DAN MARGALIT
La administración francesa, y Europa en general, se vio obligada a señalar con el dedo al terrorismo islamista inmediatamente después que el cura en Normandía fuera degollado en un horrible asesinato llevado a cabo por el grupo Estado Islámico.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – No había otra opción; los asesinos entraron en la iglesia después que Estado Islámico diera instrucciones a sus seguidores de hacer la guerra no sólo contra los franceses, los judíos y los occidentales, sino también contra lo que los líderes de los que los grupos terroristas llaman “cruzados”.

Portavoces en Alemania, Francia, e incluso, en gran medida, el presidente estadounidense, Barack Obama, no se expresaron así después de pasados ataques terroristas aun más graves. Cuando los asesinos no pudieron dejar una huella ideológica en la escena del crimen, los portavoces oficiales en Europa se apresuraron a subrayar que no era el terrorismo islamista, o al menos a decir que todavía no había base para considerar un motivo islamista.

Desde un punto de vista profesional de la comunicación, se podría decir que los portavoces fueron enviados en una misión inapropiada. En su mayor parte, los líderes buscaron comunicar sus propios deseos por encima de los hechos reales. “Desconocido” describió los ataques en Niza y en Colonia, y también al otro lado del océano en Orlando, – a pesar de que ellos entendieron entonces quiénes eran los asesinos y también sabían que la verdad saldría a las pocas horas. Es la ceguera deliberada. Si un portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel se expresara así, intencionada y no accidentalmente, sería crucificado en la plaza del pueblo.

La tendencia clara: Los políticos esperan que si absuelven al terrorismo islamista hasta la duda razonable, lograrán calmar a los votantes que han llegado como inmigrantes del norte de África y Oriente Medio. Eso es bueno para las elecciones y da fuerza a la ilusión de que una estrategia de este tipo reducirá el terrorismo. Como que si no se habla, no existe.

Principalmente, esto se hace para evitar aprender las lecciones necesarias – es decir, la necesidad de adaptar las leyes liberales para garantizar la seguridad civil. El punto es no ir contra un oponente político o un enemigo exterior, sino contra aquellos que socavan los cimientos de la democracia cristiana en tierra europea.

Los que van a terminar pagando el precio de la “política del avestruz” actual son los partidos moderados, liberales y democráticos. Los actuales líderes del continente, que revelarán su incompetencia, se convertirán en blanco de la indignación pública. Actualmente, sólo están pagando el precio en términos legítimos, como la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea como una forma de desconectarse de la política de inmigración liberal de la canciller alemana, Angela Merkel. Si la creciente ola de terror continúa, los políticos también pagarán el precio más doloroso que conocen – en las urnas.

De repente, Israel brilla en una nueva luz: Ha llevado a juicio a alguien que disparó y mató a un terrorista impotente, pero no le impresiona la predicación Europea contra disparar a un terrorista que se acerca a un soldado, mientras empuña un cuchillo. Para que la democracia evite el colapso, debe aprender a defenderse.

Fuente: Israel Hayom – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico