José Grinberg presentó su nueva exposición “Señales”, el martes 6 de septiembre en el Colegio de Arquitectos. Antes de la inauguración de la exposición, el artista conversó con Enlace Judío sobre esta exposición y sobre sus fuentes de inspiración.

José Grinberg es egresado del Colegio de Arquitectos de la UNAM. En 1970 fundó la firma de arquitectos Grinberg & Topelson. Se desempeñó como académico de la UNAM y la Universidad Anáhuac, en donde también recibió el Premio a la Excelencia Académica. Actualmente es miembro de la Junta de Honor de la Academia del Colegio de Arquitectos y ha recibido numerosos reconocimientos. Aparte de dedicarse a la arquitectura y diseño, divide su tiempo con la creación plástica desde 1960.

Esta obra tiene una gran transformación, estoy expresando mis vivencias, experiencias, mis fantasmas, mis conflictos y los sueños que cotidianamente me suceden y se van alojando en el fondo de la memoria. Esta serie se llama “Señales”, que constantemente se repiten en el inconsciente. Las veo en sueños, las veo constantemente. Las expreso en formas, colores y pasión fundamentalmente. Mi pintura no es de pinceladas suaves, más bien es de pinceladas espontáneas que tratan de expresar sentimientos”, comenta.

En toda la actividad humana siempre existe evolución y transformación, aseveró.

En referencia a su carrera arquitectónica, nos dijo: “Seguimos muy activos Sarita Topelson, mi esposa, y yo diseñando proyectos en todos los sectores, vivienda, diseño plano, estamos haciendo escuelas y todas las oportunidades que se van presentando”.

Respecto a los jóvenes, el señor Grinberg cree que quienes están empezando deben ser muy auténticos y tener la mayor preparación que se pueda tener. “Deben hacer las cosas con pasión y honestidad, eso es lo más importante”, afirmó.

En el sector que cada quién seleccione de su vida, las cosas se tienen que hacer con pasión y entrega tratando siempre de servir a la sociedad y a México”, dijo Grinberg. Además puntualizó que es importante identificarse con nuestras raíces y que el sentido de pertenencia debe estar presente.

A la exposición se dieron cita amigos, colegas y familiares para ver y gozar las obras. Entre los presentes se encontraba la Senadora Ma. Elena Barrera, Irene Espinosa, Tesorera de Hacienda, el señor Xavier Cortés, José Luis Cortés, la autora Silvia Cherem, y muchas personalidades más.

En la semblanza colocada a la entrada de la exposición se destacan algunas características de la obra del artista, como la incorporación de la presencia de símbolos, imágenes y mitos; las constantes de laberintos sin salida, laberintos urbanos, y el reflejo del caos urbano. Escaleras que no conducen a ningún sitio, ventanas abiertas a diálogos rotos, fragmentos discontinuos. Una radiografía del caos y la libertad. Una constante búsqueda en la que reflexiona sobre su propia identidad y condición, frente al mundo convulsionado que lo rodea; marcado por la fragmentación es capaz de captar las condiciones, los contrastes, las secuencias de vida.

La obra de Grinberg sin duda dejó una honda impresión entre los asistentes.