El pasado 4 de septiembre se presentó en la Sinagoga Histórica Justo Sierra 71 el maestro Aslan Cohen Mizrahi con la conferencia “El Cantar de los Cantares”.

ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO –Cohen nació en la Ciudad de México, es licenciado en economía por el ITAM y en filosofía por la UNAM. Además cuenta con una maestría por la Universidad de Chicago, y está por comenzar el doctorado en el Estudio Literario de los Textos Bíblicos.

Mónica Unikel-Fasja, directora del museo, detalló que se decidió colocar al frente los elementos que se mencionan en el texto: “Todas las cosas que ustedes ven acá están mencionadas en El cantar de los cantares. Compramos todas estas cosas para que puedan visualizarlas olfatearlas y al final degustarlas. Podemos ver acá dátiles, pasitas, higos secos, manzanas, azafrán, y más”.

Aslan Cohen comenzó su ponencia recitando un párrafo del cantar de los cantares en hebreo, para luego hacer la traducción al español.

El Cantar de los Cantares es un extraordinario poema de amor. Su suprema calidad literaria es reconocida en nuestra tradición hispanoamericana por poetas de primer orden, como Fray Luis de León o Sor Juana Inés de la Cruz, y más cerca de nosotros, José Emilio Pacheco. La lista de sus admiradores es infinita. Quién sea que haya puesto el título con el que la Biblia lo presenta era consciente de que se trataba de un texto absolutamente excepcional. En efecto la construcción hebrea en el genitivo “Shir Hashirim” expresa el superlativo, y significa algo así como “El poema más excelente de todos los poemas”. Exactamente como el Todopoderoso dice que el Tabernáculo del templo de Jerusalén era el lugar más santo de lo santo. Así, el título advierte al lector que se encuentra frente a un discurso que late como el corazón mismo de la poesía”.

Explicó que El Cantar de los Cantares tradicionalmente se interpreta como una alegoría religiosa y que, dado que es un poema a dos voces, una masculina y la otra femenina, el judaísmo ha querido entenderlo como símbolo de la relación entre D-os y el pueblo de Israel, mientras los doctores de la Iglesia lo interpretan como la expresión metafórica del matrimonio entre Cristo y la Iglesia. Aslan hizo énfasis en que no deseaba descalificar estas lecturas, pero apuntó que Fray Luis entendió perfectamente que si el amor es la forma más alta de los sentimientos, es lógico pensar que nuestra relación con el ser supremo debe entenderse precisamente desde el punto de vista de la emoción más intensa que como seres humanos podemos experimentar.

Pero el problema, señala, es que con la interpretación alegórica religiosa en ocasiones se censura lo que el poema dice en su nivel tangible y literal. Y citó el pronunciamiento de uno de los sabios judíos Rabi Akiba: “Quien recite el Cantar de los Cantares en un banquete y lo trate como una mera canción lírica, no tendrá lugar en el mundo venidero”.

“Desde mi punto de vista”, agregó Cohen, “dicha opinión está contradicha por el propio poema, donde la pasión amorosa fuerza a los amantes a hablar de los placeres de la carne a través de imágenes pastorales, donde los cuerpos se transforman en verdaderos edenes. Se habla del cuerpo como un paraíso. estar enamorado significa vivir en un paraíso terrenal. Cuando se usa la palabra amor, está impregnada de la ardiente flama de los amantes”.

Habló, entre otros detalles, sobre una forma expresiva con que los amantes se refieren uno al otro, She ahava nafchi, tradicionalmente traducido como “aquel que ama mi alma” “aquel por el cual mi alma siente pasión”.

El poema logra provocar en nosotros, sus lectores, la impresión del diálogo entre los amantes que retrata algo que ocurrió no en el pasado remoto (hace más de dos mil años) sino aquí y ahora. Y por eso también, contrario a lo que sugieren las ediciones modernas del poema, en el texto hebreo nunca se presenta a la persona que está por tomar la palabra. No hay narrador, porque la intención es que sintamos que no hay ninguna mediación entre nosotros y el mundo de los amantes.

Al final, los asistentes pudieron resolver sus dudas y quedaron muy satisfechos tras haber escuchado esta plática tan enriquecedora.