LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

En un reciente informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se consigna que el volumen del comercio mundial continuará avanzando a un ritmo lento en el 2016, 2.8%, tasa similar a la registrada el año previo.

La OMC considera que las previsiones sobre el desempeño del intercambio mercantil podrían revisarse a la baja, sobre todo por el riesgo de que la economía China deje de crecer más rápidamente de lo contemplado, la volatilidad de los mercados financieros empeore y las naciones con una gran deuda externa tengan que hacer frente a los bruscos movimientos de los tipos de cambio. Por otro lado, el panorama podría mejorar en caso de que la ayuda monetaria del Banco Central Europeo lograra acelerar el adelanto de la Eurozona. El director general de la OMC, Roberto Azevedo (RA) señaló que el comercio por quinto año consecutivo crecerá a una tasa menor de 3.0%. En este ámbito, se estima que las importaciones de los países desarrollados mostrarán un avance limitado, empero, en las economías desarrolladas de Asia repuntarán.

El intercambio comercial ha aumentado en términos de volumen y su valor ha declinado en virtud de la variación de los tipos de cambio y por la reducción significativa de las cotizaciones de los productos básicos. Asimismo, RA, consignó que el proteccionismo sigue representando una amenaza, debido a que muchos gobiernos prosiguen aplicando restricciones al comercio y el número de obstáculos sigue aumentando; también habrá que tener presente el impacto negativo eventual de la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea, (UE). No obstante, RA menciona que la OMC tiene varias opciones para potenciar el crecimiento económico global con la ayuda del comercio: la eliminación gradual de las medidas restrictivas y la instrumentación del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio OMC.
Con este Acuerdo se reducirán drásticamente los costos comerciales en todo el mundo, lo que podrá impulsar el comercio en aproximadamente un billón de dólares anuales.

De acuerdo a la OMC, diferentes indicadores de la actividad económica y comercial en el primer trimestre del 2016 registran datos dispares, algunos apuntan a una consolidación del adelanto comercial y la producción, mientras que otros, muestran desaceleración. Un aspecto positivo es que el tráfico de contenedores en los principales puertos ha recuperado gran parte del terreno perdido por la desaceleración del ritmo de avance del comercio en el 2015, y las ventas de automóviles han avanzado a un ritmo saludable en las economías desarrolladas. Así, si se cumplen los pronósticos, el comercio mundial habría crecido más o menos al mismo ritmo del PIB mundial durante cinco años, y no el doble de rápido como ocurría antes, y en el 2017 podría adelantar 3.6%.

Paralelamente al informe de la OMC, en Berlín se publicó un Comunicado de prensa conjunto de la Canciller de Alemania, Ángela Merkel, el Secretario de la OCDE, Ángel Gurría, la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, el Presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim, el Director General la OIT, Guy Ryder y el Director General de la OMC; en el que se plantea un panorama más complejo de la economía este año, de aquí la necesidad de que los gobiernos sigan poniendo énfasis en las reformas y medidas productivas destinadas a apuntalar la recuperación y asegurar el crecimiento: instrumentación de acciones ambiciosas en relación con la oferta y la demanda, especialmente en los ámbitos del trabajo y el trabajo decente, la educación, y la capacitación. En este ámbito, cabe destacar que la OIT prevé que el número de desempleados a nivel mundial se incrementará en 2.3 millones este año.

En el Comunicado se insiste que en la Eurozona se precisa fortalecer las políticas favorables al crecimiento que fomenten las reformas estructurales y la sostenibilidad fiscal a largo plazo sin menoscabar la protección social. Para EUA se indica que se debe mantener el repunte del crecimiento aplicando medidas económicas, fiscales y monetarias adecuadas. Por su parte, las economías de mercado emergentes tienen que hacer frente a una contracción de las tasas de avance de la actividad productiva, sobre todo a través de profundas reformas.

La cooperación entre organismos e instituciones internacionales es clave en materia de política de económica, financiera, ambiental, comercial, social y de desarrollo. En este sentido, en relación al descenso de las tasas de productividad en el último decenio, se han realizado esfuerzos en muchas economías para incrementarla, no obstante, se considera que es urgente redoblarlos, especialmente en relación al empleo juvenil, la inclusión social y la igualdad de género. Para elevar la productividad es fundamental impulsar la inversión, la innovación, la digitalización, al igual que la mejoría en los sistemas de educación y de salud.

