MORRIS STRAUCH PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO
En los inicios del Karate Do Shito Ryu en el Centro Deportivo Israelita, CDI, con la iniciativa de Elías Libnic y los profesores Tadashi Iwamoto y Rubén Calvillo, se incorporaron a la institución en 1973 y 1974 los Sensei Jesse y Rubén Canedo. Al año siguiente organizaron el 1er Torneo de Invitación de Karate. Su primer discípulo cinta negra en el CDI fue Alberto Saslavsky.
En el Torneo Internacional Chac-Mol en 1979 Jesse Canedo obtuvo su 3er Dan, el grado más avanzado para un sensei de Karate en ese entonces en nuestro país. El mismo Saslavsky, ganó el primer lugar del torneo en su categoría. Para 1982 Canedo, recibió el cargo de Director Técnico de Fomento Deportivo del CDI, era especialista en 8 disciplinas deportivas, director técnico de siete clubs deportivos y Secretario de la Federación Mexicana de Karate y Artes Marciales Afines. Por ese entonces los karatekas de los Sensei Canedo: Alfredo Sefami, Moisés Calderón y Benjamín Podoswa fueron seleccionados al VI Campeonato Mundial de Karate Do en Taiwan. Rubén Canedo, entonces Presidente de la comisión de torneos y eventos especiales de la federación mexicana de karate, quedó a cargo del Karate desde 1983.
En 1990 el Shihan Jesse Canedo formó el Seiden Kai Karate Center en Cathedral City, California, el cual dirigió hasta el pasado 2015. Este 8 de mayo falleció después de haber realizado una gran obra en el Karate y dejando una profunda huella entre sus discípulos, familiares y amigos. Sabemos que siempre estará en el corazón y los pensamientos de sus karatekas CDIstas.
Tres de sus discípulos lo recuerdan:
“En el transcurso de nuestra vida nos vamos encontrando con gente que deja su impresión en nuestro carácter. Algunas impresiones son momentáneas otras temporales y otras se quedan con nosotros para el resto de nuestra vida. Hace pocos días dejo de existir físicamente el Sensei Jesse Canedo, él fue una de esas personas que tuvimos la fortuna de encontrar en nuestro camino, y en su paso nos marcó a muchos de nosotros, dejando una impresión que quedó para el resto de nuestras vidas. La constante búsqueda del éxito, la mejora personal, la mejora grupal, el concepto del honor y la disciplina son esas marcas que nos dejó nuestro Sensei, y que se convirtió en la marca que tratamos de dejar en las nuevas generaciones. Que descanse en paz el Sensei, a sabiendas que aún vive dentro del corazón de cada uno de nosotros que le admiramos, aprendimos y llegamos a querer.” Alex Podoswa.
“Querido Sensei Canedo, decir ” Sensei ” significa mucho para mí; recuerdo su voz siempre fuerte, pero una voz que sabía escuchar, recuerdo su rectitud, recuerdo que aunque éramos muy jóvenes e intensos, entendía como llevarnos por el camino y sacar lo mejor de nosotros. Siempre dedicado, siempre buen hermano, pero sobre todo un Gran Maestro y un Gran Ser Humano… “Domo Arigato Godzaimas”: Gracias por sus Enseñanzas. Descanse en Paz SENSEI JESSE”. Avi Bleier.
“No recuerdo si fue en Mayo de 1978 o 1979, era un lunes o miércoles, tampoco recuerdo cuando fui a tomar mi primera clase de karate. Cuando llegué conocí por primera vez en aquel entonces al Sensei Jesse, cuando estreche mi mano con la suya para saludarlo me impactaron 3 cosas: Una fue el recato con el cual se dirigió a mí, la segunda fue la sutileza con la que con su mano tomó la mía y la tercera fue su tamaño; la verdad es que me impactó a primera vista. Recuerdo que mi primera clase la tomé en pants, no había comprado mi Karate-Gi y la clase fue en el salón mural del CDI. Cuando terminó la clase me dije a mí mismo yo no regreso más a esta clase, fue una clase muy dura y muy cansada. Al día siguiente recuerdo que no me podía mover más sin embargo a la clase siguiente fui con la intención de hablar con el sensei Jesse y decirle que ya no regresaría. Fue él quien de una forma u otra me motivó, me convenció a seguir, y gracias a él tuve el honor de haber sido su alumno por 17 años. Canedo fue quien me enseño karate, él fue quien me preparó para todos mis exámenes de cinta blanca a cinta negra y fue él quien me llevó hasta el 3er Dan. Nos preparó para torneos nacionales e internacionales, siempre nos exigía un poco más y gracias a su dedicación, motivación nos llevó a muchos a ser campeones.
Shihan Jesse fue un visionario, vio en muchos de nosotros el potencial que cada uno tenía y con su dedicación, con su esfuerzo y con su humildad llevó a cada uno de nosotros a lo que somos ahora. Somos un ejemplo a la sociedad, a la familia y a la comunidad. Shihan Jesse nos guio por el buen camino, nos enseñó a confiar en nosotros, nos enseñó el arte del karate, nos enseñó disciplina y sobretodo nos enseñó humildad.
Yo podría escribir un libro de todo lo que aprendí de él, no sólo karate, sino de la vida en general. Fue un gran amigo, un gran hermano, un gran hijo y un gran padre. Shihan Jesse se ha ido pero ha dejado marcada en nuestras vidas toda una historia que nunca la olvidaremos.
Que en paz descanse.” Sammy Raich.
