Nuestro experto en genealogía judía, Alejandro Rubinstein, está respondiendo las numerosas peticiones acerca del origen de sus apellidos. En esta ocasión retoma un apellido publicado con anterioridad, a petición de uno de nuestros lectores.

 

Buenas tardes

Bonsoir, me llamo Jesús, de apellidos Flores Navarro. Soy jardinero afincado en el sur de Bélgica.

Estaba escribiendo a una amiga sobre mis orígenes cuando he leído con interés el contenido del apellido “Flores” en la rúbrica que la contiene.

Habiendo tenido la ocasión de hacer estudios concernientes al origen del apellido “Flores” tengo que decirles que la familia de mi padre llevo hasta el segundo cuarto del siglo XIX la preposición ” de” delante del apellido, “de Flores”.
Habiendo tenido la ocasión de encontrarme con personas relacionadas con el mundo judío tiempo atrás, aprendí que “de Flores” indicaba el probable origen de mi familia de un pueblo de Castilla, utilizado como apellido cristiano al ser ella de origen judía.

Al igual que ocurriera tras el fallecimiento del dictador Franco cuando numerosos vascos cambiaron sus nombres castellanos por sus propios vascos (prohibidos durante la dictadura), mi familia decidió quitarse del apellido la preposición “de” pues indicaba a la población vecina su potencial origen judío. Como ustedes sabrán, a pesar de haberse cristianizado un apellido, una familia conversa fue siempre considerada como potencialmente judía.

Yo sé que toda la familia paterna decidió quitarse la dicha proposición tras la abolición oficial de la Inquisición española en 1834. Desde entonces nadie más hablo del origen de nuestra familia y se dejó en el olvido hasta mis estudios.

Pocos en mi entorno familiar asumen hoy éste origen como el posible “gitano” de una abuela, ya que una de las consecuencias en la cultura hispana del periodo de la Inquisición fue crear en sus mentes la ignorancia del pasado y, sobre todo, potenciar el racismo entre las poblaciones diversas del país.

Gran parte de la familia paterna vivía en el barrio viejo de la ciudad andaluza de Jerez de la Frontera, al pie de la Catedral y donde hoy siguen viviendo algunos primos. Como en aquel entonces, gran parte de la familia ha trabajado en labores de artesanía, al menos, hasta la generación paternal y más disuelta desde entonces.

No soy practicante de religión alguna pero tuve una época en mi existencia donde me interesé un poco al estudio del hebreo y el arameo a fin de tener un mejor conocimiento de lo que los cristianos denominan “El Nuevo Testamento” que, si bien que haya sido dogmatizada la idea de que fuera escrito en griego, gracias a mis estudios hebraicos y, como dijera el filósofo francés Bernard Dubourg, comprendí que sus textos fueron pensados en hebreo.

Algunos de mis mejores amigos son de origen judío y, aunque el tiempo y el espacio se han dilatado, ellos y su manera de vivir siguen presentes en mi existencia.

Espero que mi comentario sea salutario hacia ustedes.

Bien à vous!

Jesús Flores


Respuesta de nuestro experto en genealogía judía:

La interesante narrativa de nuestro lector nos invita a explorar en la geografía la presencia de esta voz familiar que se extiende a Brasil, Guarda, Portugal, Ciudad de México, Ámsterdam, Curaçao, Livorno y Rousse.

En entregas pasadas analicé el origen de este apellido que a continuación transcribo:

El mundo judío recibe a este apellido en ciudades y países como Brasil, Guarda, Portugal, Ciudad de México, Ámsterdam, Curaçao, Livorno y Rousse.
Su origen etimológico deriva de la pluralización de la voz “flor” que viene a ser expresada de distinta manera según la lengua o región de donde procede. Tal es el caso de Flos en valenciano, Florín en gallego, Buenaflor en Filipinas y Flors, Floris y Florit en catalán.

Más allá de España, este nombre familiar recibe las siguientes expresiones: Fiori en italiano, Fleurs en francés, Flowers en inglés, Blume y Bluhme en alemán sin olvidar a Blom en danés, Blomgren o Bloomquist en sueco, Blommaert en holandés y Xóchitl en azteca.

Si bien es correcto clasificar a este apellido como derivado de la naturaleza, su más antiguo origen proviene del nombre propio Froilán que en gótico significa “amo o señor”. Con el tiempo, este nombre sufre una declinación en Froiléz y luego una metátesis o transposición en Flórez.
Existen evidencias de que algunos portadores Flores fueron juzgados o relajados por la Inquisición de Lisboa y de México. Tal vez, por esa razón es que no se encuentre muy difundido en la actualidad entre la grey judía.

Al haber varios anales que confirman que este apellido goza de escudo de blasones, su posibilidad de ser considerado como un típico apellido empleado por judíos se desvanece pues, como es sabido, los hebreos no tuvimos dicha posibilidad que claramente nos diferenciaba de la población católica de España.

El escudo de armas de este nombre de familia se describe así: En campo de azur, tres flores de lis de oro bien ordenadas; algunos añaden bordura de gules con ocho aspas de oro mientras que otros de Andalucía traen en campo de azur cinco flores de lis de oro puestas en sotuer. Las conocidas obras La Heráldica de los apellidos asturianos de Francisco Sarandeses, Los Apellidos en Canarias de Carlos Platero Fernández, el Blasonario de Consanguinidad Ibérica y el Nobiliario Español de Julio de Atienza sostienen la nobleza de este nombre familiar.

 

Bibliografía:
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Faiguenboim, Guilherme-Valadares, Paulo- Campagnano, Anna Rosa. Dicionário Sefaradi de Sobrenomes. Editora Fraiha, Río de Janeiro:2003.
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