Pequeña revisión historiográfica sobre la leyenda centroeuropea de los Judíos Rojos y su relación con las misteriosas Puertas Caspias de Alejandro Magno.
P HUERGO CASO PARA AGENCIA DE NOTICAS ENLACE JUDÍO MÉXICO:
El Imperio Persa de la Dinastía Sasánida (entre los s. III y VIII d.e.c.) ha llegado hasta el punto más occidental de su expansión: Derbent, hoy República de Daguestán -sujeto federal de la Federación Rusa- junto al Mar Caspio y las montañas del Cáucaso. Las Puertas Caspias: treinta torres y una muralla de veinte ms. de altura que rodeaban Derbent para que no fuera atacada por los bárbaros del Kaganato de Kokturk -los Turcos Celestiales- habitantes de lo que hoy es Mongolia que vivían de la Ruta de la Seda.
Las Puertas Caspias, según la leyenda, fueron construidas por Alejandro Magno. Pero el hijo de Filipo de Macedonia nunca viajó tan al norte. Dicen que es muy posible que antes de la construcción de las Puertas Caspias hubiera una construcción del Imperio Persa de los Aqueménidas y que Alejandro enviara a esa zona algún agente fortificador. Sea como fuere, en la crónica alejandrina del S III, El Romance de Alejandro, se cuenta que Alejandro persigue a sus enemigos para pasar entre dos picos en el Cáucaso conocidos como los «Pechos del Mundo». Decide hacer prisioneras a las «naciones sucias» del norte, Gog y Magog tras un enorme muro de adamantio. Alejandro y sus hombres cierran el estrecho paso, manteniendo a los poco civilizados Gog y Magog lejos del pillaje de las pacíficas tierras meridionales. La naturaleza del paso nunca está muy clara; algunas fuentes dicen que es un paso entre las montañas, mientras que otras dicen que es un paso entre los picos y el Mar Caspio.
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Magog era , como dice el Libro del Génesis, el segundo hijo de Jafet, hijo de Noé, de quien se dice dejó su Arca por estas tierras, concretamente en la vecina Armenia….Magog se asentó en el país de Gomer, de donde surgieron varias tribus nómadas conocidas como los escitas desde el siglo VIII a. e.c. Habitaban en el altiplano caucásico -las estepas ucranianas y del Turkemestán- criando caballos y camellos de Bactria, provincia de lo que hoy llamamos Afaganistán. A los de Magog, en asirio, se les llamaba Mat Gugu. y Hesíodo , en el S. VII a.e.c. o Flavio Josefo en el II d.e.c. los relacionan con los escitas. Así mismo, El libro etíope de los Jubileos, que es una traducción de una obra judaica intertestamentaria, dice que los proto-esenios ubicaban a Gog y Magog en Ucrania durante el siglo IV a. C. Ya en el S. XIV, en el Libro de Viajes de Mandeville, se señala que que Gog y Magog son realmente las Tribus Perdidas de Israel. En idioma acadio, los escitas -los que descendían de GOG, eran los gugu (jefes) de las tierras de Mat Gugu. En idioma sumerio, la palabra gug significa ‘oscuridad’ o ‘tinieblas’. En hebreo esta palabra gug (o gog, o gag en hebreo moderno ) significa ‘alto’ o ‘techo’ y figuradamente ‘soberbio’.
- Los escitas son los que vienen de una tierra oscura, tenebrosa, sin luz (solar)
- Libro de Ezequiel (en la figura literaria de Gog y Magog), capítulo 38
- Libro de Jeremías 4 y 5
- Libro de Sofonías 1 y 2,5. Los cereteos y carios (caria) eran posibles aliados de Gog.
Segundo libro de Macabeos 4.47
Y de aquí nace la leyenda alemana de los Judíos Rojos, una legendaria nación judía mencionada en las fuentes vernáculas del Sacro Imperio Germánico…. Según estos textos, los Judíos Rojos eran una amenaza que invadiría Europa durante las tribulaciones que llevarán al fin de el mundo.
Andrew Gow, catedrático de la Universidad de Alberta, Canadá, máxima autoridad del estudio de los Judíos Rojos, estudió los textos en idioma alemán original y llegó a la conclusión de que lera una fusión de tres tradiciones distintas: las referencias bíblicas a Gog y Magog, las tribus perdidas de Israel y un episodio del Romance de Alejandro, obra en la que Alejandro Magno encierra una carrera de paganos tras una gran muralla en el Cáucaso.
Philipp Melanchthon, erudito alemán del S. XV, afirmó que los turcos otomanos son (o fueron?) los Judios Rojos que eran los descendientes de los jázaros. Los kuzarím -en hebreo- fueron fundadores del Kaganato de Jazaria , junto al Mar Caspio, donde el judaísmo era religión oficial. No en vano decían de sí mismo ser nietos de Jafet, bisnietos de Noé. Fueron aliados contra la expansión del Imperio Sasánida, constructor de las Puertas Caspias, y aunque siempre salieron victoriosos de todo, desaparecieron misteriosamente de la Historia. Hay quien dice que son el origen del mundo askenazí. Los hebreos, por su parte , creían que los cimerios (que en el Tanaj son conocidos como descendientes de Gómer, el nieto de Noé por Jafet, su hijo) eran la tribu madre de los escitas, criadores de caballos; en el Libro del Génesis ( 10, 2-3 ) se los conoce a su vez como descendientes de Askenaz , el primero de los tres hijos de Gómer mencionados en la Biblia en Génesis 10:3.
Kevin Alan Brook, entre otros, especuló -pero no se ha podido demostrar por ahora de manera concluyente- con que la leyenda de los Judíos Rojos estuviera basada realmente en historias de los jázaros. De hecho, Christian de Stavelot se refiere a los jázaros como descendientes de los hunos de Gog y Magog, así como de haber sido “encerrados” por Alejandro Magno…. Otras fuentes medievales consideran dignas de atención diversas conexiones existentes con las tribus perdidas, debido a la adopción del judaísmo de los jázaros y a que estos son descritos en las fuentes árabes como por ejemplo tener el pelo rojo, que es un rasgo asociado con el diablo en la Alemania medieval y, posiblemente, el origen del término “Judíos Rojos “.
David el Rey, no lo olvidemos, era pelirojo (según la tradición)
Por cierto, Gomer parece tener evidente relación con el verbo hebreo Ligmor, finalizar, aní gomér, yo finalizo, como si hiciera eco de Gog (gag) techo. Así como que Caspio tiene una palabra homófona en hebreo, de késef, plata, Caspi, plateado (o monetario)
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