La aviación militar rusa el martes y miércoles atacó posiciones rebeldes en Aleppo y otras partes en Siria. No mucho nuevo en eso– excepto que el Kremlin hizo hincapié en anunciar que los bombarderos están volando desde una base aérea al oeste de Irán.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La utilización rusa de bases iraníes es otra señal que Moscú y Teherán están consolidando sus vínculos estratégicos en el período posterior al acuerdo nuclear del Presidente Obama con Irán. Sigue a la decisión del Kremlin el año pasado de vender el sistema S-300 a los mulas a pesar de promesas anteriores de retener los misiles tierra-aire lejos de Teherán. Como nos dijo en una entrevista telefónica el martes el general ruso retirado Evgeny Buzhinskiy, “Pienso que la cooperación entre Irán y Rusia está creciendo, y la cooperación militar está en lo más alto.”

El motivo inmediato para los últimos ataques ruso-iraníes en Siria fue retribución por las recientes victorias de la oposición en Aleppo. El presidente ruso Vladimir Putin y el dictador sirio Bashar Assad durante semanas habían sitiado a unas 300,000 personas que quedaban en el oriente de Aleppo, cortando las rutas de suministro al área controlada por los rebeldes mientras los rusos bombardeaban a los civiles desde el aire.

La respuesta occidental hasta ahora ha sido implorar al Kremlin por ceses del fuego más largos para permitir el paso de alimentos y medicina. Pero anteriormente este mes, la coalición del Ejército de Conquista, que incluye al afiliado sirio de al Qaeda, y que combate junto a fuerzas más moderadas y laicas, se abrió paso a través del bloqueo sirio-ruso, volviendo a abrir rutas de suministro para los civiles atrapados.

Las victorias de la oposición son un recordatorio de las debilidades del ejército de Assad. El ejército sirio es una fuerza desmoralizada con tan pocas como 20,000 tropas listas para el combate. Ellos han probado ser incapaces de recapturar Aleppo a pesar de la cobertura aérea del Sr. Putin y del apoyo terrestre de Irán y su satélite chií Hezbola.

Assad promete tomar cada pulgada de Siria, y la oposición está comprometida con el mismo objetivo. Prohibiendo una inclinación en el equilibrio de fuerzas, tal como una zona de exclusión aérea occidental que deje en tierra a los pilotos de Assad, continuará el estancamiento sangriento. Así también lo hará la guerra civil siria– y con ella la inestabilidad que irradia, los flujos de refugiados y los vacíos de poder llenados por yihadistas de uno u otro bando.

Esto puede ajustarse a los intereses de los intrusos rusos e iraníes, quienes echarán pocas lágrimas por el sufrimiento humano en Aleppo mientras expanden su influencia en el Levante. Como beneficia eso a los intereses de Estados Unidos, o promueve los valores occidentales, es una pregunta que tendrá que considerar el próximo presidente de los Estados Unidos.

Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México