RACHEL KAPLAN
El primer ministro Benjamin Netanyahu describió la visión de un “Estado de Israel, como guardián del mundo libre contra el Islam radical”.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – En una ceremonia que marca el cumpleaños del fundador de Israel, Zeev Jabotinsky, el primer ministro Benjamín Netanyahu habló del poder y la vitalidad del sueño realizado de Jabotinsky:

“Ocho décadas después de que tomara forma la idea singularmente milagrosa – el país tiene cambios. El Estado de Israel fue establecido, fundado, y ha logrado grandes cosas. Hoy enarbolamos varias banderas a la vez … la bandera de la fuerza militar, la bandera del poder económico, la bandera de la fuerza política, y la bandera de la fuerza espiritual y moral”.

Hizo hincapié en que “Jabotinsky nos preparó con el principio de muro de hierro … Muro de hierro es el Estado de Israel, que sirve como guardián del mundo libre contra el Islam radical”.

El presidente, Reuven Rivlin, también habló en la ceremonia, y depositó una ofrenda floral en el monumento:

“Nosotros, los hombres de Beitar, solíamos no hablar sobre la tumba de nuestro maestro Jabotinsky, y en cambio dejar que sus escritos hablaran por sí mismos”, comenzó el presidente.

Continuó con una descripción del ‘hombre Beitar’ ideal: “Un hombre con los ojos abiertos, una mente clara y un gran corazón. Un hombre que sabe cómo demostrar el máximo respeto a las nobles aspiraciones de sus compañeros”.

Luego pasó a hablar sobre las raíces de las ideas de Jabotinsky en la Torá, y concluyó con una cita: “A partir de ahora, tenemos claro que muchas más generaciones de jóvenes tendrán que dedicarse a la construcción y el fortalecimiento del Estado de Israel. Y espero que el movimiento Beitar, junto con todos los otros movimientos juveniles, continúe planteándose el reto de construir el Estado de Israel como el objetivo más importante de nuestra generación”.

“Bendita sea la memoria de Zeev Jabotinsky, y permanezca en nuestros corazones para siempre”.

Fuente: Arutz Sheva – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico