Los ganadores del concurso Rompiendo Barreras de la Fundación Premio Génesis utilizarán las subvenciones para apoyar a personas con discapacidad en el mundo judío

NOA AMOUYAL

Durante su discurso de aceptación del Premio Génesis el año pasado, el Maestro Itzhak Perlman reveló que creció creyendo que la tzedaká era “una forma de vida, tanto si uno se lo puede permitir como si no”. A lo largo de su vida adulta, nunca ha dudado de esa filosofía y como ganador del Premio Génesis 2016, Perlman demostró su compromiso con ese principio, una vez más, destinando su premio de $ 1 millón a “Rompiendo Barreras” – una iniciativa singular destinada a combinar las pasiones impulsoras de Perlman por la filantropía, la defensa de la discapacidad y la educación musical.

Para la Fundación Premio Génesis (GPF, por sus siglas en inglés), Rompiendo Barreras significa su compromiso para formar parte de la comunidad internacional en apoyo de las cuestiones más críticas en la filantropía en la actualidad.

Para Perlman, la iniciativa le permitió mostrar un modelo de inclusión, así como contribuir al desarrollo de la filantropía judía en esta área.

Con la iniciativa Rompiendo Barreras, el GPF no sólo ha demostrado su apoyo a los deseos de Perlman de crear una sociedad más inclusiva, también ha creado los medios para apoyar el esfuerzo con organismos y filántropos de todo el mundo. En América del Norte, GPF trabaja estrechamente con la Red de Donantes judíos (JFN) para implementar el programa; en Israel, lo facilita Matan, la organización Israel United Way.

La cooperación con Matan ayudará a asegurar que Israel sube el listón de cómo el país trata a los ciudadanos discapacitados. Más de 2 millones de NIS se concedieron este mes de abril a 14 proyectos israelíes de Rompiendo barreras que llevarán el arte clásico a las personas con discapacidad.

Fondos adicionales para el programa fueron proporcionados por el filántropo Roman Abramovich, que igualó al Premio Génesis con $ 1 millón.

Cincuenta y cuatro organismos solicitaron subvenciones de Rompiendo Barreras. Cada organización tuvo que garantizar la financiación correspondiente para poder optar. Veintidós organismos recibieron las subvenciones concedidas, y con los fondos de contrapartida, se distribuyeron unos $ 3.17 millones a proyectos cuyos objetivos atendían las metas de Rompiendo barreras de enriquecer la vida de las personas con discapacidad y trabajar para asegurar que se involucran plenamente en la vida judía.

Crear oportunidades para que los miembros de la comunidad judía con necesidades especiales alcancen su pleno potencial se ha convertido en un área relativamente reciente de enfoque para el mundo judío. Estados Unidos fue el primero en responder, con una fuerte movilización para crear enfoques más inclusivos dedicados a las personas con discapacidad.

Las organizaciones que se centran en este tema saben que son necesarios esfuerzos sostenidos, base de conocimientos y recursos financieros para lograr alcanzar resultados. Uno de esos organismos con un profundo conocimiento del desafío es Hillel Internacional, la organización judía más grande en los campus universitarios de Estados Unidos y ganador del concurso Perlman-JFN de Rompiendo Barreras.

“Nos emocionamos mucho cuando oímos que Itzhak Perlman fue el receptor del premio, porque vimos esto como una oportunidad de ser aún más inclusivos”, dijo Sheila Katz, vicepresidente de Hillel para el emprendimiento social a The Jerusalem Post, agregando que Hillel trabajó en conjunto con la Fundación Premio Génesis hace dos años, cuando su galardonado Michael Douglas, se dedicó a promover la inclusión de parejas mixtas y sus hijos en la vida judía.

De los 400.000 estudiantes que Hillel atiende en los campus universitarios, la organización calcula que el 20% tiene algún tipo de discapacidad. Es una población que Hillel no podía permitirse el lujo de ignorar.

“Entendemos los valores de la inclusión y la importancia de hacer que todos se sientan bienvenidos”, dijo Katz.

Como resultado, el dinero de la subvención de Rompiendo Barreras se utilizará para aumentar su Programa de Embajadores Ruderman, una iniciativa conjunta forjada con la Fundación de la Familia Ruderman.

Lanzado hace 18 meses, pretende contar con embajadores estudiantes para que involucren a estudiantes del campus con discapacidades físicas y/o mentales.

“Nuestro objetivo es asegurar que toda la programación en Hillel es inclusiva”, dijo Katz. “El objetivo no es separar a las personas. Es asegurar que Hillel es abierto a todos – incluidas las personas con discapacidad – que quieren ser parte de la estructura de la vida judía”.

Los miembros activos de Hillel reciben formación como embajadores para construir relaciones individuales con los estudiantes judíos con discapacidad que previamente no estaban acoplados, y atraerlos a conversaciones sobre lo que son y lo que significa su herencia para ellos. Con este propósito, traen especialistas para ayudar a los embajadores a proporcionar orientación en cuanto a cómo hacer que los estudiantes con discapacidad se sientan bienvenidos dentro de la gran carpa del judaísmo.

En esencia, el objetivo es adoptar la filosofía global de Hillel de promover la vida judía a estudiantes no afiliados del campus, a la vez que llegan específicamente a las personas con discapacidad.

Los esfuerzos se iniciaron con siete embajadores este año académico, y con la ayuda del dinero del Premio Génesis de Perlman Hillel busca duplicar esa cifra el año que viene, para llegar a más de 1.000 estudiantes con discapacidades.

“Esta es una manera increíble de captar a un nuevo subconjunto de judíos dispuestos a comprometerse”, dijo.

Fuente: The Jerusalem Post – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico