LA MEIDELE

En las olimpiadas de Río hay muchísimos atletas paisanos de los que podemos estar orgullosísimos, o más bien dicho tener muchas Najes.

Najes para nosotros pero la verdad es que estos deportistas tienen a sus mamás con los pelos de punta, con las shpilkes y nervios de ver a sus hijos competir a nivel mundial contra los mejores atletas del mundo. ¡Pobres de sus mamás! ¿Cómo han de tener la “kishke” (tripas) en esta época del año?

La delegación de Israel es la más grande en la historia de las olimpiadas y hay al menos 7 atletas judíos que nos han sacado hasta lágrimas de felicidad con su excelente desempeño:

Nate Ebner, uno de los pocos paisanos que juega en la NFL y el único jugador de la NFL en competir en las olimpiadas está participando en el equipo de Rugby de Estados Unidos.

Anthony Ervin, uno de los mejores nadadores “freestyle” de las olimpiadas tiene una madre judía askenazí que seguro se muerde las uñas en las competencias de su hijo.

Merrill Moses, siendo el water polo uno de los deportes más rudos de las olimpiadas no me quiero ni imaginar a la pobre de su mamá cada vez que ve que le pegan o hunden en la alberca a su hijo.

Eli Dershwitz, el mejor competidor de esgrima en el mundo; parece darle una puñalada en el corazón a su madre cada vez que le anotan un punto.

Monica Rokhman, nada se le compara a la gracia de esta paisana de 19 años en gimnasia rítmica.

Zack Test, otro jugador de Rugby que hace que su madre se muerda el labio con este deporte de “salvajes”.

Y para cerrar con broche de oro, por supuesto, la espectacular gimnasta Aly Raisman, a la que todos apoyamos y adoramos. ¿Recuerdan su presentación en Londres 2012 cuando ganó una medalla de oro por interpretar una rutina de piso al son de “Hava Naguila? Pues en estas olimpiadas Aly está de regreso con todo y, obviamente, su familia la ha acompañado en cada paso del camino. Pero la que se merece una medalla de oro en esta ocasión es su mamá, el titulo: “la mamá más nerviosa de las olimpiadas”.

El lenguaje corporal y expresiones faciales de la mamá de Aly, cuando su hija compite, son completamente dignas y estereotípicas de una ydishe mame. No te pierdas este video de la familia Raisman retorciéndose en sus asientos mientras ven competir a su adorable hija.

¡Felicidades Lynn Raisman por tu medalla de oro de la mamá más estresada y paisana de las olimpiadas, y suerte a todos los demás competidores paisanos!