La carta de una jovencita consciente de su responsabilidad comunitaria.

Me llamo Andrea tengo 13 años y soy la Representante General del Comité Juvenil de Kol Shalom. A pesar de ser joven me toca oír constantemente la preocupación de los adultos hacia la juventud. Veo la urgencia que sienten para que no nos alejemos de nuestras Instituciones, que sigamos forjando valores, que sigamos velando por la unión Comunitaria y que mantengamos presente la flama de nuestra Identidad.

Pero a pesar de que puedo entender la preocupación de los adultos, lo que no entiendo es porque creen que hay que esperar a una solución mágica, cuando ya existen grandes soluciones en nuestra comunidad. Sé que Kol Shalom no es la única, pero al menos sé que Kol Shalom es una de las respuestas, y me sorprende aún más al darme cuenta que muchos no conocen este maravilloso proyecto, o lo que es peor, no les interesa y creen que simplemente se trata de aprender a tocar un instrumento. Ahí es donde yo le digo a los adultos: “Ahora escúchenme ustedes a mí, escuchen a su Juventud”. Quiero describirles lo que para mí es Kol Shalom.

Kol Shalom es el lugar donde he forjado amigas y amigos de todas las edades, donde
convivo con personas de todas las comunidades, y donde he creado lazos de amistad con gente de diferentes niveles de religiosidad, amistades que sé que conservaré para toda la vida. Pero lo más maravilloso es que trabajamos en Kol Shalom todos los días para crear la armonía de un solo sonido. Cuando en nuestros violines, cornos franceses, cellos, oboes, percusiones y coro surge la voz de Mozart, Mendelssohn o Vivaldi en realidad para mí surge la voz de nuestra comunidad, la voz de nuestra juventud, surge la voz de lo que debe representarnos, surge un sentimiento más profundo que supera nuestras diferencias, al final, somos una sola comunidad, compartimos una misma identidad y la pasión por crear un mejor futuro.

Aprender a tocar un instrumento musical nos da habilidades de aprendizaje y culturales extraordinarias, pero Kol Shalom es mucho más que eso. Es mucho más que una orquesta. Kol Shalom es un estilo de vida.