El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco está a punto de hacer algo que aún en los anales de la ONU no tiene precedentes. Está a punto de votarse una resolución palestina-jordana que dice que la Ciudad Vieja de Jerusalem y el monte del Templo, no tiene lazos históricos con los judíos, y hace un llamado a volver al antiguo “status quo histórico” en el sitio sagrado.

ENLACE JUDÍO MÉXICO -¿EN SERIO? ¿Ahora la ONU se dedica a tomar decisiones sobre lugares santos religiosos? ¿Acaso la ONU contempló deicidir sobre lugares santos de musulmanes, católicos, protestantes, budistas, sikhs, rastafarianos? [perdón si omití a alguna denominación religiosa…]. Sólo contra los judíos se ha puesto en marcha una resolución como esta. Esto es antisemitismo: puro y simple. Un intento de genocidio cultural y religioso contra los judíos y su historia y religión. Esperamos que los 21 miembros del comité evadan esta atrocidad, pero la esperanza de que esto suceda es mínima. Hay una mayoría automática contra Israel en la Unesco, y en la ONU en general. Es necesario dar algo de contexto, quizá algo que ponga el acento en el “status quo histórico” del que hablan.

Primero, historia, pero ¿desde cuándo? Es un hecho histórico que el SEGUNDO templo judío fue destruido por los romanos en el año 70 dC, tras una heróica lucha de los judíos, esto ocurrió 600 años antes de la ocupación islámica de Jerusalem. El PRIMER templo judío fue destruido por los babilonios en 586 B.C, 1200 años antes de la ocupación de Jerusalem por los musulmanes. ¿Quieren historia? Aquí hay un poco de historia — lo que ocurrió entre 1948 y 1967, los años de la ocupación ilegal jordana de la Vieja Ciudad de Jerusalem, que llevaron a la anexión de Jerusalem y Cisjordania por parte de Jordania el 24 de abril de 1950, lo que nunca fue reconocido por ningún órgano internacional. Los judíos eran los únicos a quienes los ocupadores jordanos prohibían ejercer su derecho milenario a orar en el Muro de los Lamentos y en el Templo del Monte. Los cristianos y musulmanes podían hacerlo sin problema. No hace falta decir que, bajo este status quo “histórico”, hubo una limpieza étnica de los judíos de la Ciudad Vieja, y TODAS ls sinagogas fueron completamente destruidas. Así que este es el status quo al que quiere volver la ONU. Ya quisieran, no va a pasar.
Hay además, otro contexto, el político. Para los palestinos, negar el lazo judío con Jerusalem es evidente. Si lo reconocieran, todo el argumento sobre que ellos son la población indígena carece de sentido. El alcalde musulmán de Jerusalem, Yusuf Al-Khalidi reconoció precisamente eso en 1891. Muchas cosas han cambiado desde entonces, así que la posición oficial de las Autoridad Palestina [PA] bajo Abbas es que el Templo Judío Original fue construido por el Rey Salomón hace tres mil años, pero Salomón era musulmán [1400 años antes del profeta Mahoma, imagínense]. ¿Pero Jordania? Hay que decirle sus verdades al Reino Jasemita de Jordania: iniciar esta atroz resolución es políticamente una estupidez, miope y, eventualmente puede ser muy peligroso.

Lo último que la gente razonable necesitamos estos días es encender los ánimos religiosos a causa del Templo del Monte. Los jasemitas deberían acordarse de la historia, especialmente de la garantía tácita y efectiva israelí para la independencia jordana. También deberían recordar su expulsión de la Mecca en 1924 a manos de los saudíes. Deberían acordarse, porque podrían despertar a bestias que por el momento duermen.

Que les recordarán que Jordania podría volverse Palestina, que les recordarán que quienes quieren quitar a un grupo religioso de su lugar sagrado pueden bien ser los próximos en ser removidos de este mismo lugar sagrado.

Todo esto es muy malo. ¿Quién necesita esta locura en este momento? ¿Qué propósito útil tiene? ¿Podemos esperar que la razón prevalezca en el abrumador calor de julio en Medio Oriente? Jerusalem es un polvorín, y ahí tienen derechos tanto cristianos como musulmanes. Quitarle su derecho a los judíos es, por lo tanto, inaceptable.

Esta es la forma más amable en que puedo decir esto. Muchos otros la definirán en términos más severos, y podrían actuar en consecuencia.

Fuente: Dr. Josef Olmert, experto en Medio Oriente y en negociaciones de paz, y periodista www.huffingtonpost.com