El violinista israelí-estadounidense Itzhak Perlman dijo el martes que el Premio Génesis 2016 es “un gran honor”, ya que le permite donar el millón de dólares a proyectos filantrópicos que promueven la música, así como a personas con discapacidad.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – “Es un premio muy prestigioso, pero tiene un privilegio, y es que a través del mismo puedo hacer Tikun Olam (reparar el mundo) y dar Tzedaká (caridad). ¿Hay algo mejor que eso para el espíritu humano? Ese es mi premio,” expresó Perlman en una entrevista realizada en Jerusalem.

A pregunta expresa dijo: “Dar es primordial. Es una tradición judía, y me gusta hablar de eso. En mi opinión, no hay nada más importante que la capacidad de dar. Eso es lo que siento, y eso es lo que voy a decir al recibir el premio.”

Perlman contrajo la polio a los cuatro años de edad. Aunque nació en Tel Aviv, ha radicado en Estados Unidos la mayor parte de su vida. Vive en Nueva York con su esposa, Toby, con quien tiene cinco hijos.

“Israel es mi tierra natal,” dijo. “Cuando vengo aquí, siento que vuelvo a casa. Políticamente, hay cosas con las que estoy de acuerdo y otras con las que no pero me las guardo. Cuando la gente pregunta qué sucederá, les digo que soy un optimista empedernido.

“Hay cosas difíciles. Ciertas cosas no son como me hubiesen gustado. No quiero hablar de ello, sino de que yo estoy aquí como un hijo de Israel, y espero lo mejor.”

Perlman comentó que ha tocado varias veces en la Orquesta Filarmónica de Israel, y enseña en el Programa de Música Perlman para estudiantes en EE.UU. e Israel, fundado hace dos décadas por su esposa violinista.

El Premio Génesis es particularmente significativo para él: “Un premio puede ser una medalla o una suma de dinero. Mi premio es dar caridad a quien creo que lo necesita. Es un premio que realmente te hace trabajar. Es un reto.”

Perlman aún no ha decidido exactamente lo que hará con el dinero del premio.

“Las dos prioridades son donar el dinero a la música, y a personas como yo, que tienen una discapacidad. Eso es un gran desafío.”

“Hay muchas organizaciones valiosas que trabajan para estas cosas. Es como ir a un restaurante que tiene un menú con platillos suculentos y tener que elegir entre ellos. Espero que el premio sea utilizado para cambiar las actitudes de la sociedad hacia personas como yo, que viven con una discapacidad.”

Y agregó: “Tengo una filosofía muy simple. Uno tiene que separar las capacidades de las discapacidades. El hecho de que no puedo caminar, que necesito muletas, un scooter o lo que sea, no tiene nada que ver con cómo toco el violín.”

“La gente dice, ‘Usted sabe, usted ha sido un héroe con una profesión a pesar de la discapacidad.’ Eso no tiene nada que ver. Si no toco bien, no creo que la gente deba juzgarme por el hecho de que no puedo caminar. Siempre he dicho, ‘no miren eso. Miren cómo toco. Si no les gusta, no hay problema, pero si lo disfrutan, olvídense de lo demás.’ Lo otro es sólo algo desafortunado que debo afrontar, y puedo hacerlo perfectamente.”

“Esto se relaciona con cómo mis padres lo manejaron. Si no practicaba lo suficiente, podían haber dicho, ‘Ah, no puede caminar.’ Pero nunca lo hicieron.”

“En cambio, me decían que debo practicar si deseo triunfar y es lo que les digo a mis alumnos.”

Fuente: The Jerusalem Post / Steve Linde

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico