GIULIO MEOTTI
¿Qué habría pasado si el ayuntamiento de Jerusalem hubiera conferido la ciudadanía de honor al líder de la mafia de Italia, Totò Riina, llamándolo “preso político”?

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – ¿Qué habría pasado si el ayuntamiento de la ciudad de Tel Aviv hubiera nombrado una calle en honor de Giovanni Brusca, el carnicero de la mafia que secuestró y torturó al hijo de 11 años de otro mafioso que lo había traicionado, y después disolvió el cuerpo del niño en ácido? El gobierno italiano habría protestado con vehemencia. Con los terroristas palestinos, sin embargo, hay otro estándar, como si a los ojos de muchos ayuntamientos de Italia, el terror contra los judíos de Israel está de hecho justificado.

En las credenciales pro-palestinas el alcalde de Nápoles, Luigi de Magistris, el único elemento que faltaba era darle la ciudadanía de honor a un terrorista palestino. Bilal Kayed es cualquier cosa menos un “hombre de paz”. Es un terrorista palestino peligroso que pasó 14 años en prisiones israelíes por dos ataques con disparos, y por la planificación y el intento de secuestro (sin éxito) de un soldado. Kayed es ahora un nuevo ciudadano de honor de Nápoles.

“[Es] una decisión que perjudica la imagen de Nápoles”, protestó la recién elegida presidente de la Unión de Comunidades Judías de Italia, Noemí Di Segni. Por su parte, el ayuntamiento de Nápoles ha denegado la concesión de la ciudadanía de honor al Gran Rabino de Jerusalem.

No es la primera vez que el alcalde De Magistris abraza la militancia anti-israelí. La ciudad de Nápoles proporcionó una sala municipal para mostrar un documental llamado “Israel, el cáncer”, que vergonzosamente compara a soldados israelíes con los nazis. El Embajador de Israel en Italia, Naor Gilon, protestó contra la proyección y señaló que “el título de la película, “Israel, el cáncer”, es una reminiscencia de épocas oscuras de la historia italiana y europea, en la que se define a los judíos como una enfermedad”.

Tres meses después que el alcalde comunista de un suburbio de París, Valenton, nombre a una calle, callejón Barghouti, después de un terrorista palestino condenados,
El alcalde comunista de un suburbio de París, Valenton, nombra una calle, callejón Barghouti, por el terrorista palestino condenado,

De Magistris también recibió recíproca “ciudadanía palestina” de las manos de la Autoridad Palestina (AP), y el alcalde de Nápoles le devolvió el favor concediéndole la ciudadanía de honor al Presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas. De Magistris también dio su apoyo a la “Flotilla de la Libertad“, un convoy de barcos que trató de llevar armas al régimen de Hamas en Gaza. Eleonora De Majo, candidata de la lista política de De Magistris, también llamó “cerdos” a los israelíes.

De Magistris no es el único alcalde italiano aparentemente que premia el terrorismo palestino. El alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, nombró ciudadano honorario a Marwan Barghouti, el terrorista palestino que orquestó los ataques en los que murieron varias personas y que actualmente cumple cinco cadenas perpetuas en una prisión israelí.

Muchas de las calles de Europa están cubiertas con nombres de terroristas palestinos. La ciudad francesa de Valenton dedicó una calle a Marwan Barghouti; y pocos días después de que un cura fuera masacrado este verano en Francia, un grupo de ciudades francesas planearon honrar a Barghouti. Ciudades como Pierrefitte-sur-Seine ya le han concedido la ciudadanía de honor, y una fotografía del líder terrorista palestino colgó en la fachada de su ayuntamiento.

Barghouti, quien planeó el ataque de 2002 en el Mercado de Mariscos en Tel Aviv y una matanza en Hadera en la que murieron seis israelíes, es un hombre al que los canales de televisión europeos les encanta mostrar esposado con los brazos levantados. Es el ídolo de Europa, un héroe, un icono. The Guardian incluso publicó un artículo de opinión de Barghouti, en el que expresa su apoyo a la “tercera Intifada” de fugaces ataques por apuñalamientos y embestidas con coche.

El alcalde de Palermo, Italia, Leoluca Orlando (izquierda), concedió la ciudadanía honoraria a Marwan Barghouti (derecha), el terrorista palestino que orquestó los ataques en los que murieron varias personas y que actualmente cumple cinco cadenas perpetuas en una prisión israelí.

La prensa occidental ama a Barghouti e incluso intenta compararlo con Nelson Mandela, en artículos como “La Cuestión Barghouti: ¿Es un Mandela o un Arafat?” (Hora); “Un Mandela de Medio Oriente” (Newsweek) y “Un Nelson Mandela para los palestinos” (New York Times).

Veinte ciudades francesas, como Vitry-sur-Seine, La Verrière y Montataire, han concedido la ciudadanía de honor a este terrorista y enlucieron sus calles con su infame nombre. La Galería Nacional Jeu de Paume en París acogió una exposición que llamaba “mártires” a sus atacantes suicidas. La exposición “La muerte”, del fotógrafo Ahlam Shibli describía a los suicidas palestinos con leyendas que promueven la agenda yihadista que glorifica sus muertes.

Bezons, un conglomerado urbano a sólo 10 kilómetros de París, también fue la primera ciudad francesa que incluyó oficialmente entre sus ciudadanos de honor al terrorista palestino, Majdi Rimawi, quien planeó y llevó a cabo el asesinato del ministro de Turismo israelí Rehavam Zeevi en 2001. Rimawi, quien se encuentra en una prisión israelí, fue inmortalizado en una placa preparada por la ciudad de Bezons en 2013, que marca al terrorista como “preso político”.

Al Majdi Rimawi, a la derecha, fue declarado culpable de planear y perpetrar el asesinato de un ministro israelí.
Al Majdi Rimawi, a la derecha, fue declarado culpable de planear y perpetrar el asesinato de un ministro israelí.

El alcalde de Bezons, Dominique Lesparre, dio un discurso público en el que llamó a Rimawi una “víctima“. En el documento oficial expedido por el Ayuntamiento de Bezons, titulado “Prisionero y ciudadano de honor”, el hecho de que Rimawi es un asesino ni siquiera se menciona.

Es una pena y una ironía que los terroristas que han matado y ordenado el asesinato de judíos desarmados e inocentes, ahora sean homenajeados como apóstoles de la paz de Europa. Incluso son ahora los nuevos favoritos de los medios.

¿Se imaginan alcaldes y miembros del Parlamento nombrando una calle italiana o francesa en honor de Mohamed Lahouaiej Bouhlel, que mató al menos a 84 personas en Niza el 14 de julio? ¿O honrar a los hermanos Salah y Brahim Abdesalem por su ataque en el Teatro Bataclan en París el 13 de noviembre de 2015, en el que fueron asesinadas 89 personas? ¿O a Khalid Sheikh Mohammed, vinculado a casi todos los ataques de Al Qaeda entre 1993 y 2003?

Giulio Meotti, Editor Cultural para Il Foglio, es un periodista y escritor italiano.

Fuente: Gatestone Institute – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico