible para abordar el estudio de la Torá. La segunda bendición de este versículo tiene que ver con el “jen” חן, gracia o favor. Los Jajamim explican que esto significa que HaShem nos bendiga con un buen carácter, que nos inspire para ser queridos por los demás. En hebreo se dice: encontrar gracia en los ojos de los demás. La primera parte de esta bendición se trata de desarrollar nuestros talentos espirituales e intelectuales. La segunda a lo que se llama hoy “inteligencia emocional”, la bendición de ser aceptado y querido por las personas que nos rodean.

ישא ה El tercer pasuq dice: “Que HaShem dirija Su presencia hacia ti y te conceda la paz”.

Empecemos por el final. Nuestros rabinos explicaron que no hay mayor bendición para el pueblo judío que la paz שלום. Los judíos no aspiramos a destruir a nuestros enemigos o a los infieles o a controlar el mundo. Nuestras aspiraciones son nobles y muy sencillas. Sólo pedimos que nos dejen vivir en paz. Para poder servir a nuestro Dios, cumpliendo con Su Torá y en nuestra propia tierra , Israel. Estas son todas nuestras aspiraciones nacionales.

Volviendo a la primera parte de esta berajá, literalmente dice: “Que HaShem dirija Su Rostro hacia ti”. Obviamente Dios no tiene “rostro”. Nuestros rabinos explican que esta expresión metafórica significa: “Que HaShem te preste atención”. Esta es probablemente la bendición más importante a la que un individuo puede aspirar. Pero ¿Qué debo hacer para merecer este extraordinario privilegio? ¿Que debo hacer para que Ds dirija Su rostro/atención hacia mí? Imaginen un enorme auditorio con cientos de estudiantes. Todos llegaron a escuchar una conferencia que será impartida por un famoso profesor. Al entrar en el auditorio el profesor mira al público y le da la bienvenida a todos. Pero de pronto su vista se detiene en uno de los estudiantes, alguien que está sentado en la quinta fila. El profesor dirige su rostro hacia esa persona y le sonríe, y lo saluda gentilmente con su mano. Al final de la conferencia los demás alumnos se acercan al privilegiado alumno y le preguntan: ¿Por qué el profesor dirigió su rostro hacia ti? ¿Por qué te presto a ti una atención especial? El alumno responde: “Es que durante los últimos años he leído sus libros, intercambié algunos correos electrónicos con el profesor y hasta hablamos por teléfono sobre sus publicaciones.” Si queremos ser los destinatarios de esta bendición, si queremos ser identificados por HaShem y merecer su atención especial, “debemos ser conocidos por Él.” Estudiando Sus obras y comunicándonos con Él tan frecuentemente como podamos. Así, nos transformaremos en destinatarios apropiados de ésta y de las demás bendiciones.