Cuando el teléfono sonó en la mañana del 11 de septiembre de 2001, Sigal Shefi-Asher no imaginaba que su marido estaba a punto de pronunciar sus últimas palabras; ‘Él entendió que iba a morir. Yo sabía que esas eran sus últimas palabras.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Han transcurrido quince años, sin embargo, sus últimas palabras siguen resonando en su cabeza: “Hubo una explosión, hay una gran cantidad de humo. Entiendo que no puedo salir de aquí y que no puedo ser rescatado.” Llena de dolor, Sigal Shefi-Asher recuerda la última llamada telefónica de su marido Hagai Shefi, quien murió en las torres gemelas a los 34 años.

Con motivo del 15 aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre, la Radio del Ejército transmitió un programa especial llamado “102 minutos”, que narra los acontecimientos del día a través de testimonios de nueve personas diferentes, incluidos Shefi-Asher, uno de los sobrevivientes, un oficial de la policía de Nueva York, el jefe de personal del primer ministro Ariel Sharon y otros.

En 2001, Sigal y Hagai vivían en Nueva Jersey con sus dos hijos. Hagai era presidente de una empresa de alta tecnología americana y había decidido crear otra compañía con un amigo en la que serviría como su director.

En la mañana del 11 de septiembre Hagai viajó a la ciudad de Nueva York para asistir a una conferencia en el piso 106 de una de las torres.

Cuando Sigal despertó, su hija Nomi seguía durmiendo, pero su hijo de cinco años, Roi, se había levantado. “Roi insistió en ver a su padre y beber chocolate caliente con él. Esa fue la última vez que lo vio,” narró Sigal en una entrevista al diario Yedioth Ahronoth.

A las 8:00 am, Hagai llegó a la torre (la primera en derrumbarse en el ataque) y ascendió en el ascensor. Sigal comenta, “Saqué a Nomi a dar un paseo en la carreola. Cuando volví, el teléfono sonó y era Hagai.” En un tono tranquilo, dijo: “Hubo una explosión, hay una gran cantidad de humo. Entiendo que no puedo salir de aquí y que no podré ser rescatado.” Después de pronunciar esas terribles palabras, Hagai se despidió de su esposa y terminó la conversación.

Luego la línea se cortó.

Sigal encendió la televisión para ver las escenas de horror que ocupaban todos los canales. “No podía creer lo que estaba viendo. Un avión chocó contra la segunda torre;. La gente saltaba por las ventanas. Era un espectáculo terrible.”

Un momento después, los padres de Hagai llamaron para ver si todo estaba bien. Aparentemente, ellos no tenían por qué preocuparse porque sabían que Hagai trabajaba en Nueva Jersey. Sigal no ocultó la verdad y les habló de la terrible conversación que tuvo con Hagai, pero inmediatamente después colgó para desocupar la línea en caso de que Hagai intentara llamar de nuevo.

Dos días después de la tragedia, se encontró su cuerpo, intacto, en los escombros. Dos años más tarde, Sigal y sus hijos volvieron a Israel. Actualmente viven en Yehud y sus dos hijos ya son jóvenes; Roi tiene 20 años y Nomi 18.

“Hagai me obsequió un gran regalo,” dijo Sigal, luchando para encontrar palabras. “Esa conversación está grabada en mi memoria y la repaso una y otra vez. Él se despidió de mí, comprendió que iba a morir. Sabía que esas fueron sus últimas palabras.”

Sigal habló de sus pensamientos y del eterno anhelo. Ahora, cuando se acerca el aniversario, el dolor se intensifica. “Las lágrimas vuelven con el dolor agudo en mi corazón. Hay algo en estos días que me hace volver a esa terrible tragedia que estará conmigo hasta mi muerte.”

Fuente: Ynet / Rotem Elizera

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