El Estado Islámico y otros grupos han señalado hace mucho tiempo al país para los ataques.

JULIAN E. BARNES- MATTHEW DALTON

El atentado del camión en Niza elevó a 242 el número de gente asesinada en ataques terroristas en Francia durante los últimos cuatro años, una cuenta sombría que muestra cómo el país se ha vuelto el objetivo prioritario para la violencia yihadista en el Occidente.

El prominente rol militar de Francia, tanto en África como en su campaña de bombardeo en Siria, la ha hecho el principal foco europeo de los militantes del Estado Islámico, partidarios del grupo y otros extremistas, según funcionarios franceses y expertos occidentales. Su legado colonial ha alimentado también el odio al país junto a los márgenes de sus comunidades musulmanas.

Esas comunidades—no siempre bien integradas dentro de la sociedad francesa—han proporcionado una serie de hombres jóvenes alienados que los militantes islámicos han atraído para reclutas, dicen los expertos y funcionarios en terrorismo. También han dado refugio a los combatientes extranjeros que regresan.

Los fiscales franceses dijeron el viernes que el ataque en Niza fue la obra de un hombre tunecino de 31 años, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, quien no era un miembro conocido de una red terrorista pero estaba bajo el radar policial por violencia doméstica y un ataque.

Los funcionarios están investigando si él tenía conexiones con grupos terroristas.

Ningún grupo se había adjudicado la responsabilidad por el ataque en Niza a última hora del viernes.

El Estado Islámico hace mucho tiempo señaló a Francia como un objetivo igual a los Estados Unidos—y uno mucho más fácil de alcanzar para los combatientes extranjeros entrenados en Siria.

El portavoz del grupo, Abu Muhammad al-Adnani, fue citado regularmente en su revista Dabiq señalando a “los franceses malévolos e inmundos” para veneno particular aún mientras instaba a ataques contra todos los occidentales.

El presidente francés François Hollande dice que Francia fue atacada debido a que es un símbolo de la libertad.

Otros funcionarios destacan que Francia es uno de los países más preponderantes que están atacando al Estado Islámico en Irak y Siria, y tiene una presencia militar activa en África.

“Estamos presentes en muchos frentes,” dijo un funcionario militar francés. “En su visión somos el gran enemigo, y ellos lo han dicho muchas veces….No somos los únicos, Bélgica, Estados Unidos, pero somos uno de los primeros.”

Expertos en terrorismo destacan que los ataques en Francia preceden a la participación fuerte del país en la campaña de bombardeos contra el Estado Islámico.

Y países como el Reino Unido están participando junto a Estados Unidos en ataques aéreos sirios pero no se han vuelto el mismo foco para ataques terroristas que Francia.

“Tendemos a olvidar que la historia es todavía importante,” dijo Anthony Cordesman del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington. “Francia es el país que dio forma a la Siria moderna y es visto como teniendo una larga historia de no simplemente tratar de librarse del régimen de Assad sino también de cualquier grupo como el ISIS también,” dijo, utilizando un acrónimo para el Estado Islámico.

Los historiadores ven las raíces del problema remontándose a décadas hasta la relación violenta de Francia con su ex dominio colonial, Argelia.

Las fuerzas argelinas libraron una guerra de independencia sangrienta contra Francia que terminó en 1962. Entonces a principios de la década de 1990, Francia comenzó discretamente a apoyar al gobierno en una guerra civil contra una serie de grupos islámicos, un conflicto que se cobró cientos de miles de vidas.

Comenzó a crecer la simpatía por los islámicos en las comunidades argelinas en Francia, estableciendo un vínculo con causas yihadistas que han perdurado a lo largo de los márgenes de la población musulmana de Francia, dijo Jean-Charles Brisard, director del Centro para el Análisis del Terrorismo con sede en París.

A menudo la furia del movimiento fue dirigida al estado francés.

“Eso significa que la ideología de la yihad está arraigada en un segmento de la sociedad francesa,” dijo Brisard. “Será difícil erradicar ese fenómeno.”
Otras potencias europeas tales como el Reino Unido y Alemania no tienen exactamente la misma historia abrumadora con sus comunidades musulmanas. Alemania nunca fue una importante potencia colonial, y hasta hace poco el grueso de su comunidad musulmana inmigrante era turca.

Los musulmanes ingleses son en gran medida del sur de Asia, donde el Reino Unido abandonó pacíficamente el control sobre sus posiciones coloniales en el subcontinente indio.

Francia ha tenido “desafíos de integración de larga data durante décadas”, dijo Julianne Smith, un miembro principal en el Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense en Washington. “Eso crea una población que es susceptible de radicalización.”

Francia, por supuesto, no es el único país en Europa en haber sido golpeado por ataques terroristas. Bélgica ha sido golpeada en forma repetida, incluidos los ataques conjuntos del 22 de marzo que mataron a 32 personas.

Algunos funcionarios belgas creen que los hombres que llevaron a cabo los ataques en Bruselas originalmente se proponían atacar en Francia, pero cambiaron su foco cuando la policía se movilizó contra ellos. Otros dicen que la antipatía por Bélgica es una extensión del foco contra Francia por parte de los islámicos radicalizados.

Francia es una cultura mucho más laicizada que Estados Unidos o Bélgica. Eso ha llevado a campañas francesas por restringir los pañuelos para la cabeza y otros símbolos del Islam, creando un nivel de fricción con los musulmanes mucho más alto que el de otros países europeos.

Las fronteras abiertas de Europa también han sido claramente explotadas por agentes del Estado Islámico con intenciones de atacar Francia. La red terrorista detrás de los ataques de noviembre en París recogió a militantes ocultos en el flujo migratorio de Alemania y Hungría y los llevó a Bélgica para planificar los ataques.

El Reino Unido mantiene un control estricto de sus fronteras, como resultado tanto de su geografía y de no ser parte de la zona de viaje libre de pasaporte Schengen. Ha tenido menos desafío detectando quién está ingresando y saliendo del país para planificar ataques potenciales, según funcionarios de contraterrorismo.

Francia ha visto más gente viajando a Siria para luchar junto al Estado Islámico que ningún otro país europeo, dijo Peter Neumann, Director del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización y Violencia Política en el King’s College London.

“Hay una vasta población musulmana francesa que se siente profundamente alienada que ha producido este fenómeno,” dijo.

—Joseph Ataman, Alexis Flynn y William Horobin contribuyeron con este artículo.

Fuente: The Wall Street Journal

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México