ZVI MAZEL
Comentarios recientes del canciller egipcio mostrando comprensión por la doctrina de seguridad de Israel son otro signo de mejora de las relaciones entre los países.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El canciller egipcio supuso un soplo de aire fresco a las largas décadas de conflicto árabe-israelí cuando afirmó de manera inequívoca el 21 de agosto que Israel no podía ser considerado un estado terrorista. Este nuevo paso hacia el acercamiento entre Egipto e Israel resonó en todo el mundo árabe, donde acusar al Estado judío de terror contra los palestinos es un principio básico de propaganda.

Reunido con estudiantes de la escuela secundaria en su oficina, estos preguntó a Sameh Shoukry, por qué las acciones de Israel contra los palestinos no se consideraban terrorismo. El intercambio entre los estudiantes y el ministro fue grabado y publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio en su cuenta de Twitter. Su respuesta estuvo basada en hechos y desprovista de acusaciones contra Israel, que son automáticas en el mundo árabe.Se lo cita diciendo, “Se lo puede ver desde la perspectiva de un régimen de fuerza, sin duda, de acuerdo con su historia tiene una sociedad en la que el elemento seguridad es fuerte”. Y luego añadió algo sorprendente “desde la perspectiva de Israel, desde 1948 esa sociedad se ha enfrentado a muchos retos que han impregnado en su doctrina de seguridad nacional su control de la tierra y los pasos fronterizos”.

De hecho, dijo el canciller egipcio, “no hay evidencia que muestre relación entre Israel y grupos terroristas armados”.

Embajador de Israel en Egipto con Al Sissi
Embajador de Israel en Egipto con Al Sissi

Esto puede verse como una nueva forma de ver a Israel y su lugar en la región frente a las actitudes árabes, los gobiernos y las élites nacionalistas islámicas que todavía se niegan a reconocer su legitimidad y se oponen a ella con furia. Pues no sólo Shoukry se distancia de calificar las actividades israelíes como actos de terrorismo, es decir, ilegítimos y merecedores de condena sin reservas; mencionó el año 1948 – es decir, el año de la proclamación del Estado de Israel y la Guerra de la Independencia, ambas fuentes de la Nakba o “desastre” de los palestinos y de todos los árabes – como un hecho histórico bien conocido. Y fue a causa de los desafíos que resultaron de ese hecho histórico que Israel tuvo que reaccionar con la fuerza desde entonces.

Las palabras de Shoukry fueron noticia en Egipto – aunque muchos medios de comunicación optaron por ignorarlos, incluidos los afiliados al régimen que eran reacios a hacer frente a estas declaraciones potencialmente explosivas. En efecto, al día siguiente un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores acusó a “varios periódicos” de haber distorsionado lo que realmente se había dicho y de informar falsamente de que el ministro había declarado que el asesinato de niños palestinos no era terrorismo.

Además, dijo, esos periódicos eran culpables de incitación contra los puntos de vista conocidos de Egipto, que ha defendido los derechos palestinos en el pasado, el presente, y siempre los defendería. Hizo hincapié en que los estudiantes no habían preguntado específicamente por la matanza de niños palestinos, sino que simplemente habían expresado una cuestión teórica de por qué la comunidad internacional no definía las acciones de Israel como actos de terrorismo. El ministro, dijo el portavoz, respondió que no existía una definición respecto a los actos jurídicos internacionales cometidos por las naciones.

En otras palabras, el Ministerio de Asuntos Exteriores no trató de distanciarse de lo que el ministro había dicho, y simplemente acusó a los medios de haber distorsionado sus palabras.

Tomado en el contexto de la evolución de las relaciones entre Egipto e Israel, los comentarios de Shoukry pueden verse como un paso más hacia una relación más estrecha entre los países. Es bien sabido que existe una fuerte cooperación de inteligencia y seguridad entre Israel y Egipto basada, entre otras consideraciones, en la amenaza común del Estado Islámico – Provincia de Sinaí. Si no es derrotado en Egipto, atacará directamente a Israel.

En el pasado, el grupo ha lanzado misiles en la frontera y fue responsable de un ataque terrorista al otro lado de la frontera cerca de Eilat en el año 2011 en el que murieron ocho israelíes.

Netanyahu, a la derecha, y Shoukry se reúnen en Jerusalem (Foto: Reuters)
Netanyahu, a la derecha, y Shoukry se reúnen en Jerusalem (Foto: Reuters)

El primer ministro Benjamin Netanyahu declara abiertamente que tiene frecuentes conversaciones con el presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi. Tal es el fondo del acercamiento gradual entre los dos países: Egipto ha enviado un embajador a Tel Aviv y la Embajada de Israel en El Cairo vuelve a estar abierta. Sisi también ha dicho que está dispuesto a ayudar a promover las negociaciones entre Israel y los palestinos y su canciller recientemente hizo una visita a Israel. Los enviados del primer ministro Netanyahu viajan regularmente a El Cairo para conversaciones de alto nivel. Se puede suponer con seguridad que incluyen una serie de temas y no sólo la cuestión palestina, que está lejos de ser la primera prioridad de al-Sisi.

