MEMRI, INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN DE MEDIOS DEL MEDIO ORIENTE

El Dr. ‘Ali Sa’d Al-Moussa, columnista del diario saudita Al-Watan, escribió el 22 de agosto de 2016 que los conflictos sangrientos y las luchas que azotan al mundo árabe no tienen nada que ver con Israel y que culparlo por ellos es una actitud simplista.

Al-Moussa escribió con nostalgia sobre el florecimiento de la cultura que se llevó a cabo en algunos países árabes en la década de los 50, contrastando así con la ignorancia y el extremismo que están a la orden del día allí ahora.
Sostiene que este declive y no Israel, es el culpable de la devastación y la ruina en el mundo árabe actual.

Lo siguiente son extractos de su artículo:[1]

“[El mundo exterior] la región empapada de sangre entre Mosul, [Siria] y Sirte, [Libia] y entre Idlib, [Siria] y ‘Aden, [Yemen] no ve ni la décima parte de la lucha [que está sucediendo en esa región]… ni siquiera entre las dos Coreas o entre los hutu y los tutsi en África. Esto demuestra que el mundo pudiera haber sido un lugar más seguro y más tranquilo si el Medio Oriente no estuviese en su medio. Y yo pido que ninguno de ustedes culpe a Israel de esto, ya que esa es [solo] una excusa altamente simplista. Israel no tiene nada que ver con la lucha entre el EIIS y [Jabhat] Al-Nusra, o con lo que está sucediendo entre “Afash [un apodo al ex presidente de Yemen, ‘Ali Abdullah Saleh], [‘Abd Al-Malik] Al-Houthi [jefe del grupo houthi Ansar Allah en Yemen] y el gobierno de Yemen y no tiene nada que ver con la guerra ideológica que se está librando en los desiertos lejanos de Libia.

“Nosotros, en esta región teñida de color rojo en el mapa mundial, nacemos [llevando con nosotros] el gen de un virus desconocido en nuestro cuerpo, que pronto se despierta y se multiplica, [activando] la destrucción y la guerra, el odio, la exclusión y la categorización despreciable [de personas]. En los últimos cinco años de [luchas] internas, hemos asesinado decenas de veces más personas de nuestras propias filas de las que fueron asesinadas en 50 años de guerras históricas con Israel.

“Entonces, ¿quién tiene la culpa de todo esto? El culpable es el despertar de la ignorancia[2] Antes de que… [Israel] naciera, cuando sólo era una idea y promesas en papel, la situación de nosotros [los árabes] era de la siguiente manera: Egipto tenía la primera imprenta luego de Europa, incluso antes de que Japón y china tuviesen una. También fue el tercer mayor productor de películas del mundo. A mediados de la década de los 50 Beirut tenía 50 bibliotecas privadas, más que en cualquier ciudad francesa, con excepción de París. En el mismo período, Túnez podía presumir que cada chico de allí asistía a una escuela pública moderna, mientras que hoy en día, paradójicamente, Túnez es el país que provee el mayor número de jóvenes al EIIS. Este es el despertar de la ignorancia. El Instituto Universitario Médico Gordon en Sudán[3] ocupaba el séptimo lugar entre las facultades de medicina más avanzadas del mundo, por encima de Yale, Princeton y la Sorbona. Es una pena que, con esta [clase de] patrimonio histórico, el Instituto Universitario Gordon, llamado ahora la Universidad de Jartum – le basta solo con llevar visitantes a que observen un museo donde se exhibe el descolorido documento que informa su alto lugar en la clasificación mundial de universidades.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, Kuwait fue un faro de luz [en cultura] en el que publicó relevantes revistas culturales. La famosa revista Al-‘Arabi distribuía 500,000 copias y no había ni una sola aldea árabe a la que no llegara. Hoy, si usted le pregunta al joven más cercano: “¿Qué conoces de Kuwait?’, su única respuesta será que produce petróleo.

“En resumen, no [sólo] nacemos [portando] el desconocido gen del virus de la guerra, que viene a la vida al momento en un joven árabe es capaz de llevar consigo una daga o una espada, también nacemos con [la enfermedad] del mosquito adormecedor, de la que el árabe despierta [sólo] como parte del despertar de la ignorancia”.

[1] Al-Watan (Arabia Saudita), 22 de agosto, 2016.

[2] El autor hace alusión a Al-Sahwa Al-Islamiya (el Despertar Islámico), un movimiento formado en la década de los 80 por un grupo de clérigos saudíes incluyendo a Salman Al-‘Oudah, ‘Aid Al-Qarni, Safar Al-Hawali, Nasser Al-‘Omar y Sa’d Al-Barik. Su ideología combinó principios religiosos salafistas-wahabí con percepciones sociopolíticas de la Hermandad Musulmana egipcia. El movimiento ganó influencia en la sociedad saudí e incluso en el sistema educativo saudita, siempre y cuando no se opusiera al régimen saudí. Sin embargo, a comienzos de los años 90 sacudió el sistema político instigando protestas y manifestaciones en demanda de reformas, en particular la creación de un Consejo Shura. Las actividades del movimiento cesaron en 1995.

[3] En honor a Charles George Gordon (1833-1885), un oficial del ejército británico y administrador que murió en Jartum en 1885.

Fuente:cciu.org.uy