La poderosa respuesta del ejército a misiles lanzados desde Gaza refleja la nueva política del Ministro de Defensa Lieberman.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El domingo por la noche, alrededor de las 22:15, Israel hizo lo que probablemente fue su primer intento de cambiar las reglas del juego en la Franja de Gaza.

Desde la Operación Margen Protector hace dos años, las cosas habían permanecido más o menos en los mismos términos, con erupciones de tensión en la frontera cada pocos meses. El domingo, una facción palestina que no es dirigida por Hamas disparó un cohete contra la ciudad de Sderot, causando algunos daños sin víctimas.

Las Fuerzas de Defensa de Israel reaccionaron haciendo disparos de tanques y enviando un avión no tripulado para destruir objetivos de Hamas, cerca de Beit Hanun, un pueblo cerca de la frontera noreste de Gaza.

La respuesta de Israel, con el objetivo de destruir puestos de Hamas y posiciones de observación cerca de la frontera, no fue diferente de lo habitual. Así es que Israel ha tomado represalias en el pasado cuando las organizaciones palestinas han disparado  misiles contra poblaciones civiles.

La reacción tuvo dos objetivos: aclarar que Israel considera como responsable al gobierno de Hamas en la Franja y además ocasionar una consecuencia sobre la organización islamista – disminuyendo su capacidad de recabar información de inteligencia sobre los movimientos del ejército israelí en esa zona.

Sin embargo a altas horas de la noche ocurrieron más ataques de la Fuerza Aérea de Israel, esta vez con un alcance más amplio. Se vieron afectados objetivos de Hamas en el norte de Gaza y los bombardeos causaron más daño de lo normal. Su eco resonó en toda la zona.

Todavía es demasiado pronto para decir cómo reaccionará Hamás a una escalada deliberada de Israel. Pero por el momento, por mucho que Israel y Hamas se detesten entre sí, comparten un interés: mantener la frontera en calma.

El cambio en la forma de las represalias de Israel aparentemente tiene que ver con la llegada del nuevo ministro de Defensa, Avigdor Lieberman. Antes de asumir el cargo, Lieberman instó a la utilización de medidas más duras contra los líderes de Hamas en Gaza.

El primer ministro Binyamin Netanyahu también ha comentado recientemente que él no aceptaría incluso el esporádico y errático ataque con misiles. Sin embargo, no quiere verse envuelto en otra guerra en Gaza. Lieberman, por el contrario, parece que quiere enviar un mensaje contundente a Hamas , incluso si existe el riesgo de escalar la violencia.

Los planes de Israel quedarán más claro en los días por venir, pero mucho depende del sistema de pesos y contrapesos entre Netanyahu, Lieberman y el Jefe del Ejército.

Los acontecimientos recientes en ambas fronteras, tanto en el sur de Gaza como en el norte con el Líbano, sirven como un recordatorio de que incluso durante períodos de relativa calma – el verano de 2016 es uno de los más tranquilos en una década – la situación es extremadamente fluida. El resultado depende en gran medida de la sabiduría y discreción que demuestre el liderazgo de Israel.

Fuente: Haaretz