En los minian independientes la lectura de la Torá es tradicional, ambos sexos cuentan con los mismos derechos religiosos, está dirigido por laicos y enganchan a los que rezan a través de la música. 

MARCOS GOJMAN

Los minian independientes son grupos de laicos que rezan y estudian juntos y que no pertenecen a un movimiento establecido y estructurado dentro del judaísmo. Los primeros grupos empezaron a finales de los años noventa y la mayoría se fundó a partir del año 2000. Se reúnen en espacios normalmente fuera de las sinagogas y su origen puede remontarse a las Javurot, grupos similares que surgieron en los años setentas. Principalmente se dan en Estados Unidos y algunos en Israel.

Sus integrantes no se excluyen de la comunidad formal, pues todavía dependen de los servicios que las instituciones tradicionales judías prestan. La mayoría de sus miembros se educaron dentro del movimiento ortodoxo o del conservador. Muy pocos provienen del reformismo. Su ideología es una mezcla de posturas igualitarias y pluralistas con los valores del estudio y la observancia. Ellos entienden a la halaja como un lenguaje que expresa valores y no sólo reglas. Por ejemplo, la pregunta ¿Se pueden tocar instrumentos musicales en shabat? No tiene una simple respuesta de sí o no, como la daría el judaísmo ultraortodoxo. ¿Y qué es para ellos un minyan? El 70% cuenta tanto a hombres y mujeres para tener un minyan, menos del 30% requieren de diez hombres y de diez mujeres y una minoría requiere que haya por lo menos diez hombres para poder rezar.

El profesor Jonathan Sarna enumera ocho causas que han ayudado a que surgiera esta corriente dentro del judaísmo. La primera es el nuevo papel de la mujer en la religión. En la mayoría de los casos, las mujeres ahora pueden participar completamente en la vida religiosa judía. La segunda es una nueva espiritualidad. Además de los aspectos racionales de la religión y de la justicia social, ahora buscan que ésta te llegue al corazón y al alma. La tercera es una mejora en la educación judía. La mayoría de los fundadores de los minianim, provienen de las escuelas judías de asistencia diaria y no de escuelas donde sólo se va en las tardes o los domingos. La cuarta es la presencia de Israel. Antes el judaísmo americano era el principal centro de la vida judía, ahora lo comparte con Israel. La quinta es la apertura hacia la igualdad en preferencia sexual. La sexta es el fenómeno social donde ahora los jóvenes se casan y tienen hijos a edad más tardía y las instituciones tradicionales no han asimilado este cambio. La séptima es la nueva cultura del emprendedor, donde el espíritu de iniciar negocios en un garaje o en la sala de la casa, se refleja en la forma de rezar. La octava y última es la posición económica más holgada de sus fundadores.

Rabi Elie Kaunfer nos cuenta que Kehilat Hadar, fundada en el 2001, fue uno de los primeros minian independientes que se organizaron en los Estados Unidos. Sus fundadores buscaban que el servicio tuviera una lectura de la Torá tradicional, que ambos sexos tuvieran los mismos derechos religiosos, que estuviera dirigido por laicos y que enganchara a los que rezan a través de la música. El primer servicio de shabat atrajo 160 personas, la mayoría jóvenes entre veinte y treinta años. Hoy en día se calcula que hay más de 100 minianim independientes. Nos dice el profesor Sarna: los minianim independientes son una de las innovaciones más emocionantes y exitosas en la vida judía contemporánea.

 

Bibliografía: Rabbi Elie Kaunfer: “Empowered Judaism” y otras fuentes.

Fuente:alreguelajat.com