Reuven Feuerstein descubrió que el contacto humano estimula incluso el cerebro más dañado.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Nacido el 21 de agosto de 1921, Reuven Feuerstein, psicólogo evolutivo de Jerusalem, arrojó luz sobre los misterios más profundos del cerebro humano mediante métodos innovadores para ayudar a personas con lesiones cerebrales.

Con su rostro bondadoso, barba blanca y boina omnipresente, Feuerstein, de origen rumano fue considerado un ángel por los miles de pacientes y sus familias que ayudó a través de los años.

Reuven Feuerstein creció en la ciudad de Botsani, en el seno de una familia jasídica de nueve hermanos. A la edad de tres años podía leer hebreo e idish. Más tarde, estudió en una yeshiva de Kishinev.

Su vida y educación fueron interrumpidas por el ascenso del régimen legionario Nacional aliado a los nazis en 1940, con sus leyes raciales, y más tarde por la ocupación de la Alemania nazi en Rumania. Estudió una licenciatura en educación en el Instituto de Profesores de Bucarest y luego la carrera de psicología en un instituto patrocinado por la comunidad judía de la ciudad.

Al mismo tiempo, en los años 1940-1944, se desempeñó como administrador de una escuela para niños con problemas de aprendizaje.

Finalmente, en 1944, Feuerstein huyó de Rumania rumbo a Israel antes de su independencia. Una vez en Jerusalem, obtuvo su certificado de maestro en el Instituto David Yellin. En los primeros años, trabajó con niños sobrevivientes del Holocausto, que llegaban al país.

Feuerstein tuvo la oportunidad de obtener su doctorado cuando, en 1948, fue diagnosticado con tuberculosis, y fue enviado a Suiza para recibir tratamiento. Allí, en la Universidad de Ginebra, estudió con el gran psicólogo educativo Jean Piaget, con su socio Barbel Inhelder y el psicólogo Andre Rey.

Durante la primera mitad de la década de 1950, Feuerstein se desempeñó como director de servicios psicológicos para la Aliá Juvenil en Europa, la división de la Agencia Judía que educaba y cuidaba de adolescentes en riesgo, antes de su llegada al país y durante sus primeros años en Israel. Específicamente, trabajó con dos grupos de judíos que se disponían a emigrar al joven Estado – supervivientes de los campos de tránsito en Polonia, e inmigrantes del norte de África en campos similares del sur de Francia.

Fue durante estos primeros años que Feuerstein comenzó a entender la importancia de la “mediación” en el aprendizaje, es decir, la participación de otra persona para ayudar al alumno a tener acceso al material de aprendizaje.

En estudios con niños inmigrantes de origen marroquí, por ejemplo, demostró cómo su rendimiento en las pruebas de coeficiente intelectual podría mejorarse significativamente mediante preguntas administradas por otra persona que actúa como mediador entre el material de aprendizaje y el sujeto.

En un principio, Feuerstein enfocó su trabajo en personas con carencias culturales para más tarde tratar a individuos con problemas orgánicos, como el síndrome de Down, autismo, derrame cerebral o incluso lesiones cerebrales.

Con el tiempo, Feuerstein desarrolló sus propias teorías sobre cómo aprenden las personas, y sus propios métodos de diagnóstico. También realizó estudios para probar la eficacia de sus métodos, e invitó a los demás a hacer lo mismo. A veces, el trabajo terapéutico incluso dio lugar a cambios estructurales en los cerebros de sus pacientes.

Miles de estudios han servido para establecer la validez de la labor de Feuerstein y sus colegas en el Centro Internacional para el Acrecentamiento del Aprendizaje Potencial en Jerusalem, donde terapeutas israelíes y del mundo han aprendido sus métodos.

Inevitablemente, tal vez, su enfoque científico dio lugar a conceptos como la Teoría de Modificabilidad Cognitiva Estructural y el desarrollo de un sistema de evaluación denominado “Programa de Evaluación Dinámica de la Propensión al Aprendizaje”que propone evaluar las capacidades y cambios cognitivos durante el mismo proceso de evaluación. Sin embargo, lo más importante es que, en el mundo de Feuerstein, no es sólo que todo individuo puede avanzar y hacer los cambios necesarios sino también que el cerebro mismo es mucho más elástico de lo que se pensaba, si uno sabe cómo estimularlo.

Feuerstein estaba casado con Berta Guggenheim, quien falleció en 2006. La pareja tuvo cuatro hijos. El rabino Refael Feuerstein, su hijo mayor, es ahora el director del centro en Jerusalem.

Reuven Feuerstein falleció en Jerusalén el 29 de abril de 2014, a la edad de 92 años.

Fuentes: Haaretz / David B. Green

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