El cohete que explotó entre dos casas en Sderot la semana pasada fue un duro recordatorio para los residentes que todavía viven bajo la amenaza de Gaza.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – A pesar del peligro, los residentes pueden consolarse por al menos una cosa: sus hijos velan por ellos.

Uno de los defensores de su propio hogar es el sargento Yaakov Azariyab, de 20 años, quien sirve en la Brigada de infantería de Givati. En estos días, su compañía está estacionada cerca del cruce de Erez, que conduce al norte de Gaza.

“He vivido en Sderot toda mi vida y soñaba con servir en la Brigada de Givati. Más que eso, soñaba con proteger mi casa, sirviendo en el área circundante a Gaza. Durante la Operación Margen Protector, serví como soldado en entrenamiento avanzado. Llegamos a la zona como refuerzo de las fuerzas de la Brigada Givati… fue entonces cuando me di cuenta de lo importante que es mi servicio,” explicó Azariyab.

“Hoy, dos años más tarde, estoy protegiendo la ciudad de Sderot – mi casa, la ciudad en la que crecí y donde mi familia y amigos viven. Junto con mis compañeros de la Compañía Rotem, protejo también a las comunidades en la frontera con la Franja de Gaza. Estoy orgulloso de decir que merezco proteger mi propia casa.”

El sargento Daniel Umemi, de 20 años, también de Sderot, sirve en el 9º Batallón de la División Blindada 401 que ha estado estacionado en la División del Norte de Gaza durante los últimos tres meses. “Siempre quise ser un soldado de combate.Crecer en Sderot, y haber visto los cohetes caer justo junto a mi casa, sólo aumentó mi motivación de servir en el ejército como soldado de combate. Como combatiente del 9º Batallón, siento a diario la importancia de proteger a las comunidades fronterizas, así como mi casa y mi familia.”

El sargento Ilan Somciib, 19, es un líder de escuadrón del Batallón Tzabar de la Brigada Givati: “He vivido en Sderot desde el día en que nací. Quería servir en Tzabar … debido a la historia familiar. En mi infancia, veía a los soldados con sus boinas de color púrpura que protegían mi casa. En cuanto llegué a la zona – comprendí la increíble importancia de mi trabajo como soldado de combate,” reitera.

El cabo Sofy Keren, de 20, ingresó al ejército el 15 de marzo para entrenarse como controladora de vigilancia marítima. Ahora se encuentra en el puesto de control de Ashdod y vigila la frontera de Gaza.

“Estoy orgullosa de tener la oportunidad de defender mi casa, como parte de mi servicio en las FDI. La responsabilidad que tengo como controladora marítima es enorme, ya que la protección y defensa de mi casa y la de los vecinos en la zona fronteriza es una cuestión de todos los días.”

Fuente: Arutz Sheva / Uzi Baruch

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico