El 14 agosto 2016, en una emotiva ceremonia que se llevó a cabo frente a las mismas mazmorras donde hombres y mujeres fueron torturados y asesinados por practicar el judaísmo, mexicanos rezaron un Kadish por las víctimas de la Inquisición en México.

 

DIEGO BOLAÑOS Y JACOBO CRUZ PARA ENLACE JUDÍO-El evento inició en el Templo Maguén David, con más de 350 personas en asistencia, mismas que se trasladaron en autobús al Museo de la Inquisición, Centro Histórico de la Ciudad de México.

En esta ocasión la organización del paseo- y de la anterior conferencia- estuvo a cargo del Comité Minian Juvenil de la Comunidad Maguén David, liderado por Suri Abadi.

Para iniciar este recorrido a uno de los capítulos más trágicos de la historia de la Comunidad Judía en México, se llevó a cabo en el Templo una conferencia impartida por Eli Suli, historiador, quién explico el proceso inquisitorial vivido en México.

 

La Inquisición se ensañó con los judaizantes en tierras mexicanas. Como ejemplo, el caso contra Luis de Carvajal y su familia, uno de los más célebres de México, en el cual murieron ocho personas, siete de ellas en la hoguera y una en el garrote vil.

Las penas impuestas a los reos de delitos que no se castigaban con la muerte eran generalmente “el auto, vela, soga y mordaza y abjuración de Levi”, y a veces también el destierro. Eran de rigor, eso sí, 100 o 200 azotes.

La indumentaria denunciaba al reo y así lo segregaba: a los judaizantes, por ejemplo, se les condenaba a llevar ad perpetuum, un hábito penitencial amarillo con dos aspas coloradas de San Andrés: es lo que llamaban el sanbenito. Remataba el atuendo un gorro de papel en forma cónica, color azafrán. Para indicar que un preso iba hacia las cárceles del Santo Oficio se decía que “se lo habían llevado en la calesita verde”.

Durante la Colonia al edificio de la Inquisición, después la Escuela de Medicina, se le llamó la “casa de la esquina chata”. El Patio de los Naranjos era el de las prisiones y estas celdas medían, por lo general, 16 pasos de largo y 10 de ancho, contaban con dos puertas de un grosor bastante importante, un agujero con rejas dobles donde entraba escasamente la luz y una tarima de azulejos que hacía las veces de cama.

Las cortes generales y extraordinarias que decretaron en España la abolición de la Inquisición, sesionaron el 8 de diciembre de 1812, y el decreto se pronunció en México en 1813, sin embargo quedó definitivamente abolida hasta 1820.

Con el auditorio lleno, los asistentes, quienes, en su mayoría estaban en ayunas, escucharon el relato de lo vivido por los judíos o judaizantes entre estas mismas paredes. Al concluir la conferencia, se dio paso a la visita de las salas donde se detalla el proceso inquisitorial y se representan los juicios y las torturas.

Por último en la sección de cárceles donde fueron confinados, torturados y asesinados miles de personas, entre ellas miembros de la comunidad judía de México de este tiempo, se rezó el Kadish (oración a los muertos), pidiendo por la elevación y el descanso de sus almas.