AVI BAUMOL

Es inusual hablar de filo-semitismo en Europa hoy, pero no tengo otra palabra para lo que he experimentado en Cracovia la semana pasada. En pocas palabras, he experimentado amor. El amor de una comunidad cristiana por un segmento de la población que Polonia había perdido como resultado del Holocausto.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La Marcha de la Memoria y la Vida fue el resultado de una discusión que tuve con mi estudiante (cristiano) Irek Czubak después de una de nuestras clases abiertas a judíos y no judíos en el Centro de la Comunidad Judía de Cracovia. Irek y su esposa y entre 40 y 50 más asisten religiosamente a mi clase llamada Judaísmo para todos. En ellas se explora la Biblia, el Talmud y la filosofía judía y durante los últimos tres años he recibido sólo najat (placer) de ellos.

Cracovia tiene una rica historia judía que se remonta casi 800 años y escucha a algunas de las más grandes personalidades rabínicas en nuestra historia. Cracovia, como todas partes en Polonia, es por desgracia lugar de asesinatos en masa y la casi aniquilación de la vida judía durante el Holocausto. Y mientras muchos gentiles justos ayudaron a judíos a sobrevivir, algunos polacos también fueron directa o indirectamente culpables de complicidad en la destrucción o la expulsión de los judíos de sus hogares.

Una rosa y un perdón

La necesidad de recordar el pasado oscuro, así como las contribuciones positivas que el pueblo judío ha tenido en Polonia fue un tema que impregnaba la marcha que comenzó con las palabras del Vice Alcalde de Cracovia, el Dr. Andrzej Kulig, así como el profesor Mach, ex Director del Instituto Europeo de la Universidad Jagellónica, la Embajadora de Israel en Polonia Anna Azari y especialmente el Obispo Ryś. También había una necesidad por parte de algunos de los participantes de pedir perdón a los residentes judíos por las acciones del pasado. En diferentes puntos a lo largo de la ruta se realizó una ceremonia en la que volvían a contar la historia de una tragedia y se dirigían simbólicamente a nuestros sobrevivientes y les regalaban una rosa.

Rabino y deguel

La marcha estuvo también parcialmente patrocinada por un grupo alemán llamada Marcha de la Vida, que consistía en jóvenes alemanes muy conscientes de su pasado. Algunos incluso compartieron confesiones desgarradoras al descubrir que sus abuelos fueron cómplices en el asesinato de cracovianos. Zosia Radzikowska, un niño sobreviviente que recibió una rosa de ellos, exclamó que no tenían nada que confesar, una nueva generación ha surgido basada en la tolerancia, el amor y la comprensión mutua.

Univ Jagellónica

Tuve el honor de caminar junto con sacerdotes, obispos y miembros de la comunidad judía y no judía y en especial el honor de hablar en el evento final de la noche, un concierto gratuito de música judía para más de 500 personas en la sinagoga Tempel. Aproveché la oportunidad para expresar mi agradecimiento a las personas valientes que se levantaron en su país exclamando que no hay Polonia sin judíos, y con orgullo agitaban banderas israelíes. Imagínese en una Europa de hoy, cuando la mayoría de los judíos temen ser identificados como judíos que ‘por el camino de Auschwitz’ el rabino revestido con una kipá camina de la mano con no-judíos que llevan banderas de Israel!

Rabino Obispo y

Marchas similares han tenido lugar en Varsovia, Wroclaw y Kielce y hay verdaderamente una esperanza de que continúen su expansión en otras ciudades y países.

Tengo la suerte de trabajar en Cracovia donde recibo testimonios en JCC de Krakow todos los días, no sólo del renacimiento de la vida judía por jóvenes hombres y mujeres polacas que están redescubriendo sus raíces judías, sino también por la manifestación de esta maravillosa actitud hacia los judíos de la población no judía que vienen a clases, voluntarios y se regocijan en el conocimiento de que una vez más el pueblo judío está vivo y seguro en Cracovia.

Fuente: The Times of Israel.blogs – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico