Enlace Judío acudió a entrevistar a Esther Nierman, la hermana del entrañable Wolf Ruvinskis, actor naturalizado mexicano de origen letonio, criado en Argentina en el seno de una familia judía, y quien disfrutaría una larga y próspera carrera en México.

DIEGO BOLAÑOS PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO -Este destacado atleta y experto en lucha grecorromana marcó un estilo propio en la Época de Oro del cine mexicano. Su inconfundible rostro y figura le dieron fama como uno de los más implacabe “rudos” de las películas mexicanas, en las que actuó al lado de grandes artistas como Pedro Infante, Miroslava Stern, Pedro Armendáriz, Fernando Soler, Jorge Negrete, Tin Tan, María Félix, entre muchos otros.

En la entrevista, Esther comenta: “Me gustaría compartir con ustedes el mundo de mis recuerdos en donde Wolf tiene un lugar tan importante. Este hombre de ojos azules, tan parecidos a los de mi madre, de cabello rizado, de voz grave y melodiosa que cantaba “estoy piantao, piantao” cuya vida fue tan intensa, tan ardiente y tempestuosa, tuvo una meta esencial: Hacer de su paso por la vida, una experiencia lo más rica posible”.

“Muchos lo conocieron como hombre, luchador, actor, pero nadie como hijo, hermano y padre, fue un ser humano extraordinario, tuvo vivencias de tal impacto que siempre compartió con nosotros, no solamente su arte, sino también su alma”, agrega. “Es maravilloso cuando el tiempo pasa y se pueden vivir aquellos momentos, como si todavía existieran vestigios sutiles de aquel resplandor, desde el Rincón Gaucho -restaurante de su propiedad- alegraba a los concurrentes con música, magia, sentido del humor inyectando una chispa de ilusión”.

Esther también recuerda “Su famoso show de telepatía que dejaba a su público anonadado ‘Señoras y señores tengo mucho gusto en presentar para todos ustedes un acto de mentalismo, mi hija Elsa de espaldas a ustedes con los ojos completamente cerrados….’ Eran las palabras de todas sus presentaciones, en su lugar preferido, para recibir tanto a artistas como a personajes de la política mexicana”.

Al igual que al final de un buen libro o un viaje maravilloso, el final de la vida de una persona a la que amamos nos deja un sabor agridulce, dice la hermana del gran actor, “Wolf se ha ido, pero todos esos momentos bellísimos que siempre compartimos en la intimidad de su hogar con toda la familia, incluyendo a mis padres que vivieron sus últimos años en México, serán por siempre recordados y venerados”.