GEORGE CHAYA

Los Estados Unidos y Rusia acordaron efectuar un esfuerzo amplio con el fin de detener el fuego en Siria. La tregua, que comenzó el lunes por 48 horas y se extendió luego por otros dos días, pretende ser un primer paso hacia la firma de un documento que ponga fin a cinco años de guerra civil. En principio, se busca una tregua que facilite el acceso irrestricto a la ayuda humanitaria y que neutralice militarmente a los grupos islamistas de línea dura en todo el país.

Sin embargo, en la tarde del sábado y la mañana del domingo aviones de combate bombardearon un mercado en la región del Idlib, al noroeste del país. La ciudad aun está controlada por rebeldes. El saldo provisional de esos bombardeos es de al menos 58 civiles muertos, muchos de ellos niños y mujeres, de acuerdo a la información aportada por rescatistas del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Gran Bretaña.

Los pobladores de la zona dijeron que los aviones de combate que ejecutaron la matanza fueron rusos. Videos filmados por civiles y subidos luego a las redes sociales mostraron a los rescatistas transportando cadáveres de niños carbonizados y otras víctimas cuyos cuerpos fueron extraídos debajo de los escombros del Mercado bombardeado. “El Mercado estaba colmado de civiles que compraban alimentos para sus familias en él, todos eran civiles”, dijo a Reuters Salem Idlibi, un trabajador de la Defensa Civil.

La provincia de Idlib ha sido objetivo continuo de los aviones rusos en los últimos 3 meses. De acuerdo con socorristas de ayuda internacional, la destrucción de decenas de hospitales, escuelas y otra infraestructura en el territorio controlado por los rebeldes es casi del 90 %. La ciudad de Alepo también se vio afectada por los bombardeos que continuaban entrada la madrugada del domingo.

El ejército del presidente Assad atacó masivamente varias zonas de la ciudad, declararon fuentes de Alepo, indicando que los ataques fueron más duros que lo usual para ganar terreno antes de la fecha límite al alto el fuego: murieron 36 personas por obuses de morteros y bombas lanzadas desde helicópteros del gobierno. Según el Observatorio Sirio, los helicópteros y aviones que participaron eran sirios y rusos, y generaron una masacre innecesaria entre los civiles.

“La lucha ya alcanzó todos los frentes del sur de Alepo”, declaró el Capitán Abdul Salam Razak; portavoz rebelde que integra la Brigada Nour al-Din al-Zinki del Ejército Libre Sirio (ELS).

Razak dijo al diario Egipcio Al-Watan que analizan el acuerdo entre EE.UU y Rusia, pero temen que sea una Hudna del gobierno -palabra que en lengua árabe se utiliza para definir “una maniobra de reunificación de fuerzas”- para golpear luego con más dureza, apoyado por Hezbolá y brigadas de soldados iraníes que combaten en Alepo.
El presidente Al-Assad no hizo comentarios sobre el acuerdo, pero los medios de comunicación estatales, dijeron que el gobierno prestó su aprobación.

El Alto Comité de Negociaciones (HNC, por sus siglas en ingles) dijo no haber recibido copia del acuerdo y que responderá luego de consultar a sus miembros. Sin embargo, una fuente del HNC reveló que dan la bienvenida a cualquier acuerdo que salve vidas civiles, aunque puso en duda si Moscú presionará a Damasco para detener los bombardeos.

El Secretario de Estado de los EE.UU, John Kerry, pidió a las partes respetar el acuerdo luego de varios intentos fallidos en las últimas semanas. “Es necesario poner fin a todo ataque, incluidos los bombardeos aéreos y cualquier intento de ganar territorio a expensas de cualquiera de las partes”, declaró Kerry

El canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo que “a pesar de la desconfianza mutua, las partes han firmado un documento de coordinación y lucha contra el terrorismo y deben respetar la tregua para crear las condiciones con el fin de reanudar el proceso político estancado desde hace tiempo”.

“Los esfuerzos de paz anteriores se derrumbaron en pocos días cuando fuerzas de Assad atacaron a grupos de oposición y civiles masivamente”, señalo Kerry, quien agregó que “la piedra angular” del nuevo acuerdo es que el gobierno sirio no vuele misiones de combate en una zona acordada”. Assad sostiene que no dejara de hacerlo mientras haya combatientes del Frente Al-Nusra -filial de Al-Qaeda en Siria- que cambió recientemente su nombre al de Jabhat Fateh al-Sham.

Al entrar en vigor, el nuevo acuerdo “podría configurar graves consecuencias para los grupos islamistas de Siria”, declaró a Reuters Michael Ratney, el enviado de Washington a Siria el pasado sábado instó a las partes a cumplir el acuerdo y aclaró que se concede el derecho de autodefensa contra ataques del ejército sirio y Rusia, agregando que el acuerdo debe poner fin a los bombardeos aéreos rusos y de la fuerza aérea siria sobre civiles en zonas de control gubernamental.

Si la tregua resulta exitosa, Rusia y EE.UU comenzarán reuniones preparatorias para establecer un “centro conjunto” donde compartirán información para distinguir territorio controlado por Al-Nusra y otros grupos yihadistas.

El problema mayor parece radicar en que “Fateh al-Sham es una facción presente en Siria que participa en varias operaciones militares, por lo que su separación con el ELS no está claramente definida, sobre todo, teniendo en cuenta que hay intentos de aliarse abiertamente con el ELS”, declaró a Reuters Fares Bayoush, jefe de una brigada del ELS, quien consideró que la tregua puede fallar ya que una separación clara entre ellos y Al-Nusra es problemática pues luchan juntos en varios frentes contra el ejército sirio, Hezbollah y milicias de Irán.

Fuente:infobae.com