JORGE JUÁREZ PEÑAFLOR

Estoy sorprendido de la libertad que tienen en Israel a pesar de que están en estado de guerra o terrorismo. Se entiende literalmente que cuando un país está en guerra todos deben estar unidos para poder vencer al enemigo, además tienen mucho cuidado de que no haya infiltrados que puedan informar lo que va hacer el ejército, por esa razón hay una contra inteligencia que está cuidando a los mismos militares y a grupos políticos que puedan afectar al país.

La prensa es controlada por el gobierno, esto para que aquellas personas que no están de acuerdo con esa guerra no vayan a influir en los ciudadanos para desanimarlos, como también con el ejército, lo que traería consecuencias catastróficas, incluso perder la guerra.

En los países totalitarios todo está controlado y vigilado por el dictador, la policía secreta y el ejército y lo que más se controla es la prensa, la televisión, la radio, la educación, la religión y a los intelectuales para que no vayan a incitar una rebelión en contra del sistema, hasta parece que están en guerra contra otro país. Todo el mundo debe estar de acuerdo con la dictadura que puede ser de derecha como fue con Francisco Franco, en España, o de izquierda como es todavía con los hermanos Castro en Cuba.

Cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, la Alemania-nazi tenía un control absoluto de los medios masivos de comunicación, incluso desde que Hitler tomó el poder en 1933, quitándoles las libertades a los alemanes y engañándolos con la idea de que eran la raza aria que debía gobernar a las razas inferiores, ya que los científicos le dieron validez a esa teoría biológica y la mayoría de los alemanes se la creyeron. Los que no estaban de acuerdo con el nazismo eran perseguidos y fusilados. La prensa alemana nazi también promovía la violencia contra los judíos, lo que terminó en el peor genocidio de la humanidad.

En Israel, a pesar de estar en una guerra o terrorismo constante, la prensa es libre y puede publicar lo que quiera, no importa que no esté de acuerdo con las políticas de Benjamín Netanyahu.

El periódico Haaretz, el más antiguo de Israel, fue fundado en 1918 por un grupo de empresarios de Izquierda. En 1937 Salman Schoken compró el periódico y fue editado por su hijo Gershon hasta su muerte en 1990 y su hijo Amos asumió la presidencia CEO y editor. En Agosto de 2006 el 25% de las acciones de Haaretz fueron vendidas a la editorial alemana M.Dumont Schauberg, cuyo padre era miembro del partido nazi y cuyas empresas de publicación promovían la ideología nazi. Este periódico tiene una línea radical haciendo comentarios perniciosos contra Israel pero como tienen libertad de prensa, el gobierno no puede hacer nada por el respeto que tienen a su libertad ya sea de expresión como la escrita en libros y los periódicos.

Haaretz goza de gran prestigio entre la gente culta; a través de sus editorialistas pueden difamar y difundir una propaganda donde se vierten asuntos que sí afectan la reputación de Israel. A pesar de que escriben plumas de renombre, publican algunas mentiras ominosas como fue con el soldado israelí que hizo unas declaraciones ( libelo de sangre), de que los soldados cometían crímenes de guerra y además, ese soldado formó un grupo “Rompiendo el Silencio” que se encarga de promover más calumnias y difamaciones contra el Estado de Israel.

La libertad de prensa en Israel garantiza que no hay censura, ni cuando están en guerra contra los terroristas de Hamas. Puede haber noticias que afecten al gobierno de Benjamín Netanyahu, pero como los judíos desde siempre están tan acostumbrados a las difamaciones y las calumnias no le dan la importancia que se merece aunque el periódico Haaretz publique falacias ponzoñosas que dañan a Israel.

Los israelíes tienen una cultura de absoluta libertad de prensa, todo lo contrario de los países occidentales, que cuando están en guerra quedan suprimidas las libertades y todo el mundo se alinea al gobierno en turno; por ejemplo, George Orwell, no pudo publicar su libro, “Rebelión en la Granja” ya que era una sátira a Stalin y podía afectar las relaciones entre Inglaterra y la Unión Soviética.

En Alemania hubo quema de libros y cierre de periódicos que afectaban a la ideología nazi. En los países democráticos pueden calumniar con argucias como lo han hecho algunos intelectuales tendenciosos como Saramago y Vargas Llosa, con comparaciones criminales de que el Estado de Israel es apartheid, racista y neonazi.

Si Israel fuera un Estado nazi, como lo describen estos y otros intelectuales, ya desde cuando hubiera clausurado al periódico Haaretz, ya que sus colaboradores como Gildeon Levi Y Amira Hass promueven la idea de que Israel nació en pecado y Levi expresa que es uno de los regímenes más brutales y tiránicos del mundo y muy a menudo dice que Israel es un estado apartheid. Incluso el editor Schocken escribía una columna titulada, “Sólo la presión internacional terminará con el apartheid en Israel”.

Desde mi punto de vista Israel no nació en pecado, nació para que nunca más haya persecuciones, torturas y genocidios contra los judíos. Y estás personas que escriben en el diario Haaretz, han promovido con sus publicaciones el odio y el antisionismo en el mundo, como lo expresa Amira Hass, exagerando su noticia incendiaria obteniendo resultados mediáticos de que Gaza es un campo de concentración, cuando está muy lejos de ser uno de los campos de la muerte de los nazis.

En los campos de concentración, los judíos eran obligados a trabajos forzados, hambreados, torturados y gaseados. Eso nunca ha sucedido en la Franja de Gaza, ni cuando los egipcios la tenían, menos con los israelíes. Los intelectuales han encubierto la verdad con mentiras y nunca dicen que Israel quiere liberar a los palestinos de la pobreza, pero los líderes musulmanes prefieren el terrorismo que han hecho crecer en el mundo con indiferencia de los europeos guardando silencio.

Encuentro una gran incoherencia de Gildeon Levi, que dice que Israel es un régimen brutal y tiránico; él está difamando porque si fuera como lo expresa, el gobierno israelí hubiera cerrado el periódico Haaretz y él habría sido fusilado. En un país tiránico y totalitario la libertad de prensa está totalmente suprimida y no puedes criticar al gobierno y menos cuando está en estado de guerra.

Entonces, Israel no es un estado brutal ni tiránico, ni tampoco está en pecado sino es un país democrático que tiene libertad de prensa y cualquier periodista e intelectual pueden escribir lo que les plazca en contra del Estado o de cualquier gobierno, no importa que tenga buenas relaciones con Israel.

El dinero puede comprar intelectuales y periódicos para poder influir en políticas que beneficien a cualquier ideología y país, como también para calumniar y confundir a los ciudadanos como lo ha hecho el periódico Haaretz, que tiene una tendencia a favorecer a los árabes petroleros musulmanes, distorsionando la información y utilizando la libertad de prensa para difamar a Israel.

P.D. Cualquier intelectual o periodista que hable mal de Israel hay que enfrentarlo con valor, desmintiendo sus argumentos.