AMOS HAREL

El combate en Siria, que una pequeña parte del mismo está teniendo lugar cerca de la frontera norte de Israel, refleja los recientes intentos de varias partes en el conflicto de mejorar sus posiciones antes de que el cese al fuego entre en vigor. La perspectiva de que los acuerdos entre Rusia y EE.UU. darán lugar a un cese al fuego total parece modesta, pero las partes involucradas no toman riesgos. Están ocupadas tratando de ganar terreno.

Por consiguiente, el régimen de Assad lanzó ataques aéreos mortales en Idlib y Homs, y en el norte de Latakia. Mientras tanto, varios grupos rebeldes están tratando de despojar al régimen de sus últimos reductos cerca de la frontera israelí – desde las afueras de Quneitra hasta las laderas del Monte Hermón. Como resultado, los proyectiles del ejército sirio se han desviado a Israel en tres ocasiones recientemente. El ejército israelí respondió atacando posiciones sirias en la zona.

Israel, que no está involucrado en los esfuerzos para una solución diplomática en Siria, ni ha intervenido en la guerra, es escéptico de que las conversaciones entre el secretario de Estado estadounidense, John Kerry y su homólogo ruso, Sergey Lavrov, pondrán fin a los combates en Siria o lo que queda de ella, luego de que esfuerzos similares han fracasado.

El último de ellos colapsó después de poco más de un mes, en gran parte debido a los rusos, quienes bombardearon a los grupos rebeldes considerados más moderados. Esto ocurrió pese a la promesa de Moscú de centrarse en el Estado Islámico y grupos similares.

El acuerdo, según fue publicado, se reduce a cuatro disposiciones:

1. Un alto al fuego.

2. Transferencia inmediata de ayuda humanitaria a las muchas áreas que han sido seriamente dañadas en Siria.

3. Coordinación entre las dos grandes potencias para bombardear posiciones del Estado Islámico y el Frente al-Nusra, ahora conocido como el Frente de Apoyo al Pueblo de al-Sham. (a pesar de que el grupo se ha esforzado por distanciarse de Al-Qaida y establecer vínculos con otros grupos rebeldes.)

4. La promesa de publicar próximamente los otros entendimientos alcanzados una vez que se estabilice la situación en Siria.

Desde el punto de vista de Israel, aunque no lo admita directamente, el conflicto de los últimos cinco años y medio en Siria ha tenido sus ventajas. En primer lugar, ha erosionado al ejército sirio. La estabilización del régimen de Assad durante el año pasado, en gran parte gracias a la ayuda de Rusia, ha preocupado a Israel porque presenta la perspectiva de una tríada de poder en el Líbano: Siria, Irán y Hezbolá.

Por el momento, parece que el compromiso de Kerry-Lavrov, si se lleva a cabo, deja a Bashar Assad en el poder, al menos a corto plazo. Si el régimen sobrevive y Hezbolá gana tiempo para volver a centrar parte de sus esfuerzos en preparativos contra el ejército israelí, por supuesto no sería bueno para Israel. Y según los informes, no hay respuestas a otras cuestiones clave para el país: la situación cerca de la frontera en el Golán, el futuro de los drusos en el sur de Siria, e indirectamente, los esfuerzos de los kurdos para crear continuidad territorial en las áreas que ellos controlan.

Fuente: Haaretz

Traducción: Esti Peled

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