En el Comunicado también se apunta que es preciso intensificar las medidas para promover el trabajo decente y el crecimiento inclusivo sobre la base del Programa de Trabajo Decente de la OIT, haciendo hincapié en una mejor aplicación de las normas laborales, sociales y ambientales. El Programa de Trabajo Decente forma parte integrante de la nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Medidas concretas como la iniciativa del G7 sobre las cadenas de suministro mundiales sostenibles, en particular el fortalecimiento de las líneas directrices de la OCDE y la declaración de la OIT sobre las empresas multinacionales, así como la puesta en marcha del Fondo Visión Cero en cooperación con la OIT, son ejemplos de medidas multilaterales y resultados tangibles con miras a prevenir accidentes laborales graves y mortales en las cadenas de suministro mundiales. El objetivo es crear condiciones de trabajo adecuadas y seguras y mejorar los ingresos y las perspectivas reales de las personas que deseen trabajar, promoviendo al mismo tiempo la igualdad de género. El marco de calidad del empleo y la iniciativa sobre crecimiento inclusivo de la OCDE, así como la del FMI sobre el crecimiento y la desigualdad, pueden contribuir a la consecución de esos objetivos.

En el Comunicado también se destaca que no obstante el menor ritmo de avance del comercio, este sigue siendo un motor importante del crecimiento, el desarrollo y el empleo a nivel mundial, por lo que es esencial coordinar la política comercial y cooperar en esa esfera. En la Conferencia Ministerial de la OMC celebrada en Nairobi, se tomó la decisión de abolir las subvenciones a la exportación en el sector agropecuario. Posterior a Nairobi se están realizando trabajos con miras a resolver las cuestiones pendientes y estudiar nuevos métodos. Lo mejor para resolver muchas de esas cuestiones es una política comercial multilateral que permita generar nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo a escala mundial. Asimismo, se valora positivamente los esfuerzos que se están haciendo para concluir nuevos acuerdos de libre comercio bilateral y regional como la conclusión del Acuerdo de Asociación Transpacífico y se espera que haya progresos significativos en las negociaciones sobre una Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión en el 2016. Para complementar el sistema multilateral de comercio, estos acuerdos deben ser abiertos, transparentes y amplios, y reducir al mínimo la discriminación entre miembros y no miembros.

El cambio climático y la protección de los recursos naturales siguen siendo problemas fundamentales de nuestra época. Todas las organizaciones internacionales están determinadas a luchar contra el cambio climático y promover el crecimiento verde a fin de estar cooperando en el marco de sus mandatos. El Grupo del Banco Mundial está trabajando con todos los bancos de desarrollo multilaterales para aumentar la financiación en esta esfera. En este contexto, resulta vital el nuevo acuerdo amplio y ambicioso sobre el clima que se concluyó en la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Paris en diciembre de 2015, que constituye un hito excepcional en la política internacional en esta materia.

En septiembre de 2015 en Nueva York, las Naciones Unidas adoptaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Dicha Agenda logra integrar las tres dimensiones del desarrollo sostenible, la económica, la social y la ambiental. Constituye un compromiso excepcional y universal para mejorar las condiciones de vida de todo el mundo, pero al mismo tiempo asegurando una gestión sostenible de la base de recursos naturales y protegiendo al planeta frente a la degradación del medio ambiente.

Finalmente, en el Comunicado se plantea la preocupación mundial en relación a la magnitud de los flujos de refugiados a Europa, un monto nunca visto. Se señala que existe una firme determinación de resolver la crisis de refugiados a través de un conjunto de medidas adoptadas a nivel internacional, europeo, regional y nacional para reducir de manera significativa y sostenible las corrientes de refugiados y mejorar las condiciones de vida en las poblaciones de las regiones en crisis. Lo cierto es que la crisis humanitaria se ha desbordado dando paso al fortalecimiento de partidos y grupos xenófobos que en Europa se están empoderando, por lo demás, la guerra y la pobreza en las naciones de donde huyen los refugiados, han cobrado intensidad.