El ex director de Charlie Hebdo y France Inter, Philippe Val, responde al llamamiento hecho por 41 intelectuales franceses musulmanes en Le Journal du Dimanche el día 31 de Julio.

PHILIPPE VAL

Mis queridos amigos, al publicar un llamamiento en Le Journal du Dimanche la semana pasada, valientemente lograron satisfacer una necesidad. Como personas francesas y musulmanas, ustedes son la primera voz que se atreve a reconocer, bajo su propio riesgo, que el islam está experimentando una profunda crisis interna. Ustedes deciden mirar con dureza la realidad con el fin de observar lo que muchos pretenden no notar: que la radicalización del Islam está en el corazón de esta crisis y que representa una amenaza letal a la armonía democrática y republicana. Y llaman a trabajar en el ámbito intelectual, cultural y legislativo para reformar el islam en Francia y para responder a la pregunta de la conciencia colectiva nacional, que por supuesto incluye a los franceses musulmanes, “¿Dónde están? ¿Qué están haciendo?”. Creo que la enorme mayoría de los franceses, independientemente de sus orígenes, estaban esperando por este gesto durante mucho tiempo y lo reciben con gratitud. Sin importar lo que piensen los partidos radicales, los franceses han tenido diversos orígenes durante siglos, y la larga paz que hemos tenido desde mediados del siglo veinte ha marginalizado al racismo, que si bien debe seguir siendo combatido, hoy solo sigue siendo influyente entre una minoría en Francia. Las reacciones del público sabio ante la atrocidad de los ataques terroristas ha demostrado esto incontables veces, y la mano que ustedes extienden ahora solo puede reforzar este deseo por amistad que constituye la belleza de este país.

Aún así leyendo su llamamiento, las primeras dudas emergen: ustedes no mencionan a Charlie Hebdo, solo a caricaturistas. Después llega la adecuada confirmación dramática: ustedes mismos han condenado y malgastado su gesto en las primeras líneas. En su extraña lista de víctimas del terrorismo (mencionan el teatro Bataclan, el asesinato de oficiales de policía, la gente en Niza, el sacerdote), se olvidaron de los judíos, quienes se encuentran entre los primeros blancos del terrorismo y están en la cima de la lista de intención de ataque. Al mencionar solo a aquellos en Francia, se olvidaron de las víctimas de Mohamed Merah (en el ataque a la escuela judía en Toulouse) y de aquellas en el Hyper Cacher.

Hay dos explicaciones, las dos igualmente abominables:

Ustedes hicieron esto a propósito para movilizar a la mayor cantidad de gente posible sin tener que lidiar con el antisemitismo que es un elemento firmemente impregnado y no negable del islam. Y esto se reduce a admitir que ustedes ya perdieron la batalla que afirman estar peleando.
O esta es una omisión inconsciente, que significa que ustedes aún no han entendido la naturaleza de la enfermedad que amenaza la vida del estado de derecho, una enfermedad que no han logrado curarse ustedes mismos.
Uno debe esperar que al menos algunos de ustedes hayan firmado este llamamiento confiadamente, sin leerlo. No podemos creer que ciertas honorables personas puedan haber cometido semejante error.

Este episodio es un remanente de la reacción del Primer Ministro Raymond Barre luego del ataque en la sinagoga en Rue Copernic, cuando el lamentaba que, junto a los judíos, también hayan habido víctimas inocentes.

Mis amigos, insisto en decirles esto: nunca aceptaremos esas “concesiones” lingüísticas, que no son ni más ni menos que un permiso silencioso otorgado a futuros criminales antisemitas. Aún así – debemos incesantemente persuadir a aquellos que dudan de esto, sin los cuales su gesto carecería de significado – Francia también es también el país de los franceses judíos. Compartimos un vínculo inquebrantable con la comunidad judía de Francia a través de nuestra historia compartida, nuestra cultura y el establecimiento de leyes que garantizan la libertad y la armonía. Aquellos que piensan que podemos encontrar semejante salida vergonzosa del período dramático que estamos atravesando están extremadamente equivocados. No nos permitiremos a nosotros mismos ser engañados. Así como los franceses se levantarán para defender a los franceses musulmanes que enriquecen a su país al amar y respetar al estado de derecho, ellos también se levantarán de la misma manera para defender a sus compatriotas judíos y la memoria imborrable de las víctimas que fueron asesinadas por ser judías.

Mis amigos que firmaron este llamamiento, estamos todos preparados para darles el crédito por sus buenas intenciones. Nunca es demasiado tarde para hacer el bien. Republiquen su llamamiento con una exhaustiva lista de ataques en orden cronológico. Y precisamente porque saben que esto es problemático para una parte de la comunidad musulmana, escriban la palabra “judío”. Solo el esfuerzo dirigido a mirar y reconocer la realidad puede permitirnos a empezar a pensar soluciones. Si empezamos nuestros pensamientos con una mentira por omisión, estamos condenados a una guerra por sumisión.

Fuente:unwatch.org