No puede haber error: El presidente egipcio está detrás de todos estos movimientos. Sisi ha puesto en marcha un esfuerzo supremo para el desarrollo de su país y lo puso en la senda del crecimiento económico sostenible. La cooperación con Israel es parte de esta visión.

Sisi es un musulmán fiel, pero siempre ha rechazado el extremismo religioso. Ha sido muy moderado con respecto a Israel desde que se convirtió en una figura pública, es decir, cuando fue nombrado ministro de Defensa por el presidente de la Hermandad Musulmana ya derrocado Mohamed Morsi en la creencia errónea de que ese general pío ayudaría a lograr el dominio de la hermandad con un ejército cómplice.

SISI se abstiene de atacar o incluso condenar a Israel. Fue evidente desde las primeras entrevistas que dio a la prensa incluso antes de su elección a la presidencia. Le hicieron varias preguntas por sus puntos de vista sobre la cuestión palestina antes de que sucintamente dijera que debe haber un estado palestino con Jerusalem oriental como capital.

Un apretón de manos que cambió la historia: Menachem Begin - Anwar Sadat
Un apretón de manos que cambió la historia: Menachem Begin – Anwar Sadat

Al mismo tiempo, el presidente egipcio ha estado presionando para bajar el tono del extremismo en el Islam. Ha exigido a los clérigos de la mezquita de al-Azhar que emprendan una reforma de algunas de las expresiones más extremas de diálogo religioso. El Ministerio de Educación también se ha encargado de eliminar elementos o episodios en los libros de texto que fomentan el extremismo religioso, más específicamente los que ensalzan la Yihad – tales como las guerras de Saladino y de Akba Ben-Nafî, que conquistaron grandes territorios en África. También fueron borrados algunos textos denigrantes sobre los judíos, pero no todos. Se ampliaron los capítulos que tratan el acuerdo de paz con Israel; el nuevo libro de la historia moderna de Egipto tiene una imagen de Menajem Beguin con Anwar el Sadat, junto con extractos significativos del tratado de paz.

A pesar de estos acontecimientos alentadores, los hay firmes en su oposición a Israel. En su mayoría se encuentran en las viejas élites – los líderes islámicos y lo que queda de los movimientos nacionalistas y pan-árabes.

Todavía hay una creencia extendida entre la población egipcia de que Israel es un enemigo empeñado en causar daño a Egipto. Cuando Sisi decidió construir un segundo canal del lado del Canal de Suez para duplicar su capacidad y permitir un mayor número de buques a través de una serie de artículos “explicó” que la medida estaba destinada a conectar el proyectado ferrocarril de Israel Ashdod-Eilat, supuestamente destinado a desviar el tráfico del canal.

Cuando el primer ministro Netanyahu visitó países de África oriental hace algunas semanas, los medios de comunicación en Egipto “explicaron” que el fin era fomentar la agricultura en los países situados río arriba en el Nilo, que luego necesitarán más agua disminuyendo de este modo la que llega a Egipto. Cuando el miembro del parlamento Tawfik Okasha tuvo “la osadía” de invitar al embajador israelí a cenar, fue expulsado del parlamento.

Y en los últimos tiempos un judoka egipcio fue reprendido duramente por haber accedido a un partido con un rival israelí – y por perder.

No es de extrañar entonces que el presidente egipcio está actuando con cautela. Las relaciones más cálidas con Israel son de suma importancia, pero no tiene ningún deseo de confrontarse con las élites que necesita que apoyen su política económica, sobre todo porque se ha dado paso a una medida de austeridad que es altamente impopular.

Al parecer, ha elegido una ruta más tortuosa. Hace unos meses anunció que quería ayudar a reiniciar el diálogo entre Israel y los palestinos, una preocupación a largo plazo perfectamente legítima de Egipto, que aspira a la paz en la región.

Sin embargo, no parece que Sisi haya formulado su propia iniciativa de paz. Ha dicho una y otra vez que acepta todas las iniciativas sobre la mesa, incluida la iniciativa francesa. Algunos en Israel y en Occidente creen que está a favor de un bloque sunita pragmático, que incluiría a Arabia Saudí y los estados del Golfo; junto con Egipto patrocinarían un diálogo entre israelíes y palestinos. Pero es difícil creer que estos países sean capaces y estén dispuestos a convencer a los palestinos a cambiar su estrategia declarada de no reconocer al Estado judío y renunciar al derecho de retorno.

Sin embargo, promover la cuestión palestina ofrece una oportunidad para Sisi de mantener un diálogo abierto con Israel y discutir las formas y los medios de expansión de lo que realmente le interesa: las relaciones económicas para aprovechar la tecnología y la cooperación de Israel. Por lo tanto, se puede esperar con cautela más – pero limitadas – mejoras en las relaciones entre los dos países en los próximos meses.

Zvi Mazel, miembro en el Centro de Asuntos Públicos de Jerusalem, ex embajador en Egipto, Rumanía y Suecia.

Fuente: The Jerusalem Post – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico