GEORGE CHAYA

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – A pedido de un ignoto clérigo musulmán, dos años atrás llegó a los tribunales de Munich, Alemania, una solicitud que exigía que los musulmanes en Europa debían contar con el derecho de practicar la poligamia. La petición no prosperó en ese momento, pero fue la semilla para que germine, en las última semana, nada menos que en Italia y ante el ruidoso silencio del Vaticano.

Con esta nueva exigencia, los tribunales occidentales se enfrentan otra vez con la misma demanda, sólo que ahora se presenta formalmente y en Italia.

La exigencia proviene de la Unión de Comunidades Islámicas Italianas (UCII). La organización, que opera en forma representativa y como paraguas de todas las instituciones musulmanas de Italia. El argumento que se esgrime es: “Si el matrimonio entre homosexuales, con el cual los musulmanes no están de acuerdo pues está prohibido por la sharia (ley islámica), es un derecho civil para pervertidos, entonces los italianos deben aceptar la poligamia como un derecho civil también, ya que la poligamia, más allá de lo que los occidentales piensen al respecto, no es perversión en la consideración de la fe islámica”.

En un momento tan crucial ante el avance del militarismo de los terroristas islamistas en Europa, ésta es una fuerte llamada de atención hacia los europeos en materia de derechos civiles, pues representa mucho más que la búsqueda de un estatus de igualdad de los musulmanes italianos sobre la institución de la poligamia y los derechos de los homosexuales.

Hamza Piccardo, el fundador de la Unión de Comunidades Islámicas (UCI), intentó justificar la petición ante los tribunales italianos al declarar a los medios de prensa italianos el pasado jueves: “No hay que subestimar la acción demográfica de la poligamia. Ella ayudaría a reequilibrar la disminución de la población y no haría necesaria la mano de obra extranjera.”

En otras palabras: Piccardo presenta la poligamia como una solución a la escasez de mano de obra, cuando su verdadera agenda es la de colonizar Occidente a través de la práctica islámica de la propia poligamia como predecesora a una estrategia de colonización demográfica que ha sido revelada por varios líderes musulmanes, entre ellos, Muhammad Khadafi, quien en su tiempo refirió a que “Europa caería ante el islam sin que los musulmanes disparan una sola bala. Sino que sería colonizada a través del vientre de las mujeres musulmanas”.

La petición judicial de la UCII ante los tribunales romanos se produjo a partir de la legalización de la “unión civil de personas del mismo sexo”. Según los clérigos y representantes musulmanes, en Italia han exigido la legalización de la poligamia, pues con ella se estarán equilibrando los derechos civiles. En respuesta a la nueva ley que permite a parejas del mismo sexo realizar las uniones civiles.

Piccardo argumentó que “si las relaciones homosexuales, con las que los musulmanes no están de acuerdo y repudian, son un derecho civil para aquellos a los que Alá rechaza, los italianos y el Papa del Vaticano deben aceptar también la poligamia como un derecho civil.”

El fundador de la Unión de Comunidades Islámicas en Roma reclamó que la poligamia es un “derecho ciudadano” y que Italia se beneficiaría en todos los campos por la gran cantidad de nacimientos de niños musulmanes.

Hamza Piccardo, líder musulmán en Italia
Hamza Piccardo, líder musulmán en Italia

Hamza Piccardo declaró a la Radio y Televisión Italiana(RAI): “Cuando se trata de los derechos civiles, la poligamia es un derecho civil. Los musulmanes no estamos de acuerdo con las parejas homosexuales, y sin embargo, tenemos que aceptar que el sistema lo permite. En consecuencia, no hay ninguna razón por la que Italia no deba aceptar los matrimonios polígamos de personas que los consienten y no profesan la religión católica”.

La petición judicial de la poligamia por parte de la organización musulmana fue recibida con indignación por algunos políticos italianos.

Debora Serracchiani, vicepresidente del Partido Democrático (PD), declaró: “Los siglos de lucha por los derechos de la mujer no pueden dejarse de lado ante exigencias que tienen más que ver con pensamientos de las cavernas que con el mundo moderno”. Y agrega que “la poligamia no tiene nada que ver con los derechos civiles”. Paolo Grimoldi, diputado del Parlamento Europeo y especialista en inmigración, declaró a partir de una pregunta a todos los italianos: “¿Es éste es el islam moderado con el que el Gobierno italiano tiene la intención de mantener el diálogo abierto?”.

Al reflexionar sobre el debate desatado, incluso en las redes sociales, Hamza Piccardo dijo: “Un simple pedido de equivalencias en los derechos civiles que incluso acompañan nuestros hermanos musulmanes de toda Italia ha provocado un alboroto tan grotesco que hasta es divertido, ya que el Vaticano no se ha pronunciado en contra de nuestra demanda, y tal vez el Papa ha entendido que es un simple derecho civil y una cuestión de “igualdad de los ciudadanos ante la ley”.

El debate se ha instalado, esta vez va muy en serio, y jurídicamente está causando turbulencia en los tribunales italianos.