SARAH GREEN CARMICHAEL

Aunque tanto la cantidad de dinero que ganan los ejecutivos como la forma en que sus compensaciones se estructuran, han sido criticadas por todos, desde manifestantes de Occupy Wall Street hasta profesores de la Harvard Business School e incluso ocasionalmente algún CEO, muy poco ha cambiado.

Hasta ahora. El parlamento de Israel acaba de aprobar unánimemente una ley que topa en 44 veces lo que gana el empleado menos pagado, o en 2.5 millones de shekels (aproximadamente 661,000 dólares) la cantidad de dinero que puede recibir un CEO de bancos o aseguradoras. Esta es una gran caída respecto a lo que los CEOs israelíes en dichos sectores ganan actualmente, con algunos recibiendo hasta 8 millones de shekels (alrededor de 2.1 millones de dólares), de acuerdo con The Guardian.

Es cierto que los israelíes son generalmente más igualitarios en su visión respecto al salario que las personas en otros países. De acuerdo con un estudio, los investigadores Sorapop Kiatpongsan y Michael Norton descubrieron que las personas en Israel ponen la comparación ideal de salario entre un CEO y un trabajador en casi la mitad de lo que los estadounidenses consideran que esta debería ser. El multiplicador ideal en Israel es 3.6, de acuerdo con su investigación. (Una aclaración: no es una comparación perfecta, porque el estudio se enfocó en trabajadores “no especializados” que no son necesariamente los “menos pagados” a que se refiere la nueva ley israelí.) Sin embargo, incluso bajo esta nueva ley, los CEOs seguirán siendo capaces de ganar mucho más que dicho ideal.

Aún así, un salario 44 veces más grande en relación a sus fuerzas de trabajo es mucho menos de lo que ganan los CEOs en otros países. Usando la investigación de Kiatpongsan y Norton para explorar más a fondo este escenario, un CEO británico gana en promedio 84 veces más que un trabajador no especializado, uno australiano 93 veces más, un alemán 147 veces más y un estadounidense, hasta la cima de la escala, 354 veces más. La legislación israelí marca un gran cambio en la dirección opuesta, incluso aunque solo aplica a los CEOs de bancos y aseguradoras.

Vale la pena preguntarse por qué la realidad del salario de los CEOs es tan diferente del ideal. Bueno, pues otra investigación ha mostrado que la mayoría de nosotros no tenemos idea de si estamos recibiendo un pago justo, y esa ignorancia se extiende a lo que otros ganan.

*Editora senior en Harvard Business Review

Fuente:lanacion.com.py