Las últimas derrotas del EI en Siria e Irak son la señal más evidente “del principio del fin.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – A menos que los jefes militares del Estado Islámico (EI) ideen una estrategia sorpresa de inmediato, parece hoy que el EI está condenado a la derrota. Pafraseando las palabras de Winston Churchill en su histórico discurso del 20 de noviembre de 1942 después de la derrota del ejército nazi en El-Alamein, las últimas derrotas del EI en Siria e Irak son la señal más evidente “del principio del fin.”

En este momento, el EI está siendo atacado en un movimiento de pinzas tanto en Siria como en Irak:

Manbij y Jarablus. Comenzando en agosto del 2016, el EI perdió en Siria ante las Fuerzas Democráticas Sirias la ciudad estratégica de Manbij, al noroeste de Aleppo, dominando el último acceso del EI a la frontera turca– una ruta para suministros, mano de obra, y equipo. Las Fuerzas Democráticas Sirias son una alianza kurdo-árabe dominada por los kurdos, patrocinada y asesorada por las fuerzas estadounidenses. El EI evacuó Manbij, el poblado de Jarablus, y el último enclave adyacente a la frontera turca, en el período posterior inmediato a la incursión militar turca y del Ejército Libre Sirio a fines de agosto. Como resultado, más allá de sucumbir ante fuerzas superiores, el EI ha sido erradicado de su apoyo logístico fundamental. La frontera con Turquía está sellada, y la Turquía de Erdogan se ha vuelto un adversario feroz del EI. Junto con la coalición anti-EI liderada por los estadounidenses, Rusia, e Irán, Turquía ha prometido derrotar al EI.

Raqqah. La retirada del EI de la parte noroccidental de Siria ha abierto para la coalición la opción militar de avanzar al oriente hacia la capital del EI, Raqqah. La capital del EI está ahora bajo sitio para todos los propósitos prácticos, atrapada entre las fuerzas kurdas al norte y al oriente de Raqqah y recortada de la última ruta a la frontera turca después de su derrota en Manbij.

Los kurdos. La incursión militar turca en territorio sirio junto con sus fuerzas satélites sirias (el Ejército Sirio Libre) tiene un significado especial: Turquía no permitirá la creación de contiguidad territorial kurda junto a sus fronteras, que se extienden desde el Kurdistán Iraquí hasta el área de Jarablus-Manbij, y ha tomado medidas de anticipación a fin de impedir tal acontecimiento.

El cuadro estratégico cambiante

La derrota del EI en el noroeste de Siria y su retirada del área ha creado una situación donde las fuerzas que quedan en el terreno son o pro-rusas (el régimen sirio y sus aliados), pro-Estados unidos (los kurdos y las facciones rebeldes apoyadas por la CIA), o pro-turcas (la llamada coalición del Ejército Sirio Libre). Esto crea una situación potencial para un acuerdo político entre las partes sirias en guerra impuesta por las potencias regionales y mundiales: Turquía, Rusia y los Estados Unidos. Para cuando esté siendo publicado este análisis, sin embargo, un acuerdo ha sido elusivo.

Irak. En paralelo a los acontecimientos en Siria, el EI también sufrió la pérdida de importantes activos territoriales en Irak. Las fuerzas lideradas por Estados Unidos tuvieron éxito en recapturar en la última semana de julio la base aérea estratégica de Qayara, 50 millas al sur de Mosul, junto con los enormes campos petroleros en su vecindad que solían proporcionar al EI con dinero en efectivo e influencia, creando así una situación viciosa similar a la que prevalece en Raqqa, Siria.

irak

Mosul está a punto de ser rodeada por las fuerzas anti-EI. En el este, algunas millas al norte de Mosul están desplegadas las fuerzas turcas (dentro de territorio soberano iraquí) en el pueblo asirio abandonado de B’aqubah; al norte, los peshmerga kurdos dominan la escena en tal medida que junto con las Fuerzas Especiales de Estados Unidos han estado atacando objetivos del EI casi 200 millas dentro de territorio del EI. El 4 de septiembre del 2016, hombres armados irrumpieron dentro de una estación de policía del EI en la provincia de Nínive (Mosul) y mataron a un jefe de seguridad del EI, Mahmoud Sulaiman al-Muslih y a cuatro “miembros de seguridad,” informó un diario kurdo.

No hay dudas que la batalla por Raqqah y Mosul será compleja ya que el EI ha adoptado una política de utilizar civiles como escudos humanos, una táctica que costaría la pérdida de incontables civiles. El EI también ha plantado miles de minas anti-personales en campos minados a fin de lentificar el avance de tropas, preparó artefactos explosivos improvisados letales, y está listo para usar gran cantidad de atacantes suicidas contra objetivos de la alianza anti-EI. Aparte, el combate en áreas urbanas es devastador tanto para los atacantes como para los defensores, un hecho que requiere preparativos muy minuciosos y el uso masivo de poder de fuego por parte de ambas partes.

Por estas razones, parece que la ofensiva contra Raqqa y Mosul puede no ser iniciada en el futuro muy cercano. A partir del comportamiento de la coalición en ataques previos (Palmira, Ramadi, Tikrit), la coalición anti-EI iniciará su ofensiva cuando haya preparado ordenadamente las tropas. Sólo entonces la coalición elegirá los medios y el momento apropiado para el inicio del ataque contra los últimos enclaves del EI.

Más allá de Siria e Irak

En otros frentes, uno debe destacar que Estados Unidos ha combatido al EI en Libia en su bastión principal, la ciudad costera de Sirte, usando su poder aéreo y Fuerzas Especiales en el terreno, una tarea emprendida también por fuerzas especiales francesas e italianas. Lejos, casi bajo el radar, un drone estadounidense eliminó a Hafez Said, el comandante del EI en Afganistán (Provincia Khurasan) junto con otros 30 combatientes, señalando que la coalición liderada por Estados Unidos tratará de rastrear y destruir todos los objetivos pertenecientes al Estado Islámico donde quiera que estén a fin de impedir que el EI recree su califato ahora empequeñecido en otros refugios.

Habiendo dicho eso, es vital explicar que un EI en agonía podría muy bien significar un renacer de ataques terroristas en el Occidente, siempre que el EI encuentre adecuado y oportuno actuar. Ataques terroristas pasados han probado que el EI utiliza la infraestructura musulmana radical local en Europa, Estados Unidos, y Asia a pesar de estar bajo ataque en Siria, Irak, Libia y Afganistán. No subestimen la letalidad del aparato terrorista del EI ni la disposición del EI a utilizar medios no convencionales para dañar al Occidente, para castigarlo por sus ataques contra el Califato.

Fuente: The Jerusalem Center for Public Affairs- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México