Cuando Moisés habló al pueblo acerca de las bondades de la Tierra Prometida, dijo que era ‘una tierra de montes y valles’, según leemos en el libro del Deuteronomio capítulo once: “Tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y hontanares que manan en los valles y en las montañas, tierra de trigo y de cebada, de viñas, higueras y granados, tierra de olivares, de aceite y de miel”.