En ocasión de su cumpleaños número 82, el miércoles 21 de septiembre pasado, Leonard Cohen dio al mundo un regalo: un adelanto de su próximo álbum, cuya canción principal es “¿Lo quieres más oscuro?”, que saldrá el 21 de octubre.

Con una lírica cargada de palabras de Midrash, incluidas las canciones “la historia de Isaac”, “Who by fire” – su interpretación poética de la oración de Yom Kipur, Unetanah Tokef – y su canción más famosa, Haleluya, que comienza así: “He oído que había un acorde secreto / que tocó David, y con eso, Dios …”.

Su última canción es quizás la más judía: es el lamento de de un narrador, dirigido a Dios, preguntándose por qué las cosas malas le suceden a la gente buena, por qué la humanidad sufre, y por qué Dios aparentemente quiere que el hombre descienda a las profundidades más oscuras, antes de ofrecer la redención.

Lo más obvio, no es el estribillo cantado en hebreo: “Hineni, hineni, estoy listo, mi Señor” las palabras hebreas pronunciadas por Abraham a Dios en Vayera, la porción de la Biblia que incluye la piedra de toque del Cohen – la Akeidah, o el sacrificio de Isaac. El narrador de la canción se dirige a Dios desde una posición de humildad y disposición a servir.

La primera línea de la segunda estrofa continúa en esta línea: “Magnificado y santificado sea tu Santo Nombre”, una traducción palabra por palabra del Kadish, el canto de alabanza a Dios que aparece en toda la liturgia judía.

Y este profeta de hoy, el bardo de la muerte y la oscuridad, continúa:

Está escrito en las Escrituras / Y no es vana petición / ¿Lo quieres más oscuro? / Matemos la llama.

Se construye a sí mismo hasta un nivel de disgusto por ejemplo con la carga del hombre que canta, “No sabía que tenía permiso para asesinar y mutilar … Si tuya es la gloria, mía debe ser la vergüenza”.

Aún más, Cohen hace todo lo posible para adaptar la letra a la música judía. Contrató un coro de renombre mundial, el de la Congregación Shaar Hashamayim, la sinagoga de Montreal en el que se crió y celebró su Bar Mitzvá (y del cual su abuelo y bisabuelo fueron presidentes), para proporcionar antecedentes la pista (así como en “parecía que la mejor manera”, otra canción del próximo álbum). Y el Cantor del templo, Gedeón Zelermyer, canta el coro final de la canción. Esta música cantorial sin duda romperá el corazón de cualquier oyente empático.