En esta ocasión, recordamos una de las historias deportivas más curiosas del judaísmo.

Para contarles la travesía de Ilona, es necesario remontarnos a una Hungría a principios de 1900, la cual en aquellos tiempos aún pertenecía al imponente imperio Austrohúngaro y estaba a poco tiempo de convertirse en una polémica tierra que viviría guerras, separación de territorios y más de una consecuencia gracias a esto.

ISAAC SHAMAH PARA ENLACE JUDÍO –

El 17 de mayo de 1907 en medio de una familia judeo-católica nació Ilona Elek en aquella Budapest y desde muy pequeña fue adquiriendo un gran gusto por la esgrima, hecho que en nuestras épocas y nuestra zona pudiera no resultar tan cotidiano, sin embargo en esas épocas en muchos lugares de Europa la esgrima era un deporte muy popular y muchas personas lo practicaban desde niños, de hecho la esgrima era un deporte muy trabajado en algunas comunidades judías europeas, sobre todo en la comunidad de Hungría, además de que en esos tiempos ésta se caracterizó por ser ampliamente activa en el mundo deportivo, al grado de que el intentar ser atleta se convirtió en una obsesión para varios miembros de ella.

Para mediados de la década de los 30´s, Hungría ya era un país independiente que salía de la Primera Guerra Mundial y de la separación del imperio Austrohúngaro; para esas fechas Ilona ya era una esgrimista consolidada en Europa y en todo el mundo ya se le comenzaba a conocer, prueba de ello fueron sus 4 medallas de oro que ganó en 1934 y 1935 en los mundiales de Varsovia y Lausana respectivamente, en ambos ganó en categoría individual y por equipos.

En 1936, la Alemania Nazi organizaría los Juegos Olímpicos en Berlín, estos fueron muy conocidos por la gran cantidad de atletas y de algunos países que no asistieron y por el hecho de que fueron en el umbral de la Segunda Guerra Mundial; a pesar de que Ilona no era ortodoxa ni muy apegada al judaísmo, reconocía sus raíces judías y católicas y aunque no le encantaba que los juegos sean en Berlín, acudió a ellos y ganó su primer medalla de oro olímpica en la categoría individual, dándole a Hungría la primer medalla de oro en olimpiadas para cualquier mujer.

Pero la gran historia no se dio en el combate, se dio en la premiación, dado a que cuando Ilona subió al podio olímpico, la ganadora de plata (Helene Mayer de Alemania, de quien algún día les platicaré) quien también era mitad judía, subió su brazo derecho e hizo el famoso “Saludo Nazi” mientras decía: “Heil Hitler” hecho que fue más que criticado. Aunque a Elek no le encantó el gesto poco podía hacer en ese momento y recurrió al silencio. La ganadora del tercer lugar (Ellen Müller-Preis de Austria) también tenía descendencia judía.

Después de que las olimpiadas de 1940 y 1944 fueron canceladas gracias a la Segunda Guerra Mundial, a Ilona aún no le pasaba el retiro por la cabeza y a los 41 años regresó a la edición de 1948 en Londres para volver a ganar oro en la misma categoría y así convertirse en leyenda debido a que sólo 2 atletas campeones en 1936 pudieron defender el oro en 1948, Ilona fue una de estos.

Para las olimpiadas de 1952 en Helsinki, ilona ya contaba con 45 años, sin embargo estos no fueron impedimento para que ella haya asistido a las Olimpiadas y haya ganado la plata.

Antes de las olimpiadas de 1956, Ilona decidió colgar su espada; en su carrera ganó 3 medallas olímpicas (2 oros y 1 plata) y 17 medallas en campeonatos mundiales (10 oros, 5 platas y 2 bronces). Hasta la fecha, Elek es la mujer esgrimista que más medallas ha ganado a nivel internacional en la historia de este deporte.

En 1988 Elek murió a los 81 años de Edad en Budapest.